La sequía persistente que afecta a Catalunya desde hace tres años ha acelerado las inversiones para mejorar o construir nuevas desaladoras y potabilizadoras para aprovechar al máximo el agua de los caudales de los ríos. Entre estas encontramos las dos nuevas desaladoras de la Tordera y del Foix, que ya tienen calendario y presupuesto. Lo han acordado David Mascort, conseller de Acción Climática, y Teresa Ribera, ministra de Transición Ecológica, en una reunión celebrada este lunes en Barcelona tres días después de la declaración de emergencia en el sistema Ter-Llobregat. 

La voluntad del Ministerio español y el Gobierno catalán es licitar la ampliación de la desaladora de Blanes -que pasaría de 20 a 80 hm3- este año, empezar las obras en 2025 e inaugurarla en 2028. En el caso de la planta del Foix, entre los términos de Cubelles y Cunit, se inauguraría un año después y sería una realidad en el 2029, cuatro años antes de lo previsto, según el titular de Acció Climàtica. 

La de Foix, después de las obras, tendría que producir hasta 20 hm3 de agua desalinizada y daría servicio tanto a las redes de Aigües Ter Llobregat (región metropolitana de Barcelona) como a la del Consorcio de Aguas de Tarragona (CAT). "Es una buena noticia para el país", ha dicho Mascort en una rueda de prensa tras el encuentro con Ribera. Por lo que respecta al presupuesto, el Estado aportará 500 millones provenientes de los fondos europeos Next Generation a través de la empresa pública Acuamed.

La Generalitat pagaría el transporte del agua en barco

Durante el encuentro Estado-Generalitat, también se ha analizado la posibilidad de llevar agua desalinizada desde Sagunto, en el País Valencià. En este sentido, Mascort ha detallado que sería una opción de cara al verano en caso de que fuera necesario. La titular de Transición Ecológica ha explicado que se trata de una planta inaugurada en 2009 con una capacidad de producción de 8,4 hm3 y que depende de Acuamed, empresa pública que depende del ministerio. "No compite con otros usos locales", ha dicho Ribera. 

Los barcos llegarían al Port de Barcelona y la medida podría activarse a partir del mes de junio y permitiría transportar, como mínimo, un barco al día, cargado con hasta 20.000 metros cúbicos de agua. El Estado asumiría el coste de producción del agua y el Govern el transporte en barco. La ministra también ha dicho que el sábado comunicó al presidente del País Valencià, Carlos Mazón, la intención de traer agua en barcos desde la desalinizadora situada en Sagunto hasta Catalunya para paliar la escasez de recursos hídricos, una solución que ve como la "técnicamente más sencilla y viable".