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El Ayuntamiento del PP cambia el Plan Urbano para que Betis y Sevilla se lucren más pese al rechazo vecinal y ecologista

El Gobierno municipal, del PP, tramita con el apoyo en Pleno de PSOE y Vox y el rechazo de Podemos-IU una ampliación de usos para las grandes instalaciones deportivas de Sevilla.

Aficionados del Betis en el Sánchez Pizjuán durante un derby.
Aficionados del Betis en el campo del Sevilla, durante un derbi.  Europa Press

El Ayuntamiento de Sevilla, gobernado por el PP, tramita con el apoyo de PSOE y Vox y el rechazo de Podemos-IU, una modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) a medida de los clubes de fútbol señeros de la ciudad, el Sevilla FC y el Real Betis Balompié. Ambos gozan de un tremendo predicamento en la ciudad y sus partidos, en ocasiones, paralizan zonas enteras de Sevilla.

El cambio normativo está ahora mismo en fase de alegaciones, que se cierran el próximo 23 de octubre, según fuentes municipales. El Ayuntamiento tiene también que aprobar los planes urbanísticos particulares de los clubes con sus "estudios de ordenación e informes sectoriales" antes de que Sevilla y Betis puedan mejorar y ampliar sus estadios e instalaciones, como pretenden.

De aprobarse finalmente estos planes podrán también los clubes diversificar su actividad hacia otros elementos de ocio, como restaurantes, tiendas, —en el caso del Betis un edificio anexo para empresas—, tal vez algunos conciertos, con la idea de sacar un mayor rendimiento económico, un lucro, a los campos y sus zonas adyacentes, y competir mejor con los demás equipos.

Que haya "actividad los 365 días del año", según se expone en un borrador —un avance— del proyecto que ha presentado el Sevilla FC, al que ha tenido acceso Público. "Se busca la generación de nuevas vías de ingresos", afirman desde el Betis.

La modificación del PGOU prevista por el Ayuntamiento de Sevilla no es total ni supone una barra libre sin ninguna cortapisa. Se trata de una ampliación de usos, pero con limitaciones. Así, no se permitirán usos residenciales ni levantar una fábrica ni tampoco una gasolinera, según Urbanismo. Los clubes sí podrán usar un 30% —un 10% más de lo permitido hasta ahora— de la máxima edificabilidad del espacio para esas nuevas actividades diferentes de las deportivas.

Los cambios se refieren a las instalaciones deportivas singulares. De este modo también afectan a otras dos infraestructuras, estas de titularidad pública: el Estadio Olímpico de Sevilla, que se quiere que sea sede del futuro Mundial de fútbol de 2030, y el Polideportivo de San Pablo, donde se juega fundamentalmente a baloncesto.

Los planes de los clubes han generado rechazo entre los vecinos de ambos entornos. Ocho asociaciones de Heliópolis, donde se ubica el estadio del Betis, han pedido al Ayuntamiento que frene la parte del proyecto que implica una nueva construcción adyacente al campo. Y casi 30 comunidades de propietarios de Nervión, donde está el del Sevilla, se han agrupado para pedir amparo al consistorio y una política compatible con un modelo de ciudad que evite problemas de convivencia.

Los argumentos políticos

Así explica la gerencia de Urbanismo en una nota los cambios previstos: "Es evidente que la presencia de estas grandes instalaciones no puede considerarse como una mera localización para la práctica deportiva, sino como hitos urbanos que representan entidades de reconocido prestigio, que ocupan una importante cantidad de suelo y que se han convertido en iconos urbanos. La trascendencia de las sociedades que los gestionan supera el ámbito local alcanzando el internacional, así como son emblemas deportivos apoyados en un movimiento social de profundo calado".

"Esta superación de la trascendencia meramente deportiva —agrega Urbanismo— es la que recomienda no restringir el desarrollo de usos compatibles únicamente a los que coadyuven a los deportivos, encorsetando el desarrollo de estas instalaciones, sino abrirlas también a otros usos que favorezcan y contribuyan a su crecimiento, gestión y mantenimiento con independencia de la relación o vinculación con la actividad deportiva".

El PSOE, aunque apoya los planes de los clubes, sí ha pedido al ayuntamiento que escuche a los vecinos: "[No nos] opondremos al desarrollo pero tanto ambos clubes como el gobierno municipal deben atender las demandas que realicen las asociaciones de vecinos, sobre todo en lo que atañe a las compensaciones de equipamientos y zonas públicas", dijeron a Público fuentes del PSOE local.

