Vapeadores con forma de juguete: la estrategia de las tabaqueras para llegar a consumidores cada vez más jóvenes

Los hay de sabores (sandía, vainilla, plátano, fresa...), de formas dispares, elegantes y austeros, o de colores estridentes. Ahora también circulan con forma de dibujos animados, es el último señuelo de una industria tabaquera que ha optado por disfrazar sus cigarrillos electrónicos con miras a ampliar su caladero de clientes.

Juguetes, dibujos animados, chucherías o bebidas infantiles, todo vale con tal de llamar la atención de futuros consumidores. Mientras los expertos exigen un cambio en la legislación para regular a fondo estos dispositivos, los fabricantes se afanan por convertir en sugerentes sus cigarrillos electrónicos y vapeadores. 

Se trata de una deriva comercializadora que prolifera por internet y que tiene por objetivo la normalización del vapeo entre los más jóvenes. Una deriva que aprovecha el vacío legal que deja la Ley del Tabaco, ya que la directiva europea en España no se aplica de forma en que se equipare la comunicación de marketing del tabaco con la de los nuevos productos de consumo de nicotina.

Y es que hubo un tiempo en el que los anuncios de tabaco los protagonizaban cowboys al ritmo de la melodía de Los Siete Magníficos. Ahora, en la época de los vapeadores, todo ha cambiado. La búsqueda de consumidores más jóvenes hace que se busquen influencers para promocionar sus productos.

Lo que en un principio se apuntaba como una salida del tabaquismo, se ha convertido, de un tiempo a esta parte, de una vía de entrada, ya que muchos jóvenes empiezan a fumar de forma cada vez más prematura de la mano de estos aparatos.