Esquerra Republicana de Catalunya vive una jornada trascendental este sábado para el futuro del partido. La militancia de los republicanos, un total de 8.030 personas con derecho a voto, decidirán durante toda la jornada, desde las nueve de la mañana hasta las ocho de la tarde, quién está llamado a dirigir la nueva etapa de ERC, después de la etapa protagonizada por el tándem formado por Oriol Junqueras y Marta Rovira durante los últimos 13 años, desde que en el 2011 tomaron las riendas del partido. Y también, quién será el encargado de rehacer la formación política de la considerable derrota cosechada en el último ciclo electoral, o de superar un episodio tan polémico como la operación de falsa bandera de los carteles del Alzheimer.

ERC llega a este sábado después de un largo período precongresual activado inmediatamente después de las elecciones al Parlament del 12 de mayo, en las que los republicanos perdieron 13 diputados pasando de 33 escaños a 20. Pero que se ha alargado hasta este 30 de noviembre. Tres candidaturas han logrado pasar el corte de los avales mínimos necesarios para concurrir a las elecciones internas, después de que Recuperem ERC quedara inhabilitada por firmas insuficientes. Oriol Junqueras encabeza Militància Decidim, Xavier Godàs es el candidato a presidente de Nova Esquerra Nacional y Helena Solà la de Foc Nou.

Los avales dan a Junqueras como favorito

La fragmentación del voto en tres candidaturas, y una posible elevada abstención fruto del desencanto y cansancio de la militancia por los enfrentamientos internos y la polémica de los carteles del Alzheimer, provocan incertidumbre en el resultado de este sábado. Especialmente sobre si alguna de las candidaturas podrá obtener más del 50% de los votos en esta jornada electoral y proclamarse como ganadora o se forzará una segunda vuelta. Sin embargo, el termómetro de los avales sitúa a Junqueras como claro favorito al frente de la carrera electoral en ERC. En total, Militància Decidim ha logrado 2.565 avales; Nova Esquerra Nacional, 1.510; y Foc Nou, 468. Las tres candidaturas han superado el mínimo exigido del aval del 5% del censo de la militancia, por lo que pueden optar a la dirección de Esquerra Republicana en la jornada electoral enmarcada en el 30º Congreso Nacional. En cambio, la cuarta precandidatura, que también pugnaba por entrar en la carrera, Recuperem ERC, ha obtenido 157 avales validados y ha quedado descartada.

De hecho, el congreso de este sábado se ha convertido en una suerte de plebiscito sobre Junqueras, sobre si debe volver a liderar el partido o no, recuperando la presidencia que abandonó el pasado junio. Sus adversarios plantean que Junqueras no debería continuar al frente del partido después de 13 años en la presidencia. Pero el exvicepresident del Govern considera que no ha podido ejercer el cargo a todos los efectos por su encarcelamiento (2017-2021). Y sólo asume las responsabilidades de lo que ha hecho en el partido hasta el año 2017.

Junqueras entiende, pues, que el período que estuvo encarcelado no cuenta, por los impedimentos que esta situación comporta y porque asegura que la Ejecutiva Nacional liderada desde el exilio de Suiza por la secretaria general, Marta Rovira, no le transmitía toda la información y las decisiones. Una situación que se prolongó tras la salida de Junqueras de la cárcel con la canalización de las decisiones a través de una presunta estructura B paralela a la Ejecutiva. Algo que los afines a Rovira -integrados mayoritariamente en Nova Esquerra Nacional- niegan, pero que comportó el distanciamiento primero, y ruptura total después, en la cúpula del partido entre Junqueras y Rovira, después de 13 años en los que el tándem situó a ERC en los mejores resultados de la etapa posfranquista del partido. Y a todo ello, hay que añadir el distanciamiento y discrepancias surgidas entre Junqueras y Pere Aragonès durante la etapa en la que éste ocupó la presidencia de la Generalitat, por las decisiones que tomó el Govern en línea contraria al parecer del presidente del partido.

Los adversarios recuerdan que una cosa son los avales y otra los votos

Pese a la diferencia de avales entre candidaturas, que sitúa a Militància Decidim como favorita, los dos adversarios de Junqueras se han apresurado a diferenciar entre el número de avales recogidos y los posibles votos que se emitirán este sábado. El candidato de Nova Esquerra Nacional, Xavier Godàs, da dos motivos al respecto: debido a que los avales recogidos entre todas las candidaturas corresponden a poco más del 50% de la militancia y por tanto queda toda una mitad que se desconoce cuál será su preferencia. Y en segundo lugar, porque Godàs se muestra convencido de que parte de los avalantes de Militància Decidim puede acabar derivando su voto hacia su candidatura. Godàs se muestra satisfecho con los avales recogidos pero recuerda que "los avales nos permiten presentarnos, pero nuestro objetivo es vencer este 30N".

En esta misma línea, la candidata de Foc Nou, Helena Solà, cree que "no habrá correspondencia entre los avales y los votos" y recuerda que "los avales son públicos y los votos son secretos". Una afirmación que hace referencia a su acusación de que se han producido "presiones, coacciones y amenazas" para conseguir avales, aunque no ha hecho público a qué candidatura se refiere. Por su parte, Militància Decidim se ha limitado a poner en valor el gran número de avales recibidos, casi una tercera parte de la militancia, y asegura que es la constatación de que "empezamos a hacer realidad el retorno del partido a manos de la militancia".

