Entrevista a Javier Pacheco (CCOO)Javier Pacheco (CCOO): "Para luchar con las nuevas realidades del trabajo tenemos que aplicar las viejas relaciones laborales"
Entrevistamos al secretario general de CCOO Catalunya que dejará el cargo el próximo abril, tras dos mandatos al frente del sindicato. Hace balance del trabajo realizado y de los retos futuros de la organización.
Barcelona-
Después de ejercer como secretario general del sindicato CCOO Catalunya desde 2017, hace unos meses Javier Pacheco anunció que dejará el cargo en abril del próximo año, momento en el cual se celebrará el congreso para escoger a su sucesor. De momento, solo Belén López, actual líder de la formación en las comarcas de Girona, ha presentado los apoyos necesarios ante la secretaría de organización para iniciar el proceso de la recogida de avales.
Trabajador en excedencia de la antigua Nissan, tras dos mandatos, se ha abierto un debate interno sobre el liderazgo al sindicato, favorecido por el mismo Pacheco, sobre la necesidad de incrementar la presencia de las mujeres y los jóvenes en la dirección de CCOO Catalunya. De forma tímida, admite que está dispuesto a continuar de alguna forma en el sindicato. Una posible opción, todavía no concretada, seria formar parte de alguna de las candidaturas que optarán a la dirección estatal del sindicato en el marco del congreso confederal, que tendrá lugar en junio del año 2025.
Sobre el balance de los ocho años que habrá estado en la secretaría general del sindicato en Catalunya cuando agote el mandato, reconoce algunas tareas pendientes, fruto de dos contextos que han marcado mucho la trayectoria laboral, económica y política: el procés independentista y los efectos de la pandemia de la Covid-19. Eso sí, reivindica el papel de intermediación de los sindicatos, acostumbrados a la concertación social a la hora de firmar los convenios colectivos, en los conflictos políticos e institucionales.
¿Por qué tomó la decisión de no optar a la reelección a la secretaría general?
Considero que se trata de una decisión colectiva. Está encuadrada en un proceso que promueve de manera dinámica el relevo de los órganos de dirección y que limita nuestra presencia a dos mandatos para poder garantizar esta alternancia y renovación. Con esta acción, hemos querido ser más referenciales y parecernos más a la sociedad a la cual queremos representar. El propósito es dar respuestas a la clase trabajadora del siglo XXI, que está caracterizada por un papel cada vez más importante de las mujeres y la gente joven. A pesar de que desde la posición que tenga, continúo teniendo ganas y energía de estar activo y haciendo cosas.
¿Qué balance hace del mandato de ocho años?
Ha sido un periodo muy complejo derivado de la tensión política que se vivió con el procés soberanista en Catalunya y de la crisis de la pandemia que puso a examen al conjunto de las instituciones y también a los sindicatos. Los dos escenarios que nos encontramos los primeros cuatro años determinaron el perfil de la legitimidad de la función sindical. Veníamos de la crisis del 2008, un momento nefasto en el ámbito del recorte de derechos sociales y fundamentales, que ahora hemos sabido gestionar de otra forma.
En alguna intervención reciente, ha comentado que está mirando nuevas oportunidades de continuar vinculado a la actividad sindical. ¿Esto implicaría hacer el salto a Madrid?
En el momento que mi organización, CCOO, en el ámbito estatal, haga una propuesta de candidatura, yo haré mi valoración. Es cierto que me gusta mucho el trabajo y el papel que puedo ejercer en un sindicato, pero tengo más inquietudes a desarrollar en mi vida, tanto desde el punto de vista laboral como el personal. Tendré que calibrar la utilidad que puede aportar mi perfil en una etapa organizativa del sindicato. De todos modos, son decisiones que todavía no estamos en el tiempo de abordarlas y se tendrán que analizar cuando el proceso congresual esté más avanzado.
¿Cómo valora el paso adelante de Belén López para optar a ser la primera secretaría general de CCOO Catalunya?
