Este artículo se publicó hace 4 años.
La caída de los partidos tradicionales y otros datos que dejó la primera vuelta en las elecciones en Chile
Repasamos algunos datos que dejó la primera vuelta de las elecciones chilenas del 21 de noviembre, que serán claves para el futuro gobierno del país.
Agencia Regional de Noticias
Santiago De Chile--Actualizado a
Chile cierra el domingo 19 de diciembre un extenso proceso electoral. Estas elecciones son un hito en el sistema político chileno como pocas lo han sido antes y cuyas grandes definiciones surgen en el estallido social de octubre de 2019. Las alianzas conformadas desde entonces, los posicionamientos frente a las protestas y la posibilidad de una reforma constitucional reconfiguraron el escenario político.
Todas las instancias de este ciclo electoral han estado marcadas por estos hechos hasta tal punto que a la segunda vuelta llegaron los candidatos que representan los extremos. Por un lado, con Gabriel Boric para responder a las demandas de los chilenos que se volcaron a las calles, y por otro lado, con José Antonio Kast, para volver al Chile anterior al estallido social.
La caída de los partidos tradicionales
El sistema político de Chile, que solía dividirse en dos bloques bien diferenciados, sufrió una transformación en los últimos 10 años que se consolida en estas elecciones. Las alianzas que tomaron fuerza tras el fin de la sangrienta dictadura de Pinochet en 1990 han perdido votos en el marco de esta transformación, tanto de la derecha como de la izquierda.
En las elecciones presidenciales de 2009 la derecha reunía el 44% de todos los votos y la centroizquierda, el 30%. Sumaban el 74% de los sufragios y casi siete millones de votos entre ambos.
Sin embargo, los datos que dejó la primera vuelta de las elecciones presidenciales de este 2021 son bien diferentes: la derecha consiguió el 13% de los votos y la centroizquierda, el 12%. Acumulan el 25% del electorado y menos de dos millones de votos, ya que la abstención sigue siendo enorme y han aparecido otras fuerzas políticas que han disgregado aún más el voto.
El Partido Comunista fue el partido tradicional más votado
El Partido Comunista (PC) consiguió una votación histórica en las elecciones legislativas. Consiguió un 7,35% de los votos en la Cámara de Diputados, una cifra que no alcanzaba desde el regreso a la democracia en 1990 y que supera el máximo de 6,88% que había conseguido en 1997. De esta manera, el PC se posiciona como el tercer partido más votado en la cámara baja, siendo superado únicamente por partidos no tradicionales cuya votación, se puede presumir, estuvo empujada por sus candidatos presidenciales: el 10,54% del Partido Republicano de José Antonio Kast y el 8,45% del Partido de la Gente de Franco Parisi.
El Partido Comunista consiguió una votación histórica en las elecciones legislativas, con un 7,35% de los votos
En las nueve regiones que eligieron senadores, el PC cosechó un 7,21% de los votos, posicionándose como el partido más votado en la izquierda y la centroizquierda. Este porcentaje está por debajo únicamente del 8,44% que obtuvo en 1997, en siete de estas nueve regiones. En la comparación, es el sexto partido más votado, por detrás de los dos ya mencionados y de tres de los que integran la coalición de derecha Chile Podemos +.
El partido de Sebastián Piñera fue el más votado en el Senado
Renovación Nacional (RN) consolidó en estas elecciones su liderazgo dentro del bloque de la derecha que gobierna actualmente, integrado también por la Unión Demócrata Independiente, que salió debilitada, y Evolución Política, que se fortaleció con los resultados.
El partido al que perteneció el actual presidente, Sebastián Piñera (quien renunció al asumir su primer mandato, en 2010, para simbolizar que pasaba a representar a todos los chilenos), fue el más votado en las elecciones parciales del Senado, al conseguir un 11,8% de los votos.
Fue el partido que obtuvo una mejor votación, pero para RN es el peor resultado desde 1989, cuando reunió 10,8%. En las elecciones al Senado de 2017 había tenido su mejor dato, un 21%.
El gran crecimiento de Kast
La candidatura presidencial de José Antonio Kast había cosechado un 7,9% de los votos en 2017, cuando se presentó como independiente, y en estas elecciones alcanzó el 27,9%, convirtiéndose en el presidenciable más votado. Kast reunió casi dos millones de votos en la primera vuelta, prácticamente cuatriplicando los casi 525.000 que obtuvo en 2017.
Kast reunió casi dos millones de votos en la primera vuelta, casi cuatriplicando los casi 525.000 que obtuvo en 2017
Las encuestas mostraron durante la campaña que la intención de voto del ultraderechista empezó a crecer cuando recibió el respaldo de varios dirigentes de la Unión Demócrata Independiente, el sector más conservador del actual oficialismo, que llevaba como candidato a Sebastián Sichel.
El pobre crecimiento de Parisi
Franco Parisi sorprendió al ser el tercer candidato más votado en la primera vuelta, al obtener un 12,8% de los votos (casi 900.000). Sin embargo, la visibilidad que ha ganado obedece más a la fragmentación del resto del sistema político que a su propio crecimiento.
La primera aventura presidencial de Parisi fue en 2013, cuando el candidato reunió casi 665.500 votos, lo que representó el 10,1% de los sufragios.
Los chilenos usan (mucho) el voto cruzado
Los votantes chilenos utilizan activamente la posibilidad de votar de forma independiente en las elecciones presidenciales y las legislativas.
En el caso del oficialismo, por ejemplo, el candidato Sebastián Sichel consiguió un 12,8% de los votos, pero los partidos que lo respaldaron acumularon, en las legislativas, un 26,6% de los apoyos. Esto implica que más de la mitad de las personas que votaron al oficialismo para las legislativas optaron por respaldar a otro candidato presidencial.
Los votantes chilenos utilizan activamente la posibilidad de votar de forma independiente en las elecciones presidenciales y las legislativas
En el bloque de la centroizquierda la diferencia fue menor: dos de cada tres votantes del Nuevo Pacto Social en las legislativas optaron por respaldar a su candidata, Yasna Provoste, pero uno de cada tres optó por otro presidenciable.
En otros tres casos el balance fue inverso, y el candidato obtuvo una mejor votación que los partidos que los respaldaron en las legislativas. Así, Franco Parisi reunió un 12,8% de los votos y su Partido de la Gente el 8,3%; Gabriel Boric cosechó un 25,8% y la coalición Apruebo Dignidad el 20,3%; y José Antonio Kast consiguió un 27,9% y el Frente Social Cristiano, el 9,9%.
Esto se traduce en que el futuro presidente de Chile no tendrá un respaldo propio en el Congreso, sino que deberá contar con aliados para impulsar sus iniciativas.
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