BBVA anunció el lunes un caída del 9,8% en su beneficio neto del primer trimestre debido a la depreciación de la lira turca y a unas mayores provisiones por deterioro de valor en Estados Unidos, factores que no pudieron ser neutralizados por el sólido desempeño en México, el principal mercado del banco español.

La entidad dijo que el beneficio entre enero y marzo se situó en 1.160 millones de euros, ligeramente por encima de la media de un sondeo de analistas de Reuters de 1.150 millones de euros.

El margen de intereses de BBVA subió un 3% a 4.420 millones, pero cayó un 5,8% respecto al cuarto trimestre de 2018. La cifra estuvo en línea con las estimaciones de los analistas. Los tipos de interés ultra bajos, la fuerte competencia en el mercado de crédito español y el impacto negativo de las nuevas normas contables internacionales afectaron a los márgenes del banco.

El margen neto se impulsó un 10,2%, hasta 3.147 millones de euros, como resultado de la "positiva" evolución de la parte alta de la cuenta de resultados y al foco constante en la reducción de costes.

Al igual que su rival Santander, BBVA obtiene la mayor parte de sus beneficios en el extranjero, un modelo que ayudó al grupo a contrarrestar la doble recesión que sufrió la economía española en los años de la última crisis. Sin embargo, el reciente deterioro económico y la inestabilidad política en Turquía han mermado la rentabilidad del grupo.

En Turquía, su cuarto mercado y generador de alrededor del 10% del resultado, el beneficio neto cayó un 29% a 142 millones de euros. La lira se derrumbó casi un 30% en 2018 por una crisis monetaria que arrastró a la economía turca a una recesión. En lo que va de año, se ha devaluado otro 10%.

Por áreas geográficas, México continúa siendo el mercado que más aporta a los resultados atribuidos del grupo. La región obtuvo un beneficio neto de 627 millones de euros en el primer trimestre de 2019, un 4,7% más en euros constantes y un 10,6% más en corrientes.

El consejero delegado de BBVA, el turco Onur Genç, en la presentación de los resultados anuales de la entidad. EFE

Las métricas de calidad crediticia, de su lado, se mantuvieron estables, de modo que la tasa de mora cerró en marzo al mismo nivel que en diciembre (3,9%), a la vez que la tasa de cobertura mejoró hasta el 74%, un punto porcentual más que en el mismo periodo del ejercicio precedente.

La ratio de capital CET 1 fully loaded, que mide la solvencia de un banco, se situó en el 11,35%. Este nivel incluye todo el impacto de la norma contable NIIF 16, que entró en vigor a principios de año. El banco se acerca así a su objetivo de situar esta ratio en un rango de entre el 11,5% y el 12%.

El negocio no se ha visto afectado por el caso Villarejo

En la presentación de resultados,  el consejero delegado de BBVA, el turco Onur Genç, ha rechazado arrojar luz sobre el caso Villarejo, limitándose a decir que es un proceso que se encuentra judicializado y que eso condiciona su capacidad de proporcionar alguna novedad sobre la propia investigación que el banco lleva a cabo.

Genç ha insistido en que BBVA está colaborando activamente con la Justicia y cuidando los intereses del banco, tras ser preguntado en varias ocasiones por el caso Villarejo, por el que se vincula a la entidad durante el mandato de Francisco González con el excomisario encarcelado José Manuel Villarejo.

A la vez que ha rendido cuentas con el mercado, el banco ha informado sobre el nombramiento de José Miguel Andrés Torrecillas como vicepresidente del consejo de administración, siendo sustituido como consejero coordinador por Juan Pi Llorens.

El número dos del banco azul ha explicado que Torrecillas fue apoyado en su reelección como consejero con un 99% de los votos en la última junta general de accionistas y ha negado que el cambio tenga que ver con el caso que investiga presuntas actividades ilícitas contratadas por el banco a la compañía de detectives privados Cennyt. "Si se va de la comisión de auditoría y de la presidencia de las comisiones, quiero dejar muy claro que es por la ley y al regulación del banco, que establece que este cargo se debe cambiar cada cuatro años", ha remarcado el banquero.

Genç también ha asegurado que el negocio bancario del grupo en España no se ha visto afectado de forma directa ni relevante por las investigaciones en curso. "Claramente no hemos identificado ningún impacto directo ni relevante en nuestro negocio", ha precisado.

El consejero delegado de BBVA, además, ha asegurado que el banco está abierto a estudiar cualquier oportunidad de fusión que surja siempre y cuando tenga encaje estratégico y aporte valor para sus accionistas.

Genç ha explicado que el entorno de tipos de interés negativo, las cada vez mayores exigencias de capital y regulatorias, o los cambios de hábitos de lo clientes que hacen necesarias unas mayores inversiones en transformación podrían llevar a una mayor consolidación del sistema bancario español.

En este sentido, aunque ha remarcado que el enfoque principal de BBVA es seguir creciendo mediante la vía orgánica, adaptando su red de distribución e interacción con los clientes, y mejorando la calidad de sus servicios, no quiere decir que no pueda considerar una oportunidad en caso de ésta surja.