No hay días tranquilos para el Gobierno de Pedro Sánchez. Tras las victorias políticas de finales de la semana pasada con la aprobación de la reforma fiscal y el nombramiento de Teresa Ribera, las declaraciones de Víctor de Aldama irrumpieron con fuerza. Ya este lunes, un nuevo acontecimiento imprevisto ha copado casi por completo el foco político de la jornada.

Se trata del caso de la pareja de Isabel Díaz Ayuso y sus derivadas que han dejado un nombre propio, el de Juan Lobato, secretario general del PSOE de Madrid. El diario ABC destapó el domingo por la noche que Lobato había acudido a una notaría a presentar unos mensajes enviados por Pilar Sánchez Acera en marzo, entonces jefa de gabinete de Óscar López en Moncloa y también secretaria de Política Institucional del PSOE de Madrid. 

En esos mensajes se dejaba constancia de que a Lobato se le había ofrecido el documento mediante el que Alberto González Amador, pareja de la presidenta madrileña, confesaba sus delitos fiscales a la Fiscalía. Un correo electrónico que ha provocado la investigación a Álvaro García Ortiz, fiscal general del Estado, por presunta revelación de secretos.

La noticia ha provocado además que Lobato sea citado a declarar como testigo ante el Tribunal Supremo el próximo viernes 29. Fecha, además, en la que también declarará González Amador, en su caso en el juzgado número 19 de Madrid como imputado por dos delitos fiscales y falsedad documental.

En paralelo, un informe de la UCO sitúa a García Ortiz con una "participación preeminente" en la filtración. Desde el primer momento, el Gobierno con Sánchez a la cabeza ha defendido que García Ortíz hizo su trabajo para desmentir un bulo creado por Miguel Ángel Rodríguez, jefe de gabinete de Ayuso. 

Lobato, en diferentes entrevistas, y una rueda de prensa, realizadas este lunes, ha defendido su actuación. En resumen, el movimiento ante la notaría pretendía principalmente exculpar a Moncloa de la filtración del documento ya que se acredita que a él se lo ofrecieron después de que saliera en los medios de comunicación. 

A partir de todos estos hechos, el asunto ha generado un revuelo interno en el PSOE importante. También en Moncloa. El principal mensaje que se transmite de momento es una mezcla de incredulidad, incertidumbre y cierto cabreo. La mayoría de fuentes socialistas consultadas dicen no entender por qué Lobato acudió a la notaria. "No entiendo nada de lo que hizo", señala una fuente gubernamental. 

El líder de los socialistas madrileños ha confirmado que tomó la decisión de manera privada. Y se ha reafirmado en que su decisión fue la correcta porque estaba seguro de que iba a ser llamado por el Tribunal Supremo, como así ha sido, porque ha sido uno de los políticos que más ha hablado de González Amador. 

Según diferentes fuentes consultadas por este medio en el PSOE de Madrid, el enfado con Lobato en varios sectores del partido es mayúsculo. "La gente está muy enfadada porque no se entiende el movimiento", repiten varias de estas fuentes. "No hay mucha justificación, y no es muy leal llevar a una notaría los mensajes de una compañera del partido", añaden otras. Las voces más críticas incluso piden que no encabece la delegación del PSOE de Madrid al Congreso Federal de este fin de semana que se celebra en Sevilla. 

Hay otra línea de defensa que tienen muy clara la mayoría de fuentes socialistas consultadas. Se trata de acusar al PP y sus tentáculos de maniobrar para cambiar el foco de los miles de euros defraudados por el novio de Ayuso. Hay quien señala directamente a Miguel Ángel Rodríguez. Y en general, hay un lamento sobre cómo se ha dado la vuelta al caso. "Lo que no puede ser es que estemos obviando que el delincuente confeso es la pareja de Ayuso", señalan. 

El propio Sánchez, tras la imputación de García Ortiz, ya situó este asunto encima de la mesa. Destacó que el origen de la situación del Fiscal es que Rodríguez "propagó un bulo y desinformación para situar la mentira del lado de la Fiscalía". 

"En el Gobierno nos enteramos a través de la prensa", destacó por su parte el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, a preguntas de los medios sobre el asunto de Lobato. Y a continuación incidió en la idea de Sánchez. "Para que la gente se ubique, lo que ocurrió fue que el jefe de gabinete de la presidenta madrileña distribuyó una información falsa sobre el procedimiento judicial. El Fiscal General del Estado lo que hizo fue aclarar, desmentir el bulo y decir la verdad. No tenemos más que añadir", señaló. 

¿Relevo en su liderazgo? 

Los acontecimientos se producen a pocos días del 41 Congreso Federal del PSOE que se celebra el próximo fin de semana en Sevilla. Luego, vendrán los congresos territoriales. El liderazgo de Lobato lleva tiempo puesto en cuestión por algunos sectores socialistas. Hace unos días irrumpió el nombre, precisamente, de Óscar López, como posible rival en unas primarias. 

Diferentes fuentes consultadas señalan que la decisión todavía no está tomada pero reconocen que sí hay movimientos para armar una candidatura alternativa. Las dinámicas en el PSOE de Madrid siempre han sido complejas y la situación parece no haber cambiado. Mientras, Lobato se ha defendido y considera que cuenta con el respaldo de la militancia. Rechaza además "mirlos blancos" puestos desde fuera de Madrid. 

Hay quienes este lunes situaban el movimiento de Lobato en la notaría en clave interna, para precisamente implicar a López en el tema de la pareja de Ayuso. Unos presuntos objetivos que han sido rechazados de forma tajante por el actual líder del PSOE de Madrid y también lo hacen desde su entorno. Lo único seguro a estas horas es que cada vez queda menos para saber si a Lobato le sale competencia como cada vez más gente da por seguro.