La OCDE rebaja una décima su previsión de crecimiento para España en 2023 y 2024 y reclama más ajustes
El organismo estima ahora que la economía española crecerá un 2,4% este año y el 1,4% en 2024. Prevé un rebote para 2025 de en torno al 2% y pide al Gobierno ajustar el gasto en áreas "menos prioritarias".
Madrid--Actualizado a
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha revisado una décima a la baja su previsión de crecimiento para España en 2023 y en 2024, que estima ahora en el 2,4% y el 1,4%, respectivamente. Para el año 2025, el organismo internacional pronostica un rebote de la actividad y anticipa que el Producto Interior Bruto (PIB) crecerá en torno en torno al 2%.
A pesar de la revisión a la baja, España continuará creciendo sensiblemente por encima de la media de la eurozona, cuyo PIB aumentará un 0,6% este año, un 0,9% el siguiente y un 1,5% en 2025.
La demanda interna será el principal motor del crecimiento estos años, aunque la OCDE anticipa una moderación del crecimiento del consumo privado y la inversión por las estrictas condiciones financieras –los altos tipos de interés– y la inflación persistente en 2024, antes de que la economía repunte en 2025.
"El endurecimiento de la política monetaria está influyendo en la actividad", resume en su informe, donde destaca el endurecimiento de los préstamos a empresas y consumidores y el aumento del coste de los mismos para todos los sectores. En este sentido, la OCDE recuerda que, al basarse el 70% de las hipotecas en tipos variables, "los hogares están muy expuestos al aumento de los tipos de interés", puesto que el 70% de las hipotecas se basan en tipos variables.
Asimismo, la OCDE también advierte de que la demanda externa respaldará menos el crecimiento que en años anteriores y apunta que el crecimiento de las exportaciones y las importaciones ha bajado en los últimos trimestres a medida que la actividad en los principales socios comerciales de España ha disminuido.
En cuanto al empleo, el análisis de la OCDE destaca la robustez demostrada por el mercado laboral y anticipa que la tasa de paro bajará este año al 12% desde el 12,9% en 2022, manteniéndose estable el próximo año y reduciéndose al 11,8% en 2025.
La OCDE confía en que la esperada disminución gradual de las presiones inflacionarias, junto con la resiliencia del mercado laboral y el despliegue de proyectos en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) apoyarán el crecimiento en 2025.
En cualquier caso, avisa de que las perspectivas están rodeadas de riesgos importantes, incluyendo una mayor escalada de los conflictos geopolíticos que impulsara los precios de la energía y la inflación, empeorando las perspectivas económicas de los principales socios comerciales de España.
Las nuevas previsiones de la OCDE para España confirman la expectativa de que la inflación armonizada este año se situará en el 3,5%, con un repunte al 3,7% en 2024, para moderarse sustancialmente en 2025 al 2,3%.
Pide más ajustes
Respecto de las cuentas públicas, si bien la OCDE reconoce en sus proyecciones la tendencia a la baja del déficit fiscal, advierte de que "se necesita una consolidación fiscal más fuerte y sostenida" para mantener la deuda pública en una senda descendente y crear espacio para gastos relacionados con el envejecimiento y que mejoren el crecimiento.
De este modo, ha mejorado sus pronósticos de déficit público, que cerrará este año en el 3,6% del PIB para reducirse en 2024 al 3,2% y al 3,1% un año después, cuando hace un mes anticipaba un desequilibrio negativo del 3,8% en 2023 y del 3,5% en 2024.
En este sentido, espera que la mayoría de medidas para combatir el aumento del coste de la vida finalicen en diciembre de 2023 y que los recortes de impuestos a la energía y los alimentos se eliminen gradualmente en la primera mitad de 2024.
De este modo, si bien para el secretario general de la OCDE, Mathias Cormann, resulta totalmente apropiado que un Gobierno electo decida aumentar el gasto en áreas que considera prioritarias sería adecuado compensarlo con ajustes en otras consideradas menos relevantes.
"Es una cuestión de reequilibrio", ha subrayado Cormann, subrayando que "es enteramente apropiado e importante que los gobiernos electos implementen su agenda", pero advirtiendo también de la importancia de "compensar cualquier aumento en el gasto en prioridades más altas con reducciones en el gasto en áreas comparativamente de menor prioridad".
Asimismo, la economista jefe de la OCDE, Clare Lombardelli, ha recomendado al Ejecutivo español realizar revisiones del gasto y más análisis del coste-beneficio de las medidas, mientras que en cuanto a los ingresos, considera que España podría hacer más en materia de elusión fiscal, recaudación de impuestos, uso de métodos electrónicos y también ampliar las bases para el IVA y los impuestos medioambientales.
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