Este artículo se publicó hace 3 años.
Las eléctricas ganan 700.000 euros por hora mientras se blindan contra la tormenta de precios
Las tres grandes compañías del oligopolio cierran los nueve primeros meses del año con unos resultados conjuntos superiores a los previos a la pandemia al tiempo que se aprovisionan de contratos y suministros para garantizarse un margen de maniobra y la e
Zaragoza--Actualizado a
La tormenta de precios alcistas de la electricidad está afectando poco en la práctica a las cuentas de resultados de las grandes compañías eléctricas españolas, que han cerrado el balance de los nueve primeros meses de este año con unos resultados prácticamente similares a los del mismo periodo del año pasado y superiores, incluso, a los que venían registrando en los ejercicios previos a la pandemia: Endesa, Iberdrola y Naturgy siguen ganando con el conjunto de sus operaciones más de 700.000 euros netos por hora, sin que el cuadro de volatilidad o de especulación (según el analista) de los últimos meses esté resultando dañina para sus negocios, como tampoco lo fuera antes el descenso de la demanda.
Según los informes de resultados que en las últimas semanas han ido remitiendo a la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores) esas tres compañías, sus beneficios conjuntos entre enero y septiembre de este año suman 4.790 millones de euros, 2.408 en el caso de Iberdrola, 1.459 en el de Endesa y 777 en el de Naturgy, un registro muy cercano a los 4.682 de 2020 y netamente superior a los de los cinco años anteriores.
Esos informes de las compañías también advierten de que la tendencia al alza de los precios mayoristas, que está afectando de una manera especialmente intensa a los hogares más vulnerables, cuyas tarifas tienen mayores vinculaciones que las del mercado libre a esas oscilaciones como consecuencia del disparatado sistema de subastas que se aplica en España, se va a mantener.
La que con mayor claridad lo pronostica en Endesa, que recoge cómo el precio de la electricidad al por mayor ha pasado de los 31,9 euros por megawatio por hora de los nueve primeros meses del año pasado a los 78,5 de este, una subida del 146% que resulta inferior a las registradas en Francia (147%), Alemania (150%) y Reino Unido (193%) pero que las subastas de futuros van a disparar hasta los 101,4 en lo que queda de año.
La compañía eléctrica calcula que las cotizaciones mayoristas seguirán subiendo hasta una media de 111 euros el año que viene para comenzar bajar a partir de 2023, cuando caerían a 70 antes de bajar a 53,5 en 2024.
Ese último promedio, de casi la mitad que el de este año, sería, no obstante, netamente superior (+57%) al de 34 con el que se cerró 2020.
Los precios alcistas gravan unas líneas de negocio y lanzan otras
La evolución de cada una de las empresas es distinta como también lo es su modelo de negocio, aunque mantiene algunos rasgos comunes como una potente movilización de más de 40.000 millones de euros en nueve meses para garantizarse unos abastecimientos con los que blindar su actividad frente a la tormenta de precios.
Al mismo tiempo, todas presentan con unos rasgos que oscilan entre la épica y el patetismo algo tan inherente a los negocios como es el riesgo: el encarecimiento de algunos suministros, como la energía al por mayor, reduce los márgenes en determinadas líneas de negocio como los contratos de precio fijo al por menor aunque, de manera simultánea, los mejora en otros; caso este último, obviamente, de las ventas que realizan en ese mismo mercado mayorista.
La presentación de Iberdrola resulta paradigmática en este sentido. La eléctrica asegura que cuenta con las "compras [de energía] para 2021-22 ya cerradas o cubiertas, protegiendo de las tensiones actuales en las cadenas de suministro y del entorno de precios", al mismo tiempo que tiene el "96% de la producción en España y Reino Unido ya vendida para 2022".
Tampoco es que le esté yendo mal del todo este año, en el que los ingresos han crecido con mayor fuerza de la que han requerido las necesidades de aprovisionamiento: 3.750 millones de euros por 3.007.
Iberdrola dispone de algunas ventaja competitivas como el hecho de generar algo más de dos tercios de la energía que vende, 46,5 millones de megaawatios de 68,7 en lo que va de año, o que casi la mitad de ese volumen (22) sea de fuentes renovables, que exigen fuertes inversiones en el arranque pero se amortizan con rapidez y tienen menores costes de producción que otras tecnologías.
Algunas paradojas de un negocio multimillonario
Eso lleva a situaciones aparentemente paradójicas como que el margen bruto que le dejan sus renovables en España crezca "significativamente (+89,4%) hasta 1.575,9 millones, gracias a la mayor producción" junto con "un mayor precio de venta al negocio comercial consecuencia del aumento de precios" y a que, paralelamente, ese mismo margen caiga en la venta al por menor de energía un 25% por el "incremento de los costes de aprovisionamiento, fruto principalmente de la evolución de los precios del gas y del CO2 , con la producción ya vendida a precios fijos".
La situación es similar para Endesa, más dependiente de los mercados mayoristas al generar poco más de la mitad de la energía que vende, algo que ha disparado el coste de sus compras de electricidad para abastecer al mercado español un 43%, hasta alcanzar los 3.844 millones de euros.
Ese incremento de costes alcanza los 1.163 frente a los nueve primeros meses de 2020, un registro que prácticamente queda enjugado con el aumento de 1.067 en las ventas cuyo grueso (567) se concentra en las transacciones cerradas en el mercado mayorista, al que se añaden sendos avances de 369 y de 317 en, respectivamente, los mercados regulado (más castigado por la tormenta y por lo tanto de tarifas más alcistas) y libre.
Naturgy, que por otro lado cuenta con una potente división de gas, advierte de que los resultados de estos primeros nueve meses del año "no son indicativos de la evolución esperada del negocio para el resto del año y no deben ser extrapolados debido a los cambios regulatorios en España y la volatilidad en los mercados internacionales de gas".
A eso le añade que su línea de comercialización de energía se ha visto "impactada por contratos con clientes finales que no siempre reflejan el aumento de los precios del gas y la electricidad en los principales hubs". En cualquier caso, su volumen de negocio crece en una cuantía superior al crecimiento que registran sus costes (3.238 millones por 2.991).
Completa el bloque de las grandes compañías del sector eléctrico español la semipública Red Eléctrica, que vuelve a revelarse como un negocio redondo: 550 millones de beneficio neto con una facturación de 1.465, una rentabilidad hasta cinco veces superior a la que obtienen las empresas del oligopolio.
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