La UE ultima una misión militar en el mar Rojo en la que España no participará
En Bruselas crece la preocupación por las consecuencias que dejan los ataques de los hutíes en la región y en el comercio global.
María G. Zornoza
Bruselas--Actualizado a
Ya hay consenso entre los 27 Estados miembros para establecer una misión militar en el mar Rojo que repela los ataques de los hutíes a los navíos que transitan esas aguas. Ahora, como todo en la UE, llega la parte más complicada: la de cerrar los detalles técnicos sobre su capacidad, alcance, calendario o mandato. Por lo pronto, España mantiene que no participará, aunque el país ya se abre a enviar oficiales de enlace.
España impidió hace unas semanas, aplicando su derecho de veto, que la Unión Europea reconvirtiese la misión Atalanta –llamada a luchar contra la piratería y en la que nuestro país es un importante contribuidor- en la nueva misión de bandera europea para luchar contra los hutíes en el mar Rojo. Con este escenario de fondo, se abrieron dos opciones: crear una nueva misión, lo que llevaría un tiempo demasiado alto del que los europeos no disponen, o echar mano de otra operación ya en marcha. Finalmente, la UE se ha inclinado por la segunda.
Los ministros de Asuntos Exteriores debatirán este lunes extender la misión Agenor
Los 27 ministros de Asuntos Exteriores debatirán este lunes extender la misión Agenor, que opera en el estrecho de Ormuz, al mar Rojo. De la cita no saldrá la fumata blanca final, que se espera probablemente para la próxima reunión del 19 de febrero. Fuentes diplomáticas confirman que al menos seis países han mostrado su intención de participar. Bélgica lo ha anunciado públicamente. España mantiene su negativa, aunque el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha abierto recientemente a enviar oficiales de enlace.
Uno de los flecos pendientes es definir su formato. Es decir, dirimir si tendrá capacidad de ataque o no. Todo parece que así será. Con mandato ejecutivo, las fragatas podrán responder en el mar a misiles, cohetes o drones lanzados por el grupo armado. Algo que, por ejemplo, hace Atalanta con los piratas. Sin embargo, nunca podrán atacar en tierra. "Luchamos contra un actor no estatal que cuenta con grandes capacidades y que tiene el control de una parte importante de Yemen y del mar Rojo. Es muy complejo, pero la voluntad política está ahí", explica una alta fuente europea.
En Bruselas crece la preocupación sobre estos ataques de la milicia respaldada por Irán y su impacto en azuzar la inestabilidad regional y agrietar disrupciones en la cadena de suministro global. "Los hutíes pretenden defender la causa palestina , pero, por ejemplo, están dañando y mucho la economía egipcia", advierten las fuentes citadas.
Tensión en Oriente Próximo
El gran punto fuerte del Consejo de Asuntos Exteriores será, no obstante, la guerra en Gaza, que ya deja más de 25.000 muertos. Los ministros llevarán a cabo el lunes en la capital comunitaria una maratón de reuniones con sus homólogos de Israel, Palestina, Jordania, Egipto y Arabia Saudí.
El objetivo principal será impulsar la solución de los dos Estados, pilar del plan de paz de diez puntos que ha cocinado el equipo de Josep Borrell, jefe de la diplomacia europea. El núcleo pasa por la creación de un Estado palestino conviviendo junto a Israel. Para la UE y Estados Unidos, esta es la única vía posible para ofrecer una perspectiva de dignidad al pueblo palestino, de seguridad al israelí y de paz para ambos.
La sociedad israelí y la palestina están en shock. Bajo estrés y trauma. Absorbidos por la voracidad del presente, nadie o muy pocos hablan ahora del futuro. Pero los europeos creen que es el momento de abonar y preparar el terreno para el día de mañana. Y para ello es imperativo el diálogo con los socios árabes de la región. "Es el momento de hablar sobre los dos Estados y dar horizontes políticos. No hay que esperar a que el conflicto termine; no es demasiado pronto. He visto cómo muchos políticos israelíes han expresado su oposición a esta vía. Pero es muy difícil ver otra solución. El 7 de octubre, Hamás mató la idea de un Estado, al menos para las dos próximas generaciones", analiza una fuente diplomática.
Netanyahu se ha opuesto durante los últimos 30 años a la creación de un Estado palestino
De fondo, hay un elemento que dificulta cualquier avance: el hecho de que, en su peor guerra en décadas, Israel está liderada por el gobierno más ultranacionalista y belicista de su historia. Su mandatario, Benjamín Netanyahu, se ha opuesto durante los últimos 30 años, desde el proceso de paz de Oslo, a la creación de un Estado palestino. Con la guerra actual en marcha, el líder del Likud ha reivindicado su boicot a la solución de los dos Estados.
"El rechazo a la solución de los dos Estados y la negación del derecho del pueblo palestino a tener un Estado son inaceptables. Todo el mundo tiene que reconocer el derecho de los palestinos de construir su propio Estado", ha denunciado Antonio Guterres, secretario general de la ONU, organización que Israel ha declarado non grata.
El malestar en Washington y en Bruselas con la gestión de Netanyahu en la contienda está empezando a asomar. "Os voy a leer algo: Cualquiera que quiera evitar que haya nunca un Estado palestino tiene que apoyar a Hamás. Tiene que transferir dinero a Hamás. Es lo que estamos haciendo. ¿Saben quién dijo eso? El señor Netanyahu, en marzo de 2019 en la Knéset", afirmaba Borrell en el Pleno de Estrasburgo. El viernes, durante un discurso en la Universidad de Salamanca donde fue investido como doctor honoris causa, el diplomático español acusaba al Gobierno israelí de crear y financiar a Hamás para debilitar a la Autoridad Palestina. Estas palabras anticipan este lunes un encuentro con el ministro de Asuntos Exteriores hebreo Israel Katz tenso e intenso.
Por último, los Veintisiete abordarán nuevas sanciones al grupo armado Hamás. Recientemente han metido en su lista negra a su líder político y a otros seis ciudadanos responsables de financiarlo. Sin embargo, la Unión todavía no cuenta con el consenso para castigar a los colonos extremistas y violentos en Cisjordania, un paso que sí han dado países como el Reino Unido o Estados Unidos.
Así, el bloque comunitario afronta los más de tres meses de guerra en Oriente Próximo con palpables divisiones, que han imperado de forma pública y notoria desde el 7 de octubre. El Parlamento Europeo ha pedido esta semana, por primera vez, un alto al fuego inmediato en Gaza con la doble condición de que se elimine a Hamás y se liberen a todos los rehenes. Sin embargo, en las capitales el único consenso que impera es el de mínimos sobre "pausas humanitarias".
*Se ha modificado la información para hablar de Hamás como grupo armado.
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