Este artículo se publicó hace 2 años.
Radiografía del tráfico de residuos peligrosos en España
El 61% de los residuos que el Estado importa de países extranjeros son catalogados como peligrosos.
Alejandro Tena
Madrid-Actualizado a
Trasiego de camiones. Cargan en los puertos y descargan en vertederos. En Nerva, cerca de 500 remolques depositaron en el mes de febrero miles de toneladas de residuos peligrosos procedentes de Montenegro, generando una polémica ambiental que llevó al Gobierno a frenar la llegada de algunos barcos. Sin embargo, esta práctica, la del tráfico de desperdicios, está más extendida de lo que pueda parecer y se regula por convenios internacionales que regulan la importación de todo tipo de basuras.
España importa cada año 617.000 toneladas de desperdicios de países de la UE y otros Estados del mundo, según los últimos datos del Ministerio para la Transición Ecológica. La llegada de desechos ha incrementado un 17% en los últimos cinco años y el volumen de los residuos catalogados como peligrosos o tóxicos tiene un peso importante, pues el 61% de las toneladas que se descargan en los puertos son de este tipo. En el último año, siguiendo la tendencia general, la basura peligrosa que llega del extranjero ha aumentado un 17%.
Los residuos peligrosos, contemplados en los anexos de la Ley de Residuos, son aquellos que tienen unas cualidades específicas que los hacen difíciles de tratar: explosivos, tóxicos, inflamables, irritantes, infecciosos... Para ellos, las normativas internacionales –las directivas europeas y el convenio de Basilea– y las leyes españolas establecen diferentes formas de actuar, siempre con dos fines: la revalorización del desecho que llega al país en cuestión o su eliminación.
El 61% de los residuos importados por España son catalogados como peligrosos
En España, el grueso de los residuos peligrosos importados, 527.735 toneladas al año, se llevan a plantas de valorización. Sin embargo, hay 89.265 toneladas que cada año se destinan a procesos de eliminación. Estos son la incineración y procesos de quema y el depósito permanente en vertederos o enterramientos bajo tierra, que es lo que se está realizando en Nerva y lo que ha levantado polémica en sectores ecologistas al considerar que existen importantes riesgos ambientales.
El vertedero de Nerva no es el único. Según los datos del Registro Estatal de Emisiones y Fuentes Contaminantes, en todo el Estado hay 12 centros de gestión de residuos peligrosos. El volumen de negocio que mueve en este sector concreto, el de los residuos peligrosos, no está determinado. No en vano, Luis Palomino, secretario general de la Asociación de Empresas Gestoras de Residuos (Asegre) informa de que en líneas generales la industria –incluyendo todos los desechos– genera unos 500.000 millones de euros al año.
¿El fin de la importación de residuos peligrosos?
La llegada de camiones al vertedero de Nerva ha puesto en el foco mediático un modelo desconocido y ha dejado en alerta a los colectivos medioambientalistas, que no entienden ni comparten la necesidad de traer desechos peligrosos desde otras partes del planeta. Tanto es así que Ecologistas en Acción ha enviado este lunes una carta al secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, en la que reclama la prohibición de la importación de residuos para enterramiento en suelo español.
"El convenio de Basilea se creó para no lanzar a África y a Asia la basura del norte. Ahora, ¿qué estamos haciendo? Está llegando al sur de Europa", dice Rosa Fernández Díaz, portavoz de la organización ecologista. "¿Por qué vienen los residuos a España y no a Noruega? Porque es mucho más caro llevarlo allí", agrega para reclamar un cambio radical que impida traer nuevos cargamentos nocivos, salvo que sean para poder revalorizarse.
El secretario general de Asegre, por su parte, asegura que se trata de un sector "profundamente regulado que sigue un procedimiento lento y garantista". "Nosotros somos los primeros favorables a que se garantice la trazabilidad del residuo", indica. "Estas instalaciones [los vertederos] son necesarias porque garantizan la calidad ambiental. Cuando haces tratamiento de residuos tu les extraes las sustancias peligrosas, que se tienen que eliminar, porque no todo puede ser reciclable. Sería negativo si introdujéramos sustancias peligrosas en el ciclo productivo", argumenta. El portavoz de la asociación empresarial, no en vano, declina hacer una valorización sobre la propuesta de Ecologistas en Acción de prohibir las importaciones y se remite a la legislación.
"Se está traficando a través de espacios naturales, es un desbarajuste"
Una legislación que, según Fernández Díaz, permite que España pueda actuar internamente para restringir la llegada de desechos de países extranjeros. "Se está traficando a través de espacios naturales, es un desbarajuste. Si empiezas a prohibir la entrada de residuos para enterrar y aceptas solo la importación para revalorización lo que haces es cambiar el sistema. Por ejemplo, si tenemos extraído mas del doble del litio que necesitamos, ¿por qué seguimos extrayendo en lugar de recuperarlo y reciclarlo?"
El Artículo 4 del Convenio de Basilea, el tratado internacional que regula el comercio de residuos peligrosos, permite que los países firmantes regulen y prohíban las importaciones. También el reglamento europeo 1013/2006 permite que los Estados de la UE establezcan sus propios límites. Público ha preguntado al Ministerio para la Transición Ecológica si está abierto a restringir las importaciones de residuos tóxicos que vayan a ser enterrados en vertederos, pero en el momento en el que se cierra esta información no ha obtenido respuesta.
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