Rocío Monasterio le pide en la Asamblea de Madrid que elimine el concepto de "autodeterminación de género" de la legislación LGTBI e Isabel Díaz Ayuso le responde que sí. El PP se pliega a Vox, al tiempo que le corta la hierba bajo los pies, pues la líder ultraderechista quizás no esperaba esta reacción a una propuesta de la que hasta ahora había rehuido.

La "autodeterminación de género" figura en dos textos legislativos aprobados en 2016 con el voto a favor del PP, entonces capitaneado por la expresidenta Cristina Cifuentes. Con esta medida tránsfoba, Ayuso adopta las tesis ultras, pero también le hurta el argumentario a Vox. Una opa ideológica hostil ante las inminentes elecciones autonómicas.

La jugada tiene una doble interpretación, pues la lideresa popular arremete de paso contra la ley trans del Gobierno, en una estrategia de confrontación permanente con Pedro Sánchez. Sin embargo, Ayuso se ha mostrado prudente y le ha dejado claro a Monasterio que, antes del tijeretazo, la norma debe ser aprobada por el Congreso.

"Vamos a ver qué engendro fabrican desde los escaños de la izquierda y la ultraizquierda y qué pergeñan antes de tomar una decisión equivocada en esta Cámara", explicó la presidenta madrileña. "Solo falta un pequeño matiz: cómo y cuándo hacer las cosas", añadió Ayuso ante las prisas de Monasterio, quien le había pedido que fuese "valiente".

La autodeterminación de género permite realizar el cambio de nombre y sexo por la simple voluntad del interesado o interesada en los documentos expedidos por la Comunidad de Madrid. Tras la eliminación del concepto, Ayuso podría derogar la ley trans madrileña, pero antes quiere que entre en vigor la norma estatal para "corregir los excesos".

Durante la sesión de control de la Asamblea de Madrid, Ayuso aprovechó la respuesta a Monasterio para atacar otra ley aprobada por el Gobierno: "Si han puesto en marcha una ley que se supone que va contra las violaciones y pone directamente a violadores y abusadores sexuales en la calle, qué no harán con el resto de las leyes".

Por ello, insistió la presidenta, medirá los tiempos y obrará "con cabeza" para no equivocarse ni "solucionarle la papeleta a los señores de la izquierda". Frenaba en seco así a Rocío Monasterio, quien tras escuchar sorprendida su compromiso de derogar la ley le exigió que se hiciese en el siguiente pleno.

Hay una razón para que Cifuentes incluyese la "autodeterminación de género" en la Ley de Identidad y Expresión de Género e Igualdad Social y no Discriminación, así como en la Ley la de Protección Integral contra LGTBIfobia y la Discriminación por Razón de Orientación e Identidad Sexual: gobernaba en minoría y necesitaba a la oposición para legislar.

Aunque Ayuso gobierna en solitario, ahora se apoya en la muleta de Vox, cuyos diputados son necesarios para sacar adelante sus iniciativas en la Asamblea. Sin embargo, más que comprarle el discurso a Monasterio, se lo ha apropiado en un intento por robarle votantes. Así, ha subrayado que el proceso para eliminar el concepto partirá de su grupo parlamentario.