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Niñas y mujeres jóvenes sienten que los representantes políticos están muy alejados de sus necesidades

Sólo el 11% de las jóvenes a nivel global y un 5% de las españolas están satisfechas con los tomadores de decisiones. La gran mayoría considera indispensable participar en política, aunque pocas ven factible hacerlo en espacios formales, según un informe de Plan International. 

Participación política de las niñas
Jóvenes participantes en el primer Parlamento de Niñas Africanas, celebrado en julio de 2022 en Lukasa (Zambia). Cedida por Plan International

Tan sólo una de cada diez niñas y mujeres jóvenes (un 11%) a lo largo y ancho del planeta están satisfechas con las decisiones que toman los representantes políticos. La gran mayoría (el 89%), no se sienten representadas en los temas que les afectan o manifiestan que éstos no atienden a sus necesidades. Este divorcio entre las jóvenes y los políticos tiene múltiples causas, pero en ella inciden de forma rotunda los estereotipos de género

No se trata de desidia o desinterés por parte de las mujeres jóvenes. De hecho el 97% de ellas considera que participar en política es importante, un 83% tienen alguna experiencia de participación o compromiso político y 63% manifiesta participar en algún grupo u organización. Pero cuando se topan con la política formal, con los representantes que deciden sobre temas que afectan a sus vidas, la mayoría se ven apartadas y no escuchadas. Así lo refleja el último informe realizado por la organización no gubernamental Plan International Equal Power NOW: niñas, mujeres jóvenes y participación política, presentado a nivel mundial este lunes, unos días antes de que se celebre el Día Mundial de la Niña (11 de octubre). El estudio está basado en una encuesta realizada a unas 29.000 niñas y mujeres de 15 a 24 años procedentes de 29 países y de todas las clases sociales, incluida España. Entre las principales conclusiones destacan que niñas y las jóvenes afrontan importantes obstáculos cuando toman parte acciones políticas y se sienten poco representadas por los y las políticos.

"Las barreras y discriminación que perciben que sufren las mujeres líderes hace que la mitad de las encuestadas piensen que la sociedad no acepta la participación política de las mujeres. Hasta el punto de que el 19% ha sido personalmente convencida de no hacerlo. Además, cuatro de cada diez coinciden en que las mujeres políticas sufren acoso y que son juzgadas por ser mujeres y por apariencia", afirma el informe.

"Creo que todavía existe esa gran cultura de dominio masculino en el sentido de que se piensa que los hombres son más inteligentes que las mujeres, y que a
veces se ríen de las mujeres en posiciones de poder. Creo que eso sigue siendo un problema", manifiesta Juliette, una joven belga de 21 años, una de las encuestadas.

El comentario de la joven no es banal. De hecho existen innumerables ejemplos que confirman esta afirmación. Recientemente saltó a los medios internacionales las críticas a la primera ministra de Finlandia, Sanna Marin, por haber participado en una fiesta privada con amigos, por la que se la acusó de no ejercer su cargo con responsabilidad y de haber consumido drogas. Finalmente fue obligada a probar mediante un test que no había consumido estupefacientes y fue sometida a escarnio público, algo que no ha ocurrido con otros políticos hombres. En nuestro país, ministras como Irene Montero, responsable de Igualdad, está en el ojo púbico y es criticada tanto por su aspecto, sus decisiones frente al ministerio o por temas o bulos que pertenecen más a la esfera privada que a la pública. Otro de los últimos ejemplos es el caso de Francia Márquez, vicepresidenta de Colombia, que ha sido cuestionada e insultada no sólo por ser mujer, sino también por ser negra. 

Si bien se han producido avances en diversos países en las últimas décadas, también se han producido importantes retrocesos que afectan a las mujeres, sobre todo a las más jóvenes. Recientemente la Corte Suprema de Estados derogó la mítica sentencia Roe contra Wade, que había permitido el aborto en Estados Unidos desde los años 70. Un revés que tiene repercusiones internacionales. En la actualidad solo diez países tienen a una mujer como jefa de Estado, 13 como jefas de gobiernos, ellas tienen un 26% de representación en los parlamentos y de éstas,  sólo un 1% de ellas tienen menos de 30 años. En mucha cámaras de representación locales, los índices de participación de las mujeres es, incluso, más bajo. La agencia de las Naciones Unidad para la Mujer (ONU Mujeres), denunció que la pandemia, las guerras, el cambio climático y las crisis económicas habían hecho retroceder los derechos de mujeres y niñas y que de seguir al ritmo actual de avance, las mujeres tardarán 155 años en conseguir la paridad política a nivel mundial

"Nuestra investigación prueba que la participación política de las niñas sigue lejos de ser un derecho garantizado, pero que las niñas son ciudadanas activas que quieren aportar sus ideas y hacer valer su opinión. Su compromiso respecto a los temas que les importan: desde la pobreza y desempleo, hasta los conflictos y la paz, pasando por el cambio climático, o la educación nos muestra su determinación y debería convertirse en una apuesta política para un futuro mejor", asegura Concha López, directora general de Plan International España.

España no es diferente

En nuestro país el panorama no es distinto al que revela el informe internacional. Si bien nueve de cada diez se manifiestan interesadas en la política, solo un 14% piensa que los políticos entienden o tienen en cuenta su punto de vista y algo más de la mitad (51%) consideran que la sociedad aún no ve aceptable la participación política de las mujeres. Apenas un 5% de las jóvenes españolas manifestaron estar satisfechas con las decisiones de sus líderes políticos, lo que está seis punto por debajo de la media global (11%). También en nuestro país es más bajo el porcentaje de las jóvenes que afirman participar activamente en política (el 50%), lo que supone un 13% inferior a la media global y mayoritariamente se ven más cómodas haciéndolo en canales informales que en los que den una más amplia exposición.

El informe destaca la necesidad de actuaciones por parte de las instituciones para incrementar la participación de las mujeres jóvenes en la esfera publica de la participación política. Por ello, este próximo martes, tendrá lugar un evento en el Congreso de los Diputados en el que participarán tanto niñas y mujeres jóvenes y pedirán medidas que lo faciliten. Entre ellas, pedirán a los dirigentes políticos que cumplan con la obligaciones internacionales y que ofrezcan garantías jurídicas para la participación de niñas y jóvenes en la toma de decisiones, así como que los distintos ministerios las incluyan en el seguimiento y evaluación de las políticas públicas, los presupuestos y la legislación. También piden eliminar las barreras de participación de las jóvenes y dotar de recursos a los consejos de participación y a los parlamentos juveniles y otras estructuras que contribuyan a la participación igualitaria y al liderazgo de niñas y jóvenes. 

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