Madrid
La primera vez que el vallenato de Carlos Vives sonó en territorio peninsular fue en 1994, en Oviedo. Aquel año las fiestas de San Mateo se celebraron por todo lo alto en la plaza de toros de la localidad. Vives compartió cartel con Víctor y Ana, los Celtas Cortos, María del Monte y los mismísimos Ramones, quienes dieron, ese 21 de septiembre, el que sería su último concierto en España, a 500 pesetas la entrada.
“El vallenato produce ganas de bailar y de moverse” -declaraba entonces el músico- “España tiene mucho sabor y seguro que lo van a gozar”; y vaya que si lo hicieron. En esos veintitrés años, el artista de Santa Marta (Colombia), ha aprovechado cualquier ocasión para cruzar el charco y mezclar sus temas nuevos con el recuerdo del indio chumeca Lorenzo Morales que, con 37 hijos a sus espaldas, fue uno de los máximos exponentes del vallenato: Moralito, como le llaman en ‘La gota fría’, la popular versión que retomó Vives para recordar la historia de aquel acordeonista que, en Urumita, se picó en un duelo musical con otro hombre y, como siempre, la historia la escribió el vencedor
Cantar vallenato subido a una bicicleta
Esa era su canción más conocida hasta que llegó ‘La bicicleta’, el tema que canta con otra famosa compatriota y que cuenta con más de 900 millones de visualizaciones en Youtube. “Cuando le mostramos mi nuevo disco a Shakira le encantó ‘La bicicleta’, decidió colaborar en ella y eso le dio cierto kilometraje”. Reconoce abiertamente que la presencia de la colombiana acercó su música a otros públicos más masivos –“a otros mercados”, afina- que le llevaron a colgarle la medalla –o sambenito- de canción del verano.
Precisamente, el éxito arrollador del súper hit le obligó a retrasar la salida de su nuevo disco, que lleva por título su apellido, ‘Vives’, y que se publicará el próximo mes de octubre. Cuenta a ‘Público’ que nunca pensaba que alcanzaría tal repercusión aunque ya notó que esa canción tenía algo especial: “Es un vallenato, no hay que olvidarlo, lo que pasa que la hemos revestido de un sonido urbano” por no decir comercial, más cercano a la música que prodiga Shakira. “Yo trato de hacer canciones con sentimiento, con esos ritmos que me gustan, con esos mensajes que quiero, y dejo para la discográfica la selección de los singles que pueden funcionar mejor en las radios”, sigue el samario -gentilicio de su ciudad natal, Santa Marta, la perla del caribe colombiano-.
“En mi tierra nos parecemos mucho a los canarios o los andaluces”, lanza. La mezcla de cultura africana fuertemente arraigada junto a la rica herencia indígena “hace que se nos mezclen muchas alegrías, nos hace muy expresivos”. Y también muy diferentes a otras zonas por las que está llevando este año su gira, como EEUU o Canadá. “Me identifico mucho más con el sur de España, claro, somos más naturales, hablamos fuerte”, asegura entre risas, al otro lado del teléfono.
Paz y música para Colombia
‘La bicicleta’ se adelantó al verano y se estrenó el pasado mes de mayo. Desde entonces al evidente éxito cosechado le han acompañado denuncias por presunto plagio. El músico cubano Livam Castellanos los llevó a los tribunales acusados de copiarle la letra de su canción ‘Yo te quiero tanto’, a lo que el colombiano respondió que esta declaración de amor no tiene dueño, de momento.
Vives prefiere los mensajes conciliadores: “En Colombia, las diferencias culturales se ponen de acuerdo con nuestra música y creo que en España pasa algo parecido”, dice a ‘Público’. De ahí que el eslogan que predica en su gira mundial –que estos días pasa por el Estado- sea ‘La fiesta de todos’. El músico además se congratula de los avances de su país hacia la paz. Cada esfuerzo cuenta para hacer un país más habitable, reafirma. Incluso a pesar de su historia reciente. “Siento un alivio muy grande al saber que un movimiento guerrillero como las FARC dejan las armas; es maravilloso pensar en todo lo que se puede hacer aquí con el conflicto terminado”.
Vives pinta el futuro de su tierra con la esperanza de una nueva etapa, todavía en construcción, en la que se abran al turismo esas zonas antes aisladas por la guerrilla. Para el artista caribeño, la paz también va a traer mayor prosperidad económica; él ya lo nota en el negocio que regenta en su ciudad, que incluye un restaurante, un teatro y un estudio de grabación en el que emplea a más de 40 personas. “Yo veo que a mi barrio cada vez viene más gente”, opina. “Es una bendición sentir que el país está cambiando”.
¿Te ha resultado interesante esta noticia?
Comentarios
<% if(canWriteComments) { %> <% } %>Comentarios:
<% if(_.allKeys(comments).length > 0) { %> <% _.each(comments, function(comment) { %>-
<% if(comment.user.image) { %>
<% } else { %>
<%= comment.user.firstLetter %>
<% } %>
<%= comment.user.username %>
<%= comment.published %>
<%= comment.dateTime %>
<%= comment.text %>
Responder
<% if(_.allKeys(comment.children.models).length > 0) { %>
<% }); %>
<% } else { %>
- No hay comentarios para esta noticia.
<% } %>
Mostrar más comentarios<% _.each(comment.children.models, function(children) { %> <% children = children.toJSON() %>-
<% if(children.user.image) { %>
<% } else { %>
<%= children.user.firstLetter %>
<% } %>
<% if(children.parent.id != comment.id) { %>
en respuesta a <%= children.parent.username %>
<% } %>
<%= children.user.username %>
<%= children.published %>
<%= children.dateTime %>
<%= children.text %>
Responder
<% }); %>
<% } %> <% if(canWriteComments) { %> <% } %>