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Dirección PP Cayetana Álvarez de Toledo, la portavoz menos aplaudida del PP

Voces cercanas a Casado admiten que nunca hubo otra alternativa que no fuera nombrar a Álvarez de Toledo como portavoz en el Congreso: "Pablo esperó para reafirmarse frente a los críticos, pero la opción de Cuca Gamarra nunca existió".

La diputada popular por Barcelona Cayetana Álvarez de Toledo; el líder del PP, Pablo Casado; y su secretario general, Teodoro García Egea, durante la reunión con el grupo parlamentario del PP en el Congreso. En otoño de 2015 Cayetana Álvarez de Toledo se iba del PP de Mariano Rajoy renegando y criticando sin medida. El sucesor de Rajoy, Pablo Casado, la elige para ser su portavoz en el Congreso. EFE/ Kiko Huesca

El nombramiento de Cayetana Álvarez de Toledo y Javier Maroto no desencadenó, precisamente, una reacción efusiva entre los presentes en la Junta Directiva Nacinal el pasado martes. Nadie aplaudió en la sede de Génova, a pesar de los esfuerzos del presidente del PP, Pablo Casado. Un hecho insólito para los 'populares', ya que los portavoces siempre han sido recibidos con una calurosa acogida: "Recuerdo el nombramiento de Rafa Hernando, todo el mundo lo celebró", detalla una voz conservadora. "Fue por Cayetana evidentemente —concretan— Javi sí que tiene el favor del grupo".

La actual portavoz, sin embargo, no tiene el favor del seno del partido: "No se lo ha ganado", alega una fuente, en conversación con Público, que estuvo presente durante el máximo órgano entre congresos, en el que Casado, realizó cambios en la cúpula directiva: apartó a Marta González de la vicesecretaria de comunicación —cargo que pasa a desempeñar el periodista Pablo Montesinos—, a Vicente Tirado, que ejercía como vicesecretario de política local y autonómica y a Andrea Levy, que se encarga del área de estudios y programas. También salió Javier Maroto, vicesecretario de organización, que pasa a ser portavoz en el Senado. Le sustituirá Ana Beltrán, presidenta del PP navarro.

En la reunión de grupo que se mantuvo horas después en la Cámara Baja, presidida por Casado, Álvarez de Toledo y Teodoro García Egea, el secretario general de los 'populares', el escenario no fue muy distinto. "Hubo un tímido aplauso, pero nada que ver con el que recibió, por ejemplo, la intervención de Bermúdez de Castro —que ejercía como portavoz en funciones— y habló desde su sitio". Desde el grupo parlamentario conceden a la nueva portavoz su interés por conocer "uno a uno" a los diputados para informarles de las funciones de las que se encargarán durante la legislatura si no hay elecciones en noviembre. "Hay muchas ganas de ponerse a trabajar —destacan— si Cayetana es lista sabrá aprovecharlo".

"Ha moderado el tono y se agradece, veremos qué ocurre durante los próximos meses: si sigue con las estridencias de la campaña electoral o si, realmente, pone de su parte para que el grupo esté cohesionado y tenga una sola voz", señalan. Reconocen, sin embargo, que Álvarez de Toledo "ha tenido que soportar durante meses y prácticamente a diario que los barones no la quieren, tampoco habrá sido fácil para ella". Las citadas fuentes apuntan a que la portavoz "hizo bien" en "dar un paso al lado" tras la campaña, evitando estar en el foco mediático.

"Nunca hubo una alternativa a Cayetana"

Fuentes de la dirección desvelan que nunca hubo una alternativa real a que Cayetana Álvarez de Toledo fuera designada como portavoz. "Pablo sabía que ella sería su portavoz desde hace meses, sabía que su decisión no despertaría simpatías entre los barones y parte del grupo 'popular', pero estaba decidido a nombrarla: fue su apuesta y ha dejado pasar este tiempo para reivindicarse por los pactos postelectorales", alegan.

De hecho, la estrategia del líder del PP era esperar a que el gobierno de la Comunidad de Madrid estuviese constituido y nombrar entonces a los portavoces. Pero el acuerdo en la región se ha complicado a última hora —los 'populares' confiaban en tenerlo cerrado la pasada semana—y Casado se vio forzado a convocar la Junta a la que no acudió —expresamente— ni Juanma Moreno Bonilla, presidente de Andalucía, ni Alberto Nuñez Feijóo, presidente de la Xunta de Galicia. Tampoco Alfonso Alonso, líder del PP vasco.

"La operación 'Cuca Gamarra' nunca existió, la portavocía nunca estuvo en peligro para Cayetana", alegan desde el entorno del presidente del PP

"La operación 'Cuca Gamarra' nunca existió. alguien lo filtró interesadamente", revela otra fuente, cercana a Casado,  "y tampoco hubo un intento por parar el nombramiento de Cayetana", detalla. "Sí es cierto que Casado encontró resistencias y era perfectamente consciente de que no contaba con un respaldo amplio, pero la portavocía nunca estuvo en peligro para ella". 

Explican las citadas fuentes que sacar el nombre de Gamarra a la palestra —exalcaldesa de Logroño y vicesecretaria política social— formaba parte de una estrategia desde dentro de Génova para desviar el foco de atención sobre Álvarez de Toledo, especialmente después del resultado de las generales, donde los conservadores pasaron de 134 diputados a 66, y los barones pedían a Casado "una vuelta al centro".

Casado rediseña una Ejecutiva a su exacta medida

Hace precisamente un año, cuando Casado llegó a la presidencia del partido, no solo puso al frente de la secretaría general, las vicesecretarías y las portavocías del Congreso y del Senado a cargos de su entera confianza, sino que conjugó esos nombres con los de aquellos que habían apoyado en las primarias a sus rivales Soraya Sáenz de Santamaría y María Dolores de Cospedal y que generaban "consensos" en las filas 'populares', también entre los barones.

Fuentes del partido explican a Público que la dirección que ha confeccionado Casado responde, esencialmente, a una cuestión identitaria. "Ha puesto a Ana Beltrán como número tres porque ahora el foco está en Navarra, Pablo sabe leer perfectamente eso". También explican de este modo el nombramiento de Álvarez de Toledo y el de Maroto: "Tal y como están las cosas en Catalunya y el País Vasco  utilizará a ambos para reafirmarse, no tiene ningún problema en eso".

"Pablo se cansa rápido de la gente y no me extrañaría que dentro de un tiempo vuelva a ver cambios en la Ejecutiva... esto funciona así", subrayan desde el entorno del presidente, que comparan a Casado con su antecesor. "Rajoy se movía por otras cuestiones, más personales, pero Pablo no tiene problema en quitar y poner a gente en función de lo que necesite".

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