La Ley de Bienestar Animal entra en vigor el 29 de septiembre, seis meses después de su aprobación definitiva. Aunque a nivel mediático la norma quedó reducida al debate parlamentario sobre la exclusión de los perros de caza, el texto que se aprobó en marzo alberga grandes novedades, otorga derechos básicos a los animales de compañía y establece unas obligaciones para los propietarios de perros, gatos y otros seres vivos.

La legislación no cambia la forma en la que los propietarios se relacionan con sus mascotas, pero sí establece unos mínimos que garanticen sus derechos. Entran en escena elementos que ya existían, pero que ahora serán de obligado cumplimiento, como la contratación de seguros, el registro obligatorio de los animales o la realización de cursos de formación. Estas son algunas de las claves de la nueva normativa.

Los animales no podrán estar solos

La ley impulsada desde el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 regula por primera vez el tiempo que los animales de compañía pueden estar solos. Según el texto, los perros no podrán estar sin supervisión humana más de 24 horas consecutivas, de tal forma que se garanticen sus necesidades de comida y paseo. En el caso de los gatos y otros seres vivos que conviven con humanos, no podrán estar solos más de tres días seguidos. 

También se prohíbe dejar solos a los animales "dentro de vehículos cerrados, expuestos a condiciones térmicas o de cualquier otra índole que puedan poner su vida en peligro". Tampoco podrán dejarse encerrados en terrazas, balcones, azoteas, trasteros, sótanos, patios y similares. El incumplimiento de todos estos puntos puede ser considerado una infracción grave si los animales sufren algún tipo de lesión debido a la situación de abandono. 

Seguro obligatorio

Hasta ahora los propietarios de perros podían asegurar a los animales a través de las pólizas de sus hogares. Esta práctica dejará de ser una simple opción para ser una obligación, ya que la ley obliga a disponer de un seguro de responsabilidad civil que cubra los daños a terceros provocados por el animal. Este punto, no obstante, depende del reglamento que regula qué gastos deben de estar cubiertos por la póliza y que todavía está pendiente de ser aprobado por el Gobierno.

Curso de formación

La otra novedad relativa a la tenencia de perros tiene que ver con la obligación de realizar un curso de formación. El curso será gratuito y se podrá realizar de manera online. Una vez se apruebe, el certificado tendrá una validez indefinida. Este curso deberá ser realizado por todas las personas que quieran adoptar o que ya convivan con un animal. 

Regulación sobre colonias felinas

Por primera vez, se establece una regulación sobre las colonias felinas que otorga obligaciones a las administraciones locales, que serán responsables del control poblacional y la protección de los gatos. De esta forma, los ayuntamientos deberán desarrollar programas de gestión, realizar censos, impulsar programas de esterilización. Las comunidades autónomas deberán crear protocolos y normas básicas que rijan las actuaciones de las entidades municipales. 

Collares y otros utensilios prohibidos

La normativa entierra para siempre el uso de herramientas de manejo y adiestramiento de animales que son perjudiciales para la salud. De esta forma, se prohíbe el uso de collares eléctricos, collares de impulso o castigo y collares de ahogo que impiden que el animal respire bien. 

Cambios en los criaderos y venta en tienda

Desde el viernes la cría comercial de cualquier especie de animal de compañía estará regulada y los particulares no podrán hacerlo de manera libre en sus casas. Ahora las personas que quieran lucrarse con la venta de cachorros de perros, gatos u otras especies deberán estar inscritos en el Registro de Criadores de Animales de Compañía. Para ello, se deberá acreditar la actividad de cría, la periodicidad con la que se cría, las condiciones en las que están los animales que se van a reproducir. 

Además, la venta de perros, gatos y hurones solo podrá realizarla la persona criadora registrada, sin intermediarios de por medio. La nueva normativa impide que las tiendas expongan en escaparates animales de compañía para su venta. Los felinos y canes, además, solo podrán ser entregados a partir de una edad mínima de dos meses en el caso de que la venta se realice desde el lugar donde nacieron, y cuatro meses si la venta se realiza en un lugar diferente al lugar donde empezó su vida. 

Por último, se prohíbe la venta directa de cualquier tipo de animal de compañía a través de internet, portales web o cualquier medio o aplicación telemáticos.

Especies prohibidas

La norma crea un listado positivo de animales de compañía, que a su vez se divide en varias categorías: mamíferos, aves, anfibios, reptiles, peces e invertebrados. Esta taxonomía servirá para tener una referencia de los seres vivos que podrán convivir con seres humanos y, al mismo tiempo, estar protegidos por la nueva ley.

Los perros y los gatos son, quizá, los principales animales de compañía de España y los que ya están incluidos en el borrador del listado positivo que deberá ser aprobado por el Gobierno a través de un real decreto. En esta lista estarán también hámster, cobayas, periquitos, agapornis y otros animales comunes. Según la ley, quedarán fuera del listado positivo aquellas especies de animales que puedan ser perjudiciales para la salud de las personas y para los ecosistemas, como es el caso de los animales incluidos dentro del listado de especies exóticas e invasoras.