Defensa busca por aire y mar a los tres militares desaparecidos porque no descarta que sigan vivos

MADRID.- Defensa continúa buscando a los tres militares desaparecidos que se estrellaron a bordo del helicóptero del Ejército del Aire en el océano Atlántico. El Ministerio ha dispuesto de buzos, robots submarinos y un helicóptero para buscar tanto dentro del mar como en la superficie del océano. De hecho, Defensa no descarta ninguna hipótesis. Que estén vivos o muertos. Tampoco que hayan sido secuestrados. 

Fuentes del Ministerio de Defensa han señalado a Público que se están barajando "todas las hipótesis posibles, incluida la del secuestro". Según han explicado estas fuentes, no hay una idea que tenga "más fuerza que otra" y, de hecho,  los equipo de búsqueda están trabajando desde el aire, la superficie del mar y también en la profundidad del océano "porque no se descarta nada".  

Asimismo, estas fuentes indican que este domingo un sónar "muy potente" con una capacidad de 6x6 millas está rastreando toda la zona con la ayuda de 14 submarinistas y dos submarinos con el objetivo de poder localizar la cabina del helicóptero y comprobar que los militares no quedaron atrapados en su interior. 

Esta mañana un sónar "muy potente" está rastreando toda la zona con la ayuda de 14 submarinistas y dos submarinos

En el dispositivo de búsqueda preparado por Defensa también se encuentra el buque Olympic Zeus, especializado en trabajos submarinos y contratado actualmente por el Ministerio de Fomento para vigilar los posibles vertidos del pesquero ruso hundido Oleg Naydanov. Los robots submarinos de este buque permiten que se trabaje durante las 24 horas, mientras que diez buceadores de la Armada exploran de forma permanente durante las horas de luz, se indica en un comunicado.

También Marruecos ha aportado dos patrulleras para dar seguridad a las operaciones de salvamento, un avión Defender de la fuerza aérea y un helicóptero Puma. La búsqueda se realiza en el punto donde fue localizada la baliza de emergencia del helicóptero, hundido el pasado jueves a unos 40 metros de profundidad y a unas 40 millas (74 kilómetros) de la costa del Sahara.