"Auguro que Belén López tendrá un gran apoyo y posibilitará una nueva en la historia del sindicalismo catalán"
Estoy muy contento porque es un hecho histórico en el movimiento obrero catalán y además estoy observando que en la esfera interna su candidatura tiene un grado de aceptación alto. Pienso que se abrirá camino con un consenso amplio. Auguro que tendrá un gran apoyo y posibilitará una nueva etapa en la historia de CCOO Catalunya y del sindicalismo catalán.
¿Qué medidas han quedado para hacer y restan pendientes para el futuro desde la óptica de CCOO Catalunya?
Hemos sido capaces de mejorar la vida de las personas con la negociación de una serie de reformas y con el cambio al Gobierno del Estado, que ha desembocado en políticas de izquierdas, la apertura del diálogo social y la concertación o la reversión de los recortes en el mundo del trabajo posteriores a la crisis financiera. A pesar de esto, la insatisfacción proviene de no haber sido capaces de resolver de manera integral una disputa esencial en el siglo XXI, como es la renta de suficiencia.
"Hemos sido capaces de mejorar la vida de las personas con la negociación de una serie de reformas y con el cambio al Gobierno del Estado"
No es solo la capacidad de hacer avanzar las condiciones laborales que se generan a través del trabajo y de los salarios, sino también donde desarrollamos y hacia donde dirigimos nuestros gastos. Nos ha sido imposible a consecuencia de dos factores que han tensado este aspecto: el incremento de precios de los alimentos, de la cesta de la compra y de la vivienda. Estas realidades mantienen un nivel elevado de desigualdad en la sociedad, que se está convirtiendo en un problema de carácter político. Estas grietas, como que uno de cada cuatro ciudadanos esté por debajo del umbral de la pobreza, son las que aprovecha el populismo reaccionario para tirar y hacer calar su discurso.
¿Las dos crisis de los últimos años han servido para reforzar la función del sindicalismo como herramienta para ayudar a resolver los problemas?
Pienso que esta situación ha validado el perfil de liderazgo de los sindicatos. En el caso de la crisis política del procés y la polarización de las posiciones, desde nuestra esfera nunca hemos abandonado la capacidad de razonar, dialogar y plantear alternativas. Para nosotros resultaba sencillo, atendida nuestra experiencia de concertación. Si necesitamos negociar un convenio colectivo, debemos tener un conjunto de trabajadores detrás nuestra plataforma reivindicativa. Este paralelismo entre mundo sindical y político y el hecho de tener que poner de acuerdo diferentes sensibilidades en el seno del sindicato demostraba que también era posible llegar a un consenso en la sociedad.
"Durante el Procés no fuimos ni equidistantes ni nos pusimos de perfil"
Nuestro aprendizaje nos hacía tener claro el carril que teníamos que seguir. Resiguiendo nuestros orígenes, este era el de lucha por las libertades y la democracia. No fuimos ni equidistantes ni nos pusimos de perfil. En algún momento, el conjunto de la sociedad catalana reconocerá el rol de los sindicatos en la resolución del conflicto político, que se ha acabado con un nivel de cohesión alto y liderato por una sociedad civil, de la que formamos parte, que no quería romper la ecuación de la convivencia.
Como trabajador en excedencia de la antigua Nissan, ¿cómo valora el acuerdo que ha permitido la reindustrialización de la planta y la puesta en marcha, hace pocos días, de la actividad con Ebro?
En mi caso, ahora pertenezco a la empresa Silence. Encontrar una solución política en una decisión que creo que ha sido la más drástica de la industria en Catalunya y en el Estado español desde el inicio de la democracia como es el cierre de la empresa era para mí una prioridad y un compromiso desde el punto de vista personal, profesional y emocional. Ver ahora, después del esfuerzo que hemos hecho durante tantos años, en todos los escenarios, como la huelga que llevamos a cabo en plena pandemia y con un estado de alarma declarado, el acuerdo laboral para darnos una oportunidad para reindustrializar la planta y la tarea de contactos y de negociaciones para garantizar la viabilidad y el futuro de la actividad hasta la llegada de la compañía china Chery, que es un proyecto de éxito, nos da una gran satisfacción.
