La segunda sesión del juicio por la presunta implicación del expresidente de la Comunitat Valenciana, Francisco Camps, en el caso Gürtel, ha tenido un desenlace inesperado. En las propias puertas de la Audiencia Nacional, Camps ha arremetido contra el cabecilla de la trama, Francisco Correa, al grito de "¡Hijo de puta, me vas a joder la vida!".

El plato fuerte de la jornada de este martes eran las declaraciones de Correa. Durante su testimonio se ha visto a un Camps contenido, pero en apariencia nerviosa. Sobre todo cuando el empresario ha hablado de la relación entre el expresident y Álvaro Pérez, alias El Bigotes. Según Correa este vínculo, por el que Pérez conseguía adjudicaciones, fue la entrada de la red corrupta en el País Valencià.

Pablo Crespo, número dos de Correa y condenado a 86 años de prisión por su implicación en la trama Gürtel, ha ratificado la versión de Correa: "Álvaro Pérez tenía relación con determinados dirigentes regionales. Conocía a Camps. El señor Pérez me lo decía a mí, que tenía una relación muy estrecha con Camps, que había química".

Al no haber sido captado por ninguna cámara, hay diferentes versiones de lo ocurrido a las puertas del juzgado de San Fernando de Henares. Según afirman testigos de los hechos, Camps se ha abalanzado sobre Correas acusándole de "mentir". Estas mismas fuentes aseguran que los dos imputados habrían llegado a las manos de no ser por la intercepción de terceros. 

El abogado de Camps, Pablo Delgado, ha negado los insultos en sus declaraciones a la agencia de noticias EFE. "Sí le ha dicho que le quieren arruinar la vida" y le ha tachado de "mentiroso" por el relato de la relación entre El Bigotes y el acusado. En su versión no hubo ninguna palabra malsonante a pesar de la acalorada discusión, en la que el expolítico ha asegurado, además, no conocer de nada a Correa.

En sus declaraciones, el empresario corrupto ha relatado que conoció a Camps en la boda de la hija de José María Aznar con Alejandro Agag. "A raíz del cambio de Aznar por Mariano Rajoy, rompimos relaciones con Génova. Y, como Álvaro Pérez tenía una muy buena relación con Camps, yo decidí abrir una oficina en Valencia", ha narrado Correa durante el pleito. 

En el presente proceso judicial, Camps se enfrenta a una petición de dos años y medio de prisión y diez de inhabilitación por presuntos delitos de prevaricación y fraude por a adjudicación presuntamente irregular a una empresa de la trama del montaje de un expositor de la Comunitat Valenciana en la feria de Fitur de 2009.