Muere la cantante del 'Achilipú'

BARCELONA.- La artista Dolores Castellón Vargas, conocida como La Terremoto y autora de la canción Achilipú, ha fallecido este domingo a los 80 años en el Hospital General de Valencia, donde permanecía ingresada desde hace más de veinte días.

El hermano y guitarrista de la artista, Juan José Castellón Vargas, ha explicado que Dolores Vargas, será enterrada este lunes en el cementerio de Xirivella (Valencia), donde vivía con su hija desde hace unos veinte años.

La cantante superó una leucemia pero volvió a recaer con más fuerza y el cáncer se le extendió a los huesos, lo que le obligó a varios ingresos hospitalarios. El último fue hace cerca de veinte días y no pudo superarlo.

Nacida en Barcelona el 16 de mayo de 1936, la Terremoto fue una de las principales renovadoras de la rumba catalana, junto con el Pescadilla o Peret. Fue Achilipú, en 1970, la canción que le dio su mayor éxito y por la que más se la recuerda

La rumba, compuesta por Felipe Campuzano, Joaquín Alfonso Navas y su marido, José Castellón, sonó con furia en la España en blanco y negro de los años 70. Grupos como Las Grecas, Seguridad Social o la Orquesta Platería incluyeron versiones del tema en su repertorio.

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Comenzó su trayectoria profesional junto a su hermano Enrique Castellón Vargas, conocido como el Príncipe Gitano, y en 1951 grabó su primer disco, que incluía María Mercé y Las chufliyas de ti-qui-tí. También junto a su hermano debutó en el Teatro Calderón de Madrid en el espectáculo Su alteza, el pirata, que éste protagonizaba.

Durante su carrera se prodigó en espectáculos musicales con temas como La sangre morena (1962), El tío, tío (1963) y Caracoles, twist (1963), y también hizo sus pinitos en películas como Veraneo en España (1956), protagonizada por Paco Martínez Soria. En su repertorio también destacan los temas La Moto, Porom Pompero, La Piragua, Macarrones y Se va a Covadonga.

En 1974, la Terremoto estuvo a punto de representar a España en el Festival de Eurovisión, pero finalmente el elegido fue otro maestro de la rumba, Peret, con la canción Canta y sé feliz.

Tras la muerte de su marido, José Castellón, en los años 80 la Terremoto se retiró de los escenarios y abandonó el mundo del espectáculo. Sólo cantaba en la iglesia, a pesar de que, según su hermano, le ofrecieron "contratos millonarios e incluso cantar con Peret".