Crisis nuclearEEUU amenaza a Corea del Norte con "el fin de su régimen y la destrucción de su pueblo"

La tensión entre EEUU y Corea del Norte acaba de aumentar otro escalón más después de que el secretario de Defensa de Estados Unidos, James Mattis, emitiera una dramática advertencia a Pyongyang: "Deje de plantear acciones que conducirían al fin de su régimen y a la destrucción de su pueblo", en referencia a la amenaza de Corea de atacar la base militar de Guan, informa la cadena CNN.

Se trata de la advertencia más elevada de tono desde que ayer el presidente Trump amenazara al régimen de Kim Jong-un con "un fuego y una furia nunca vistos en el mundo" a cuentas de su escalada armamentística nuclear. Pyongyang respondió a Trump esta mañana, aunque no directamente, dejando claro que podía efectuar un ataque a las bases militares estadounidenses en la isla de Guam si Washington decidiera atacar Corea.

"La República Popular Democrática de Corea debe optar por dejar de aislarse y abandonar su búsqueda de armas nucleares", dijo Mattis en su declaración. El secretario de Defensa ha dicho constantemente que prefiere resolver los problemas de los misiles y programas nucleares de Corea del Norte a través de la diplomacia, ya que la acción militar podría producir consecuencias catastróficas.

Entre tanto, Trump hizo gala en su cuenta de Twitter de la capacidad del arsenal nuclear de EEUU, que es "más poderosa que nunca", aunque sentenció que espera no tener que recurrir a él.

"Mi primer mandato como presidente fue renovar y modernizar nuestro arsenal nuclear, ahora es mucho más fuerte y poderoso que nunca", escribió Trump en una aparente referencia a una revisión de las armas nucleares de Estados Unidos que comenzó a principios de este año. "Esperemos que nunca tengamos que usar este poder, pero nunca habrá un momento en que no somos la nación más poderosa del mundo!"

De poco sirven ahora los intentos del secretario de Estado Rex Tillerson de desterrar los temores a una confrontación militar, asegurando a la prensa que no había señales de que el nivel de amenaza de Corea del Norte haya cambiado y que los estadounidenses podían "dormir tranquilos por la noche. "