El Juzgado de lo Social número 1 de Cáceres ha estimado la demanda interpuesta por un trabajador que sufrió una angina de pecho justo tras comunicarle que iba a ser despedido de su puesto de trabajo y ha declarado que la incapacidad temporal del empleado deriva de accidente de trabajo, según ha comunicado en una nota de prensa la Oficina de Comunicación del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura.

Este trabajador llevaba como dependiente de una empresa textil desde el año 1995 y fue el 28 de febrero del 2020 cuando la empresa convocó a sus empleados para comunicarles que algunos de ellos —entre ellos él— serían despedidos por causas económicas, objetivas y de producción.

El trabajador tuvo que acudir a un centro de salud acompañado de su esposa al terminar su jornada porque sentía dolor torácico y, tras su visita al centro de salud, tuvo que ser derivado al hospital de Plasencia en el que se quedó ingresado. Además, su diagnóstico era claro: "Angina de pecho tras cuadro de ansiedad por problemas en el trabajo", con una duración prevista como "larga".

Ahora, de este accidente laboral, debe responder la mutua y, de modo subsidiario, el Instituto Nacional de la Seguridad Social y la Tesorería General de la Seguridad Social.

El abogado laboralista Víctor Llanos explica que este tipo de sentencias son muy positivas para que los trabajadores y las empresas se den cuenta de que existen más accidentes laborales que los que normalmente se imaginan y son más comunes que aparezcan en los los medios de comunicación, como por ejemplo las caídas.

"Empezamos a ver que los accidentes de trabajo no son únicamente lo que tenemos en mente como una explosión o que una máquina atrape a un trabajador. Los accidentes de trabajo también tienen una dimensión física y psicológica. Es decir, que ante una situación de estrés o de ansiedad, el trabajador puede desarrollar consecuencias físicas, como es el caso. De la misma forma, la sobrecarga de trabajo o el no tener tiempo para nada, también deriva en ansiedad y puede generar problemas físicos", cuenta.

Por otra parte, Llanos explica que es frecuente encontrarse a personas muy afectadas psicológicamente por haber sido despedidas. "Yo veo trabajadores muy afectados psicológicamente por los despidos y también físicamente porque somatizan la ansiedad y el estrés", asegura.