Este artículo se publicó hace 4 años.
Prostitución y coronavirusLa pandemia agrava la pobreza y violencia hacia las mujeres que ejercen la prostitución
Durante el confinamiento las mujeres que ejercen la prostitución en la calle pararon su actividad "lo que les impidió cubrir sus necesidades básicas y la de sus familiares" y las que están en pisos y clubs "tuvieron que seguir pagando las habitaciones, lo
El confinamiento durante el estado de alarma ha agravado las situaciones de precariedad y de violencia que sufren las mujeres que ejercen la prostitución, que ha disminuido durante este periodo, pero que no ha desaparecido.
Las personas víctimas de trata con fines de explotación sexual o en situación de prostitución a las que, además, ha sido muy difícil llegar con información sobre los recursos disponibles para aliviar su situación durante el estado de alarma.
El Ministerio de Igualdad hizo pública una guía que recuerda todas las herramientas de atención durante las 24 horas que están a sus disposición, así como los derechos que las asisten durante el confinamiento por la epidemia de coronavirus.
El ministerio que dirige Irene Montero resaltó que la situación de vulnerabilidad de estas mujeres está relacionada con los efectos adversos de carácter "económico y social que se derivan de la falta de acceso a los servicios más básicos".
"Situación de precariedad, pobreza y exclusión"
Un estudio realizado por la congregación religiosa Oblatas del Santísimo Redentor analiza en un estudio el impacto de la covid-19 en las mujeres que ejercen la prostitución y/o son víctimas de trata con fines de explotación sexual y señala que "aunque el consumo de prostitución en la calle y en algunos ámbitos cerrados ha disminuido, se ha readaptado a un nuevo escenario de confinamiento y de vulnerabilidad".
Durante el confinamiento las mujeres que ejercen la prostitución en la calle pararon su actividad "lo que les impidió cubrir sus necesidades básicas y la de sus familiares" y las que están en pisos y clubs "tuvieron que seguir pagando las habitaciones, lo que aumenta las deudas con proxenetas o prestamistas", detalla el informe.
"Las mujeres víctimas de trata para la explotación sexual están siendo coaccionadas para mantenerse en la actividad" y las que habían decidido reorientar su vida y que habían conseguido un trabajo en limpieza o cuidado de mayores, lo han perdido, añade.
El informe alerta del agravamiento de "la situación de precariedad, pobreza y exclusión que viven las mujeres que ejercen la prostitución" durante el aislamiento por el confinamiento que ha provocado en algunas ocasiones "aumento de violencia, coacción y explotación" y que ha potenciado "la tecnología en las nuevas formas de prostitución".
Las principales demandas de las mujeres han sido de apoyo emocional y para la cobertura de necesidades básicas de alimentación y de habitabilidad.
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