La apuesta ya empieza a dar trabajo a más de 500 personas. Aparte, con los trabajadores que están en formación, se está más cerca del objetivo laboral de recolocación de los antiguos empleados de Nissan. Además, hay buenas perspectivas de futuro con el aterrizaje de empresas asiáticas en el Estado español en el sector del coche eléctrico. Estas firmas están desembarcando en Catalunya y en el sur de Europa porque los costes energéticos ajustados, fruto de una determinada dinámica política, actúan como un incentivo de atracción de inversiones. Estas apuestas ya están empezando a tener concreciones. La capacidad de consumo energético que tiene la estrategia de la movilidad eléctrica encuentra un elemento de incentivo con sus costes en Catalunya y en España. Es una tendencia que puede fortalecer el tejido productivo de nuestro país.
¿Puede servir el ejemplo de la antigua Nissan como modelo de la reindustrialización en Catalunya?
Antes que nada, me gustaría remarcar que durante la firma del acuerdo para reactivar la antigua Nissan, el único que se lo creía era nuestro sindicato. Nadie entendía que era aquello de la reindustrialización. A estas alturas, el ejemplo de Nissan es una referencia de algunas modificaciones normativas que ya se han puesto en marcha. Hasta que estalló el caso, no disponíamos de ningún mecanismo administrativo que incentivara a una multinacional a tener un compromiso de reindustrialización cuando cierra la fábrica. No existía ninguna condición y la pusimos sobre la mesa en el marco de un acuerdo laboral durante la negociación de un Expediente de Regulación de Ocupación (ERO).
"Hoy en día tenemos a tres cuartas partes de la plantilla de la antigua Nissan ya recolocada. Es una historia de éxito"
Este marco normativo lo tendría que promover la misma Administración, como ya pasa en Francia. A partir de aquí hemos construido un escenario en el que hemos vinculado a las administraciones en aquel acuerdo de carácter laboral. De las experiencias vividas con Nissan, hemos creado un protocolo normativo sobre cómo se tiene que actuar en el supuesto de que una empresa quiera marcharse y trasladar su actividad fuera de Catalunya. Este argumentario se ha incorporado al Pacto Nacional para la Industria para facilitar que se incentive la reindustrialización y que no haya una deslocalización financiera. Hoy en día tenemos a tres cuartas partes de la plantilla de la antigua Nissan ya recolocada. Es una historia de éxito que se tiene que explicar. Es un éxito de la lucha sindical, de la colaboración entre instituciones, un éxito económico.
¿Ha cambiado el foco de las luchas sindicales los últimos años con la reivindicación de la Renta Básica, la vivienda o medidas más transversales?
Me gusta recordar que las movilizaciones vecinales de hace casi 50 años en defensa de las libertades nacionales y los derechos fundamentales superaban y transcendían el papel de los sindicatos. Lo que ha cambiado es la capacidad de agregación del conflicto. Antes, los movimientos vecinales, sociales o sindicales respondían a una idea más global.
La confluencia de los conflictos tiene que agregar a la sociedad detrás de un modelo. Si salimos de forma reactiva detrás de cada problema, estamos dejando de construir un horizonte y perdemos la confianza de los ciudadanos. En este agujero es donde entran la derecha y la ultraderecha porque no hay un horizonte definido. No hemos sido capaces de vincular la lucha del trabajo con la de los precios y nos encontramos que con la mejora de salario más importante de los últimos 20 años todavía hay colectivos que no pueden llegar a final de mes.
"No hemos sido capaces de vincular la lucha del trabajo con la de los precios"
Tenemos que diseñar confluencias sindicales y políticas para que los ciudadanos visualicen esta recuperación de derechos que se ha hecho en los últimos seis años. Sin una apuesta integral para garantizar las necesidades básicas de supervivencia de la población y si no trabamos un espacio de alianzas sociales con compromisos políticos de las izquierdas y los sindicatos agrupados en un frente amplio de convergencia, la democracia no será un sistema que llegue a todo el mundo.
