Navidades sostenibles: ¿Es posible celebrar estas fiestas sin derrochar?
El periodo navideño está ligado, de forma irremediable, a un consumo excesivo que acaba repercutiendo en el planeta por la cantidad de residuos que generamos y la demanda eléctrica que precisamos, pero cambiar es posible, y cuidar de la Tierra en Navidades, también.
Helena Celma
-Actualizado a
La Navidad se caracteriza por muchas cosas: pasar tiempo en familia, regodearnos en el amor que sentimos por aquellos más allegados, calles iluminadas, decoración navideña en casa, reencuentros especiales… y compras, muchas compras. Que si regalos por un lado, rebajas por otro… la cuestión es que nuestra cuenta corriente se vacía de forma preocupante en esta época, hasta el punto de que tu tarjeta de crédito no te echa la bronca porque no sabe hablar, sino ten por seguro que lo haría.
Las tiendas anuncian descuentos irresistibles, conscientes de que son épocas del año en las que la facturación puede crecer de manera exponencial y en la que se pueden recuperar de meses en los que las ventas no hayan ido tan bien. Todo ello porque el consumismo arraigado en la sociedad nos invita a "darlo todo".
Sin ir más lejos, varios estudios afirman que estas Navidades, los españoles gastaremos entre 600 y 1.000 euros, aumentando un 3% lo que gastamos de media en 2023. Para que nos pongamos un poco en contexto, el Salario Mínimo Interprofesional actual es de 1.134 euros, para hacer una comparativa.
Hay que tener en cuenta que, para las Navidades, se hacen una serie de campañas que incitan a comprar sin freno, como son el Black Friday o el Cyber Monday, en las que muchísima gente aprovecha para comprar regalos. Y es que las rebajas, más allá de ser una oportunidad para que los consumidores ahorren en sus compras, acaba impulsando de forma irremediable el consumo, a veces sin ni siquiera quererlo.
Comprar por "aprovechar la oferta" es una trampa en la que caemos fácilmente, olvidando si realmente necesitamos aquello que vamos a comprar. Esta práctica no solo incrementa el volumen de residuos, sino que también perpetúa la producción masiva, que en muchos casos explota a trabajadores de forma innecesaria y deteriora el medio ambiente.
La Navidad y el coste que genera en el medioambiente
Además de nuestros bolsillos, quien también se resiente profundamente de este frenesí comprador es el medio ambiente. La producción y el transporte de las compras que hacemos, generalmente por Internet, generan una huella ecológica significativa. Según un estudio publicado en ResearchGate, la Navidad puede dejar unos 650 kg de emisiones de dióxido de carbono por persona, lo que se traduce en el 5,5% de nuestra huella de carbono anual total. Los principales motivos por los que aumenta son los viajes y el gasto eléctrico, según esta publicación.
Hay que tener en cuenta que las luces de Navidad son preciosas y dan un toque único a las calles, pero para que estén en funcionamiento, se necesita electricidad, por lo que la demanda energética de los países aumenta de forma significativa.
Pero la electricidad no aumenta solo en las calles, sino que también en las casas. Según los datos del año pasado de la Asociación de Consumidores de Energía (ANAE), estas fiestas dispararon el consumo eléctrico de los hogares españoles en un 28%.
Además, el exceso de envases y plásticos utilizados para empaquetar los regalos acaba volviéndose en nuestra contra, ya que al final son residuos generados para un tiempo de vida muy limitado, y que acaba en vertederos o incineradoras que contribuyen a la contaminación.
Repensar la Navidad: consumo responsable y solidario
El Gobierno de España publicó en 2016 unas Pautas para “evitar que tus Navidades impacten en el cambio climático”. Estos son algunos de los consejos que da y de los que deberías tomar nota para ser más sostenible en estas fechas:
1. Opta por alimentos de kilómetro cero: El sector alimenticio genera hasta un 25% de las emisiones globales de CO2. Si compras productos locales, frescos y de temporada, estarás contribuyendo a reducir la huella de carbono de tus cenas navideñas mientras apoyas la economía local.
2. Ahorra energía, cuida el bolsillo: Evitar el exceso de iluminación, usar electrodomésticos eficientes y mejorar el aislamiento térmico son formas simples de disminuir el gasto energético.
3. Muévete de forma sostenible: El transporte por carretera es un gran contaminante, sobre todo en fiestas. Cambia el coche por transporte público o, si tienes que coger el coche de todas formas, intenta compartir el viaje con más personas para que la contaminación sea menor.
4. Cambia tus hábitos de consumo: Ya lo dice el dicho, “la calidad es mejor que la cantidad”. No por comprar más regalos tendrá más valor aquello que damos. Regala experiencias, reutiliza objetos en buen estado y recicla correctamente.
Un mensaje para las nuevas generaciones
La Generación Z tiene un rol crucial en este cambio. Como jóvenes conscientes y conectados, tenemos el poder de cuestionar el sistema y adoptar nuevos paradigmas para no hacer que el planeta pague por nuestros excesos.
Redes sociales como Instagram o TikTok se han convertido en plataformas para visibilizar alternativas al consumismo, desde DIY (“hazlo tú mismo”) hasta tips de minimalismo. Ser parte de esta revolución es tan sencillo como compartir ideas o inspirar a otros con nuestras acciones.
Celebrar la Navidad no tiene que ser contrario a cuidar de la Tierra. Podemos disfrutar de estas fechas sin caer en el consumismo desmedido, dando prioridad a lo que realmente importa: el tiempo con nuestros seres queridos, la gratitud y el amor. Cada pequeño cambio cuenta, y si todos aportamos nuestro grano de arena, podríamos transformar estas fiestas en una verdadera celebración de valores.
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