Los menores migrantes en Ceuta, en alerta por su situación de vulnerabilidad y precariedad

A gatas, un policía recorre el tejado de una de las naves donde se albergan menores en Ceuta. Hasta ahí ha subido uno de ellos, que se ha fracturado una pierna. Con ayuda de los bomberos le trasladan al hospital. Es una muestra de la presión que se vive en Ceuta, desbordada de menores migrantes. La ciudad autónoma ya ha registrado a 800, a falta de hacer pruebas a los de edad dudosa. Se habilitan nuevos espacios de acogida porque sigue habiendo chicos que deambulan por la ciudad, que duermen en las escolleras o se esconden en el monte en situación precaria. Un dispositivo policial busca indocumentados por la calle para atender a los menores y expulsar a los adultos. Ya son 7.800 los que han retornado a Marruecos pero otros se resisten. En este contexto, Santiago Abascal llega en ferry a Ceuta para el acto que ha convocado esta noche y desafía así a la Delegación del Gobierno que ha prohibido la manifestación para evitar que aumente la tensión. La Justicia ha ratificado hoy esa prohibición.

-Redacción-