¿Cómo ha sido el proceso de adaptación de los sindicatos a los nuevos modelos productivos de las economías de plataforma como el caso de Glovo o Uber?
Las nuevas realidades del trabajo se ha demostrado que son las relaciones de explotación de siempre. Había un empresario y un trabajador. Irrumpe el formato digital, pero la forma de organizar el trabajo todavía es la misma. La única solución era la relación laboral. Desde CCOO Catalunya abrimos tres frentes. La primera huelga en Europa de una plataforma digital fue la convocada por los empleados de Glovo en Barcelona. Conseguimos laboralizar la situación de los trabajadores de los supermercados de Glovo y les creamos un convenio colectivo.
"Las nuevas realidades del trabajo se ha demostrado que son las relaciones de explotación de siempre"
Para luchar con las nuevas realidades del trabajo tenemos que aplicar las viejas relaciones laborales. Son las únicas en las que se determina la relación entre un empresario y un empleado. Hasta aquel momento, ciertos sectores vendían el mantra que las economías de plataformas eran el futuro y la relación laboral ya no era necesaria. Hemos parado los peligros que suponía un modelo de negocio que abría nuevas líneas de explotación laboral que no podíamos asumir.
Desde otras organizaciones, se acusa a CCOO Catalunya de haberse convertido en un sindicato de postal, que ha perdido su carácter reivindicativo y con menos capacidad de movilización. ¿Cómo valora esta crítica?
Si no tuviéramos una estructura articulada como la nuestra, que alguien me explique cómo somos capaces de contar con 148.000 afiliados en Catalunya, cifra que supone multiplicar por cinco los que reúnen todos los partidos políticos juntos. Esta organización es la que permite dar asesoramiento laboral a más de 35.000 personas cada año. Nuestra organización sindical debe tener burocracia por su misma dimensión. Tenemos que recordar que en Catalunya, CCOO no ha perdido nunca unas elecciones sindicales de carácter general.
"La protesta y la huelga no son un fin en sí mismo, sino un recurso para llegar a la negociación"
No se puede plantear una comparativa sobre cuántas huelgas estamos convocando precisamente en la etapa más importante en relación con la capacidad de recuperación de los derechos. Resulta contradictoria, puesto que no las convocas cuando los salarios son más altos durante los últimos años. En función de la resistencia patronal, actúa la presión sindical. La protesta y la huelga no son un fin en sí mismo, sino un recurso para llegar a la negociación o a la concertación.
¿Todavía ven posible el apoyo patronal a la propuesta de reducir la jornada laboral a las 35 horas semanales?
La patronal ha tomado una posición política, que cada vez es más sostenida por los partidos de derechas. La única salida es el acuerdo político de los partidos que apoyaron la investidura de Pedro Sánchez. Eso sí, se tienen que evitar contradicciones como las que manifiesta Junts per Catalunya, que reivindica en el Parlament de Catalunya un incremento del Salario Mínimo Interprofesional aquí, pero rechaza la reducción de la jornada laboral. La medida, con su aplicación inicial, ya tendría un impacto retributivo inmediato en más de 460.000 trabajadores catalanes contratados a tiempo parcial que cobran un sueldo por debajo del salario mínimo.
Oponerse a la tramitación de la ley de la reducción de la jornada laboral es dar la espalda a dos terceras partes de la ciudadanía de este país que se muestra favorable a la medida. Se trata de repartir equitativamente el trabajo reproductivo, igual que se ha hecho con el productivo.
¿Cuáles tendrían que ser las reivindicaciones de CCOO Catalunya después del congreso de abril de 2025?
Una de las prioridades tendría que ser reclamar un acompañamiento de las transiciones del modelo productivo y dar respuestas a los retos demográficos que tenemos encima la mesa. Otro reto pendiente es hacer que el único sector productivo que se ha externalizado hacia las familias, como es de los cuidados, se dote de recursos públicos para crear un sistema nacional, similar al educativo o al de salud. Hay tres ejes claros a reivindicar en el futuro: la transformación del modelo sostenible productivo, el trabajo como un pilar del nuevo contrato social y desarrollar el estado de bienestar social.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.