Diferencias entre las tres candidaturas

En cuanto a las líneas estratégicas, la Militància Decidim de Oriol Junqueras aspira a que ERC sea un partido "grande" que lidere las transformaciones necesarias en Catalunya mediante una "alianza estratégica" con múltiples sectores sociales que van desde el mundo del trabajo a los maestros, pasando por los sanitarios o los campesinos, entre otros. Sectores que definen como "republicanos" y con los que consideran necesario que ERC reconecte después de haberse alejado de ellos en los últimos años. Junqueras insiste en la necesidad de "construir grandes alianzas y compromisos con gente distinta, dentro de la organización y fuera, y con otros partidos políticos". Y señaló que las alianzas no sólo deben ser con los independentistas, sino también con quienes "quieren mejorar la vida de la gente de nuestro país". "Es imposible hacer la independencia de Catalunya si no somos capaces de implicar a mucha más gente", asegura.

Por su parte, el objetivo de Nova Esquerra Nacional es "fortalecer" y "muscular" el partido para que vuelva a ser una herramienta "necesaria y útil" para la ciudadanía, aseguran. En una especie de "refundación" en la que aseguran que quieren formar "una dirección horizontal, coral y transversal, alejada de personalismos y mesianismos". Y apuestan por lo que llaman una "renovación general de la dirección". Ideológicamente apuestan por una ERC netamente independentista y de izquierdas que cohesione y lidere el espacio de las izquierdas soberanistas en alianza con los comuns y la CUP. Según Godàs, Nova Esquerra Nacional no debe supeditarse a ningún otro partido y en la política de pactos apuesta por negociar con Junts a nivel nacional y con el conjunto de las izquierdas, incluyendo al PSC, a nivel social.

Por último, Foc Nou es la candidatura más abiertamente contraria al acuerdo con el PSC para la investidura de Salvador Illa como president de la Generalitat. Y apela al más de 40% de militantes que votaron en contra del acuerdo con los socialistas. Foc Nou da por hecho que "no habrá concierto económico ni nada que se le parezca". Con todo, en Foc Nou dan por hecho que el acuerdo está vigente y que lo que hace falta es "vigilar la acción del Govern del PSC y no dejar pasar ni una". Y según Helena Solà, en declaraciones a Público, tienen previsto "consultar a la militancia si es necesario revocar el acuerdo, para no tener la hipoteca de tener que aprobar los presupuestos". Las otras dos candidaturas, en las que hay más división entre los partidarios y detractores del acuerdo de investidura, también apuestan por hacer cumplir el acuerdo con el PSC antes de entrar a negociar los presupuestos. En aspectos internos, la candidatura liderada por Helena Solà y Alfred Bosch apuesta por una renovación total, equipara a las otras dos candidaturas en el marco de "la oligarquía que ha llevado el partido donde estamos", y recuerda que es la única opción donde no figuran miembros de la actual Ejecutiva Nacional.

Una decisión que va más allá de ERC

La votación de este sábado en ERC es estrictamente interna y sólo tienen derecho a voto 8.030 militantes del partido. Una cifra baja si tenemos en cuenta que se calcula que Esquerra ha perdido a unos 1.500 militantes desde el 2019. Pero, con todo, la decisión que tomen los militantes de ERC tendrá una evidente repercusión en el conjunto de la política catalana y por derivada de la española. El resultado de este sábado, o en su caso el próximo 14 de diciembre, tendrá un impacto importante en muchos ámbitos de Catalunya y del Estado, más allá de la reestructuración interna que pueda producirse en el interior de ERC en función de cuál sea la candidatura ganadora, de la conformación de la nueva Ejecutiva Nacional, de posibles cambios en cargos de los grupos parlamentarios o de la resolución de temas polémicos como el de los carteles del Alzheimer.

No se puede olvidar que Esquerra, a pesar del fuerte bajón sufrido en el último ciclo electoral, sigue siendo una pieza clave de la política catalana y estatal. Sus 20 diputados en el Parlament son la clave de bóveda para sacar adelante proyectos fundamentales del Govern del PSC, junto con los comuns. Y los siete diputados del Congreso son imprescindibles también en la mayoría parlamentaria que necesita el Gobierno del PSOE y Sumar. Sin olvidar el peso de ERC en el ámbito municipal, donde gobierna en las cuatro diputaciones catalanas, con el PSC en Barcelona, ​​Tarragona y Lleida y con Junts en la de Girona.

Para empezar, la primera asignatura que tendrá que estudiar la nueva Ejecutiva Nacional de ERC serán los presupuestos de la Generalitat y los presupuestos generales a nivel estatal. Tanto unos como otros están a la espera de que finalice el conclave republicano. Oriol Junqueras ya ha dicho a Público que "los socialistas saben que hay poco que hablar si no cumplen primero los acuerdos establecidos", en clara referencia, especialmente, a la financiación "singular" acordada. Y también Xavier Godàs se muestra firme en esta línea y asegura que "si soy presidente, el PSOE no podrá dar por hechos los votos de ERC como ahora". Mientras Helena Solà es la candidata más refractaria a cualquier pacto con los socialistas, que consideran responsables "del 155 y la represión" durante el procés independentista. Así, ERC tiene este sábado una jornada decisiva, de gran calibre político, que en función del resultado tendrá una onda expansiva mucho más allá del partido republicano.