"En ambos casos, la tramitación urbanística aún tardará en completarse (especialmente en el caso del Sevilla) y ninguno tiene el proyecto aún cerrado, luego queda margen de maniobra para ajustarlos. Nos consta que el Betis mantiene contactos permanentes con las asociaciones vecinales, cosa que no está realizando el gobierno municipal", agregaron estas fuentes.

"Esto no es un proyecto de ciudad, es un proyecto de negocio para particulares",

Para Susana Hornillo, portavoz de Podemos-IU, "tratándose de un proyecto de ciudad, como dice siempre el gobierno, no se entiende que la población asuma el impacto del proyecto pero no participe de las plusvalías que genera". "Esto no es un proyecto de ciudad, es un proyecto de negocio para particulares", remacha.

Ecologistas estudia también llevar este asunto a los tribunales de lo contencioso, cuando culmine toda la tramitación, ante la ausencia, aseguran de un estudio de impacto ambiental riguroso. "Aquí todo el mundo tiene en mente el modelo Bernabéu", afirma Alejandro Cueto, portavoz de la ONG conservacionista.

Los vecinos del entorno del estadio del Real Madrid también han protestado y los aparcamientos han sido paralizados por la justicia. En su página web, empero, el Real Madrid recoge, en un comunicado, que el modelo de explotación del Estadio, les ha reportado, a pesar de que no está a pleno rendimiento, beneficios: "Ha habido una progresiva mayor disponibilidad del estadio a efectos de aforo y explotación comercial a lo largo del ejercicio, iniciándose en la última parte del ejercicio la comercialización de nuevos productos de negocio, en especial los grandes eventos y un nuevo producto premium ligado a las nuevas plazas VIP. Todo ello se ha traducido en un aumento notable de los ingresos derivados de los negocios del estadio […]".

Los proyectos de Sevilla y Betis

El Sevilla FC pretende ampliar el estadio, que según sus datos es una de las principales atracciones turísticas de la ciudad, en 10.000 espectadores, hasta los 55.000. El nuevo recinto, según explica el club en su página web, tal y como esta pensado en borrador, "contará con dos plantas de parking y eliminará sustancialmente el número de escaleras en el estadio". Además, "incluirá salones y espacios para la organización de eventos, así como una nueva tienda oficial y el nuevo Museo del club".

"Otro de los puntos importantes en la propuesta y elemento esencial en el diseño de los mejores estadios modernos urbanos es su relación con el entorno. El programa planteado para este nuevo estadio permite que se desarrolle actividad los 365 días del año, de manera que […permitirá] ampliar la relación de los clubes con los visitantes y generar nuevas vías de ingresos".

El club pretende además crear un estadio "abierto y relacionado con su entorno inmediato, especialmente con la creación de una fachada Sur que vuelca sobre la plaza, que propone terrazas y otros usos accesibles a los ciudadanos y que mediante un generoso espacio sombreado activa el entorno urbano transformándolo en la nueva Plaza de Nervión y de Sevilla".

Para todo ello, necesita la parcela adyacente al estadio, una zona verde. El Estadio actualmente está calificado como equipamiento deportivo privado con una superficie de parcela de 30.110 metros cuadrados y se encuentra rodeado por una zona verde de 21.738 metros cuadrados. En el proyecto presentado el Sevilla propone la ampliación "de la parcela de equipamiento deportivo en 10.380 metros cuadrados, hasta los 40.490". "Esta superficie es la necesaria para acoger un estadio de primer nivel internacional", añade.

El Sevilla propone compensar una zona verde circundante al Estadio con terrenos en la Ciudad Deportiva

Y después, propone compensar al Ayuntamiento por esa zona verde circundante al Estadio con terrenos en la Ciudad Deportiva del Sevilla FC, que cambiarán "su calificación de equipamiento deportivo a zona verde en la superficie mencionada". La Ciudad deportiva se encuentra calificada como equipamiento deportivo privado con superficie de parcela de 269.462 metros cuadrados.

