El Papa no ha aceptado la dimisión del cardenal francés y arzobispo de Lyon, Philippe Barbarin, condenado a seis meses de cárcel con suspensión de pena por encubrir abusos sexuales cometidos contra menores. Lo ha hecho a pesar de que el 21 de febrero pidió "medidas concretas y efectivas" para evitar abusos sexuales en la Iglesia. En todo caso, la diócesis de Lyon queda a partir de ahora en manos del vicario general, Yves Baumgarten, por decisión del propio Barbarin.

El cardenal Barbarin decidió retirarse por un período de tiempo y pedir al sacerdote Yves Baumgarten, vicario general, que asuma el liderazgo de la diócesis", ha señalado Alessandro Gisotti, director interino de la Oficina de prensa del Vaticano.

Asimismo, ha añadido que la Santa Sede reitera su cercanía a las víctimas de abuso, a los fieles de la Arquidiócesis de Lyon y de toda la Iglesia de Francia que están experimentando un momento "particularmente doloroso".

El Papa Francisco ha decidido posponer de esta manera su decisión sobre la renuncia de Barbarin. Está previsto que en las próximas semanas se haga pública la sentencia del tribunal de apelación sobre recurso presentado por los abogados del purpurado francés.

El cardenal Barbarin, que no cumplirá la pena por haber sido suspendida, ha sido condenado por silenciar dos casos distintos de agresiones sexuales cometidas contra jóvenes entre 1986 y 1991 por el sacerdote Bernard Preynat, quien estuvo en activo hasta agosto de 2015, y finalmente reconoció los hechos. Barbarin, arzobispo de Lyon desde 2002, siempre ha negado las acusaciones, pero ha admitido que en la diócesis se cometieron "errores en la gestión y nombramiento de ciertos sacerdotes".