Nuevo colapso en Urgencias en Santiago con decenas de pacientes en los pasillos y 630 camas vacías por falta de personal
Los usuarios del hospital denuncian que la Xunta utiliza el servicio como "almacén de enfermos" y que no dota el centro de la plantilla suficiente para evitar que se vulnere su derecho a la intimidad y a recibir la atención que precisan.
A Coruña--Actualizado a
La Asociación de Pacientes e Usuarias del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS) ha denunciado un nuevo colapso en las Urgencias del centro sanitario pese a la disponibilidad de camas en sus instalaciones, que no son ocupadas por falta de personal sanitario que pueda atenderlas.
Según la organización, el pasado lunes a las siete de la tarde había 31 pacientes graves en camillas o sillas de ruedas en los pasillos de acceso a urgencias. A esa misma hora, 25 enfermos con ingreso hospitalario asignado esperaban en la misma situación, muchos durante varias horas, a que se liberara una cama en la planta donde debían tratarles.
La Asociación de Pacientes asegura que ese día había 637 camas vacías en el hospital, que no se pusieron a disposición de los pacientes porque no había personal suficiente para encargarse de los enfermos que pudieran ocuparlas.
"Existe una relación directa entre el número de camas que se ponen a disposición de los pacientes y el número de los que se colocan en los pasillos: a más camas disponibles sin ocupar, más pacientes en los corredores", afirma la organización de usuarios del CHUS, que acusa a la gerencia de "empecinarse en no gestionar adecuadamente los medios disponibles y en no exigir" a la Xunta "los recursos humanos necesarios".
Episodios recurrentes
La semana pasada, los usuarios del CHUS denunciaron otro colapso en Urgencias, que el hospital padece desde hace años con episodios similares que se agravan además en la temporada de otoño e invierno con dolencias respiratorias y víricas como la gripe y la covid.
Los pacientes creen que la unidad de atención urgente "está siendo utilizada como un almacén de pacientes que no reciben la atención que requiere su estado de salud".
La Asociación acusa al Servizo Galego de Saúde (Sergas) de vulnerar el derecho fundamental de los pacientes a su intimidad y dignidad, y de provocarles "un daño moral que está sancionado por el ordenamiento jurídico y por el código ético de la organización médica colegial".
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