La carrera para conquistar la dirección de Esquerra Republicana sigue viva después de que el sábado ninguno de los aspirantes consiguiera superar el 50% de los votos, que marcan los estatutos, para acceder automáticamente a la presidencia del partido. Y según ha podido saber Público, los contactos entre las diversas candidaturas se han intensificado en las últimas horas para conseguir la mejor posición de cara a la pugna definitiva, aunque ninguna de ellas se atreve a verbalizar que la negociación esté encauzada de facto, sino que más bien se habla de sondeos exploratorios.

Oriol Junqueras, de Militancia Decidim, fue el claro ganador en la primera votación, con más del 48% de los sufragios. Pero el resultado fue insuficiente y Xavier Godàs, de Nova Esquerra Nacional, le disputará la presidencia, ahora sí a cara o cruz, el próximo 14 de diciembre. Ahora bien, los resultados y las reglas del juego estatutario de los republicanos han provocado que, paradójicamente, la candidatura que queda fuera de la carrera electoral esté ahora en el centro de todas las miradas.

Es la lista de Foc Nou, encabezada por Helena Solà, que con un 12,6% ha quedado descartada, pero que puede ser decisiva en la pugna entre las dos candidaturas finalistas. Foc Nou se vislumbra como la única opción que puede complicar la previsible victoria de Junqueras, que parte como favorito tras el amplio resultado del pasado sábado.

Los militantes de Foc Nou, "espíritus libres"

Como recuerda el candidato a secretario general de Foc Nou, Alfred Bosch, nadie sabe cómo reaccionarán los 824 votantes de la candidatura de la tercera vía: "nos han dado la confianza, pero son espíritus libres nuestros votantes, nosotros podemos hacer recomendaciones, y dar apoyo –o no– a alguna candidatura, y si lo acabamos dando podemos hacerlo de muchas maneras diferentes, según las conversaciones que tengamos, pero la gente votará lo que les parezca mejor". Y es que no hay ninguna disciplina de voto que obligue a los votantes de Foc Nou a decantarse por una candidatura u otra, incluso aunque se llegue a algún acuerdo.

Esto no quiere decir que la decisión que tomen los dirigentes de Foc Nou no tenga incidencia. Y la carrera por llegar a un acuerdo ha comenzado con fuerza, casi al día siguiente de la primera votación del sábado. Según ha declarado Alfred Bosch a TV3, "ahora todos nos quieren mucho, veremos lo que dura", en un evidente tono irónico. De hecho, la carrera es a contrarreloj porque, aunque la segunda vuelta electoral no se celebrará hasta el 14 de diciembre, los estatutos indican que el plazo para llegar a un acuerdo entre candidaturas finaliza este próximo sábado, día 7 de diciembre.

Aunque desde Foc Nou se puntualiza que las conversaciones pueden continuar a partir del sábado, "porque lo que finaliza es el plazo para la integración, pero nosotros no buscamos cargos, sino que ERC aplique las propuestas que llevamos en el programa, y para pactar esto tenemos hasta la víspera del mismo día 14 de diciembre", declara un miembro de la candidatura.

Intensificación de los contactos, las tres condiciones de Foc Nou

Con todo, el plazo del próximo sábado pesa y los contactos se han intensificado en las últimas horas, como reconocen fuentes de las tres candidaturas, aunque miembros de Foc Nou aseguran a Público que "estamos hablando y creemos que lo primero de todo es que debemos escucharnos, ya veremos si entramos en una fase de negociación estricta".

Las tres condiciones principales, para la posible negociación, que ha impuesto Foc Nou, según explican sus dirigentes, son: "rechazo al pacto sistemático con el PSC", por lo que proponen una consulta a la militancia en el plazo de un año sobre la revocación del acuerdo para la investidura de Salvador Illa; en segundo lugar "devolver el independentismo al frontispicio de los valores programáticos de ERC" y articular un plan para la independencia con el resto de partidos y entidades independentistas; y en tercer lugar, realizar una auditoría respecto a la polémica operación de los carteles del Alzheimer.

