Este artículo se publicó hace 2 años.
Boris Johnson anuncia su dimisión, aunque quiere mantener el cargo de primer ministro hasta octubre
El primer ministro británico acepta dejar el liderazgo del Partido Conservador tras el aluvión de renuncias en su Ejecutivo, pero quiere mantenerse al frente del Gobierno hasta octubre, hasta que se designe a su sucesor.
Londres--Actualizado a
No ha podido soportar la presión de sus compañeros de partido y finalmente ha dado su brazo a torcer. El primer ministro británico, Boris Johnson, ha aceptado dimitir tras el aluvión de renuncias en su Ejecutivo. La BBC adelantó la noticia a primera hora de la mañana. A las 13.30 horas (hora española), Boris Johnson compareció ante los medios ara confirmar lo que durante toda la mañana había sido un secreto a voces: "Estoy muy triste por abandonar el mejor trabajo del mundo", afirmó Johnson, quien hizo una fuerte defensa de su legado.
Previamante a ese mensaje, Johnson había anunciado su intención de dejar su puesto durante una conversación con el líder del grupo de diputados conservadores sin cartera, Graham Brady, presidente del llamado Comité 1922. Johnson le trasladó que acepta renunciar ahora como líder del Partido Conservador y quedarse al frente de un Gobierno provisional hasta que los conservadores elijan a su nuevo líder en octubre.
Un portavoz de Downing Street, la oficina del primer ministro, anunció por la mañana que Johnson se dirigiría a lo largo del jueves en un mensaje a la nación. En ese mensaje Johnson anunció su renuncia. Su plan es permanecer en Downing Street hasta octubre, cuando el Partido Conservador celebre una conferencia para elegir al nuevo líder. Ahora se abre una carrera por la sucesión entre los tories para ocupar el puesto de Johnson.
Reacciones de la oposición
Sin embargo, no todos en el Partido Conservador están de acuerdo con esta salida escalonada de Johnson. Algunos la ven como "arriesgada" y piden que abandone el Ejecutivo este mismo jueves.
En este sentido, el líder del Partido Laborista británico, Keir Starmer, dijo este jueves que no debe permitirse que Boris Johnson se "aferre" al Gobierno de manera interina y amenazó con presentar una moción de censura para desalojarlo del poder por la fuerza.
Johnson, que ha defendido en todo momento su gestión al frente del Gobierno, fue sometido a principios de junio a una moción de censura interna de la que salió airoso a pesar de que la oposición e incluso destacados miembros del Partido Conservador insistieron insistido abiertamente en que debía renunciar al cargo.
Antes de irse, Johnson ha designado este mismo jueves a nuevos ministros para llenar las plazas vacantes antes de anunciar su esperada dimisión, según confirmó Downing Street, su residencia y despacho oficial. Entre estos nombramientos figura el de Greg Clark como nuevo ministro de Cohesión Territorial tras el despido de Michael Gove, el de James Cleverly como titular de Educación y el de Kit Malthouse como responsable del ministerio del Gabinete.
En cualquier caso, el anuncio de dimisión de Johnson llega después de una cascada de dimisiones –57 en concreto–, desatada el pasado martes tras la renuncia de los titulares de Economía, Rishi Sunak, y Sanidad, Sajid Javid, que se prolongó a lo largo del miércoles y de este jueves por la mañana.
Solo minutos después de que se conociera la noticia, la nueva ministra de Educación, Michelle Donelan, había dimitido tras solo 36 horas en el cargo, y el nuevo ministro de Economía, Nadhim Zahawi, le había pedido que "se fuera ya".
De las 57 renuncias, seis corresponden a miembros del Consejo de Ministros, 22 secretarios de Estado, 22 secretarios parlamentarios, cuatro enviados de comercio y tres vicepresidentes del Partido Conservador. Con estas dimisiones, a Johnson le resultaba cada vez más imposible contar con suficientes diputados conservadores leales a él que pudieran aceptar las vacantes dejadas por los dimisionarios.
Un poder erosionado por varios escándalos
A solo 16 días de alcanzar los tres años como primer ministro, la de Johnson sería una de las estancias más cortas en Downing Street desde el año 1900. Su mandato ha estado marcado por la gestión y los escándalos.
La reputación de Johnson se vio especialmente dañada con el escándalo conocido como Partygate, las fiestas celebradas en la sede del Gobierno, en las dependencias de Downing Street, durante la pandemia y las restricciones. Johnson llegó a celebrar su cumpleaños el 19 de junio de 2020 con una fiesta en Downing Street a la que asistieron unas 30 personas, a pesar de que las reuniones sociales en interiores estaban prohibidas en aquel momento.
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