El estadio del Sevilla, el Ramón Sánchez Pizjuán, en la previa de un partido de Champions League.
El estadio del Sevilla, el Ramón Sánchez Pizjuán, en la previa de un partido de Champions League. Cristina Quicler / AFP

Este trueque, para Podemos-IU, es "de risa". Contra esta idea, la portavoz Hornillo ha presentado alegaciones, en las que se recoge que "la actuación urbanística no cumple con el principio de interés general establecido en la ley, ya que responde exclusivamente a las necesidades y el interés privado del Sevilla FC".

Y añade: "La actuación urbanística no asegura la adecuada participación de la comunidad en las plusvalías generadas. La recalificación de 10.380 metros cuadrados para uso privado en pleno distrito Nervión supondrá unas plusvalías para el Sevilla FC que no se compensan con los suelos en la ciudad deportiva, en una zona alejada y desconectada del núcleo poblacional (a más de 6 kilómetros de la zona donde se hará la actuación urbanística) ni con la renovación de la Plaza Sur".

Por su parte, el Betis quiere, según explicó el club a Público, mejorar "el confort de los espectadores, algo necesario porque hablamos de que una parte del estadio es antigua, realizada para el Mundial de España 82 —esa grada de Preferencia se demolerá al completo— y la parte más nueva, las tres otras gradas restantes, necesitan mejoras, como la instalación de la cubierta o la mejora de dotaciones y accesos y servicios".

El Betis pretende también generar "nuevas vías de ingresos" con "mayores y mejores zonas de restauración, ampliación y mejora del museo y el tour, auditorio para la celebración de eventos corporativos de empresas que contraten estos espacios, ampliación y mejora de la tienda del club o el aumento de zonas VIP y asientos premium, con un número bastante mayor que en la actual instalación". "Estos son los usos en los que ahora mismo se trabajan", aseguran desde el club. 

El diseño del Betis contempla un edificio anexo para actividad empresarial

Además, el diseño, según el Betis, "contempla la construcción de un edificio anexo para actividad empresarial enfocado a sectores con los que se puedan establecer sinergias y estuvieran interesados en explotar esos espacios: gimnasios, centros de recuperación, clínicas, fisioterapia, hoteles, algo más de restauración compatible con la oferta que existiría dentro del estadio, etc. El diseño también incluye un aparcamiento subterráneo, como se explica en el proyecto básico, y mejora de la plaza [adyacente] como zona de paseo y ocio".

Imagen del Estadio Benito Villamarín, antes de un partido de Liga.
Imagen de archivo del Estadio Benito Villamarín, antes de un partido de Liga. JOAQUIN CORCHERO / AFP

Al respecto de la idea de celebrar conciertos al modo Bernabéu, en el Betis responden que la "nueva instalación no contempla esta opción durante el año". "Es incompatible con el cuidado del césped en nuestro caso", aseguran las fuentes oficiales del Betis consultadas. Sólo serían factibles, como pasa ya ahora, agregan, "al término de la temporada y antes de la resiembra del césped de la nueva temporada".

"Sería, por tanto, una ventana bastante pequeña para estos eventos", aseguran. En los últimos años se han celebrado ya en el estadio algunos conciertos multitudinarios. Alejandro Sanz, Manuel Carrasco y Guns and Roses, por ejemplo.

El rechazo vecinal

Estos planes de Sevilla y Betis han provocado un fuerte recelo y rechazo entre los vecinos de Nervión, donde se ubica el estadio del Sevilla, y de Heliópolis, donde está el campo del Betis. Tanto unos como otros han enviado al Ayuntamiento documentación y quejas al respecto. Ambos barrios están entre los distritos de mayor poder adquisitivo de la ciudad

Ocho asociaciones de vecinos de Heliópolis reclamaron este mes de septiembre al Ayuntamiento que "no autorice la ocupación del último espacio libre existente en las inmediaciones del Estadio Benito Villamarín". Consideran que la nueva construcción supone "un riesgo para la convivencia, la calidad de vida de los barrios del sur de la ciudad y por una cuestión de seguridad".

Esta construcción, argumentan, "complejizaría la movilidad en el entorno del estadio, el manejo de los asistentes a los partidos y comprometería su seguridad, al colmatarse el perímetro del nuevo estadio, aumentar la presencia de personas por la capacidad de carga de los miles de metros cuadrados edificados y dificultar una teórica evacuación de emergencia, que debe completarse hasta un lugar protegido en un tiempo máximo de ocho minutos, según los estándares de seguridad exigidos".

