La concursante de Gran Hermano 18  Carlota Prado, que denunció haber sufrido una violación dentro de la casa cometida por José María López, otro de los concursantes del reality de Mediaset, fue grabada por la realización del programa -producido por Zeppelin TV- mientras le mostraban el vídeo del abuso sexual que había sufrido, según ha publicado hoy El Confidencial.

Las imágenes reveladas por el periódico digital muestran a Prado sola en el conocido como confesionario, un espacio de la casa en el que los participantes pueden hablar con el Súper, una voz tras la que hay una persona encargada de vigilar la casa.

La víctima no solo fue grabada mientras conocía lo que había sucedido, además se enfrento a esas imágenes sin ninguna compañía ni asesoramiento psicológico, pese a que cada concursante tiene a su disposición un especialista durante su estancia en el concurso.

La grabación en el confesionario fue montada y realizada el 4 de noviembre, un día después del presunto abuso sexual cometido por José María. En la cinta se observa a Carlota Prado visiblemente afectada por las imágenes, pidiendo en varias ocasiones que paren la cinta. 

Prado pregunta por José María y pide hablar con él, algo a lo que el Súper se niega, asegurando que el agresor ha sido expulsado de la casa. "Por favor, traedme algo que me relaje, de verdad, tengo el corazón a mil", solicita la concursante. Posteriormente, Prado quiere conocer si el presunto agresor ha visto las mismas imágenes que ella, recibiendo un nuevo "no" por respuesta.

La tercera negativa llega cuando la concursante quiere hablar con sus amistades fuera de la casa sin ser grabada para el concurso. "Carlota, este tema, por José María y por ti, por el bien de ambos, no debe salir de aquí", responde el Súper. 

Once minutos después de que la víctima entrara en la estancia y una vez que pide que le dejen salir del confesionario, los productores deciden poner fin a la soledad de Prado y le comunican que van a entrar en la sala "la psicóloga y una persona de la dirección del programa" y tras una breve conversación con ambas, en las que ella reitera que no entiende nada, la grabación termina.

Gran Hermano es un formato de reality en el que los concursantes son grabados las 24 horas del día, razón por la que existe una grabación del momento del abuso sexual, aunque nadie interviniera para evitarlo. La propia Prado expresó que no podía explicarse "cómo el programa lo permitió"