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La mayoría de los españoles, hartos del 'estado de crispación' en la clase política
Agencia Atlas
Con las terrazas medio vacías y los bares cerrados, la bronca parece que se ha trasladado a las Cortes, a tenor del nivel de los discursos de las últimas sesiones y en las que han abundado los ataques personales. El caso es que, como señalan algunos expertos como Rebeca Cordero, profesora de sociología de la Universidad Europea, lo que vivimos "es una crispación que nace en el ámbito político e impacta negativamente en la ciudadanía. Es una comunicación muy tensa y muy violenta que pretende generar una inestabilidad política. Se alejan del gran problema que es la pandemia con el sufrimiento que eso conlleva. Al final lo que se busca es un resultado electoral". Se trata de una batalla por polarizar la sociedad y en la que juegan un gran papel las redes sociales. Parece que en la clase política falta sentido de Estado del interés común y del que nos encontramos más en el ciudadano anónimo, cansado de los extremos o más bien de que los centros políticos se hayan torcido hacia los extremos. A tenor de las lindezas soltadas en el Congreso, algunos echan de menos la calidad de los discursos de la edad de oro parlamentarismo español y cuyos protagonistas dan nombre a muchas calles de nuestras ciudades: Cánovas del Castillo, Castelar, Echegaray, Moret, Olózaga, Ríos Rosas, etc. De hecho, cae oportuna en estos tiempos una sentencia del político el Conde de Romanones (1863-1950): "Es más fácil dogmatizar que discutir, vencer que convencer".
-Redacción-