Este último punto tendría un alto nivel de coincidencia con Militància Decidim, que este martes mismo ha presentado la propuesta para crear una 'Comisión de la Verdad' para aclarar este asunto , aunque desde Foc Nou se corresponsabiliza a Junqueras "aunque sea por omisión".

El plazo, hasta el sábado

El plazo de negociación para la integración de candidaturas queda fijado para este sábado en el artículo 60 de los estatutos de Esquerra, que regula esta segunda vuelta electoral del 14 de diciembre: "En caso de que ninguna de las candidaturas a la Ejecutiva Nacional obtenga más del 50% de los votos válidamente emitidos a favor, debe procederse a la celebración de una nueva jornada electoral en el plazo de 15 días.

En esta segunda jornada electoral, deben participar las dos candidaturas que hayan obtenido más votos. En un plazo máximo de una semana, las candidaturas pueden ser modificadas en un máximo del 50% de las personas componentes de la candidatura anterior. Es necesario que la candidatura mantenga a la misma persona candidata a la Presidencia".

Según Oriol Junqueras: "Estamos dispuestos a todo y dispuestos a reconstruir tantas cosas como haga falta. Es posible que haya gente que diga que quiere ayudar desde un sitio u otro. Y de sitios hay muchos, no sólo en la lista". En una entrevista en El Matí de Catalunya Ràdio, el candidato de Militància Decidim añadía que "no descarto nada" respecto a las demandas que plantea Foc Nou y a la posible integración de candidaturas, añadiendo que "intentaremos pactar con los de la abstención, con los de Foc Nou y con todo el mundo".

Y también sobre las conversaciones con Foc Nou, el candidato a la presidencia de ERC por Nova Esquerra Nacional, Xavier Godàs, ha dicho que se está en la fase de hablar de cuestiones programáticas pero no ha descartado integrar candidaturas. "Cuando hayamos acordado el qué, entonces hablaremos de quién, si hace falta", ha dicho. El rival de Junqueras afirma que "repartir cargos para llegar a un acuerdo sería un insulto a la militancia".

Godàs asegura que "hay muchas coincidencias" entre su candidatura y Foc Nou, pero desde la tercera lista, Alfred Bosch se muestra equidistante y recuerda que "las dos candidaturas que aspiran a dirigir el partido son corresponsables de la situación que vive Esquerra, puesto que surgen de una batalla interna entre dos grupos de la actual Ejecutiva Nacional saliente, de la que nosotros somos los únicos que no tenemos ningún miembro".

Foc Nou se deja querer y Junqueras mueve fichas

Mientras, Foc Nou se deja querer, pero advierten que la decisión definitiva la tomarán en un proceso asambleario no sólo los miembros de la candidatura, sino todos los 468 militantes que les han avalado, "o al menos todos los que quieran y los tengamos localizados", aseguran. Una asamblea que podría realizarse el próximo viernes.

Los dirigentes de Foc Nou aseguran que quieren basar la decisión que tomen "en los objetivos de nuestro programa" –el llamado Pla Foc Nou–, que tiene como uno de los ejes vertebral la convocatoria de una nueva consulta a la militancia republicana sobre una posible revocación del acuerdo con el PSC para la investidura de Salvador Illa, en el plazo de un año.

Por el momento, en cuanto a las demandas de Foc Nou, Junqueras asegura que su candidatura "sube la apuesta" porque se compromete a no hacer más acuerdos con los socialistas si previamente no cumplen. Y Godàs, por su parte, mantiene que el acuerdo de investidura no es revocable pero que habrá que vigilar su cumplimiento, especialmente en lo que respecta al nuevo sistema de financiación: "Nosotros lo que respetaremos es que los acuerdos que se han tomado en el marco de la investidura deben ejecutarse, pero vigilaremos que se cumplan", aseguró a Público Godàs.

Esta semana se disputa una negociación en ERC que no tendrá sólo una clave interna en este partido. Sino que, según cómo termine, puede impactar de lleno en la convulsa política catalana y española. Y es que si Foc Nou acaba integrada en la lista ganadora, y sus principales dirigentes forman parte de la nueva Ejecutiva Nacional, las relaciones entre socialistas y republicanos se pueden complicar mucho, y con ellas la gobernabilidad en Catalunya, y de rebote en el Estado.