Por otra parte, para los vecinos, "los usos terciarios previstos, aún muy poco definidos por los promotores, afectarán a la movilidad, a la calidad del aire, y su aprovechamiento anunciado, de 365 días al año, provocaran contaminación acústica, lumínica y una notable pérdida de las condiciones de vida, afectando no solo a los barrios más próximos, como es posible observar los días en los que suceden eventos deportivos". "No queremos un Bernabéu en el sur de la ciudad, solo un estadio de futbol confortable y seguro", afirman.

En el Betis aseguraron a Público que han mantenido "reuniones con los colectivos vecinales de la zona en un proceso de participación ciudadana, explicándoles este cambio de modelo y también escuchando sus propuestas y preocupaciones".

 En Nervión, hasta 28 comunidades de propietarios, que agrupan a unos 2.500 vecinos, se han quejado también ya. Consideran que el proyecto "adolece de un desconocimiento absoluto de la realidad diaria de los residentes" y lamentan la suciedad que generan los días de partido un evento tan multitudinario. Han reclamado amparo al Ayuntamiento y que desde el club se les explique qué está pasando.

"Si tan beneficioso es el proyecto para los residentes se ha echado en falta un mínimo contacto previo con asociaciones vecinales, colegios profesionales o cualquier otro tipo de entidad que hubiera servido de interlocutor de las preocupaciones que desde hace años venimos arrastrando los residentes en la zona", consideran en unas alegaciones a las que ha tenido acceso Público.

"No siempre atraer público y ocio a una ciudad es sinónimo de riqueza y bienestar. Basta para ello con remitirse a las dudas que hoy generan los modelos de ciudades que, con un crecimiento desmedido bajo el amparo de la hipotética riqueza que genera el turismo, están ocasionando verdaderos problemas de convivencia, de tal suerte que ya se están incluso planteando medidas legislativas para poner freno a ese desarrollo, escasamente sostenible y humano".

Evaluación del impacto

Ecologistas en Acción también está en contra de los cambios en el Plan Urbano y sigue con lupa los proyectos de Sevilla y Betis. En estudio tienen, cuando termine la tramitación administrativa, recurrirlo ante los tribunales de lo contencioso. Ecologistas considera que falta un estudio de impacto, que la normativa exige.

Al respecto de este asunto la gerencia de Urbanismo, consideró durante la tramitación del expediente del cambio en el Plan Urbano: "La modificación propuesta no modifica el uso urbanístico de este tipo de instalaciones deportivas, únicamente amplia los usos compatibles (con limitaciones). Dicha compatibilidad de usos se ajustará a los usos pormenorizados ya previstos en la ciudad y no supone un incremento de la edificabilidad ni del aprovechamiento urbanístico de la parcela, por lo que la modificación no produce diferencias en los efectos ambientales generados por el PGOU y por tanto la modificación se considera exenta de Evaluación Ambiental Estratégica".

En un momento de la tramitación de la modificación del Plan Urbano, interviene la Junta de Andalucía y dice al respecto dos cosas. Por un lado esta: "Puesto que se desconocen los usos que se pretenden ampliar y las ubicaciones concretas de esos nuevos usos resulta imposible pronunciarse sobre si la modificación requiere o no evaluación ambiental estratégica simplificada".

Y, por otro, lo deja en manos del Ayuntamiento: "No obstante, el propio [...] Ayuntamiento de Sevilla puede valorar si la modificación propuesta produce diferencias en los efectos ambientales que ya generaba el PGOU (en cuyo caso la modificación estaría sometida a evaluación ambiental estratégica simplificada) o no los produce en cuyo caso estaría exenta".

En una nota colgada en su web, una semana antes de la aprobación en Pleno de la modificación puntual del Plan Urbano, la gerencia de Urbanismo afirma: "Si bien el documento de modificación propuesto está exento del trámite de Evaluación Ambiental Estratégica dado que los nuevos usos a implantar previstos están regulados de manera pormenorizada por el PGOU y no producirán diferencias en los efectos ambientales, sí ha sido sometido previamente a esta aprobación inicial al trámite de consultas previas".

Para Ecologistas, la valoración de los impactos es claramente insuficiente. "Esto puede motivar que la aprobación del plan urbanístico pueda ser anulada en los tribunales", aseguran.

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