'Plata Dulce': la película argentina de 1982 que anticipa el probable colapso del modelo de Milei
El Gobierno del libertario atraviesa ahora lo que muchos califican como su "verano político", debido en gran medida a la estabilidad del dólar, que impacta directamente sobre la inflación.
Buenos Aires-
"Ahora, con el dólar barato, es un fenómeno viajar. Sabés cómo nos esperan allá. Se dio vuelta la tortilla: los que ponemos los dólares somos nosotros, ¡los argentinos!", dice exultante el protagonista de la película Plata Dulce, Carlos Bonifatti, en una icónica escena donde regresa de viaje en el extranjero con productos electrodomésticos importados, sorprendido por la cantidad de argentinos de vacaciones por el mundo. Corre el año 1982, Bonifatti es interpretado por el actor Federico Luppi, y falta un año para que termine la dictadura iniciada en 1976.
Plata Dulce narra la primera burbuja financiera argentina: el cierre de fábricas, el auge del capital especulativo, el acceso a dólares para las clases medias, viajes fuera del país... hasta que ocurre la crisis bancaria y la burbuja revienta. Todo en medio del terrorismo de Estado y la desaparición de 30.000 personas. Antes de la crisis ocurre lo que da nombre a la película: la plata dulce, o el "dólar barato", como se conoce ahora el fenómeno similar en la Argentina gobernada por Javier Milei y su ministro de Economía, Luis Caputto.
El síntoma más claro de la plata dulce 2024, o "apreciación del tipo cambiario", como se conoce en términos económicos, es la temporada de verano que está por comenzar, con miles de personas que preparan sus maletas para ir a pasar las quincenas de enero al extranjero, en particular en Brasil. Ir de vacaciones fuera de Argentina resulta más económico que hacerlo dentro, donde los precios son cada vez más altos.
Un país extremadamente caro medido en dólares y un dólar barato para irse fuera e importar productos: una fórmula aplicada por cuarta vez en Argentina. La primera, entre 1976 y 1982; la segunda, durante la década de los 90 cuando ocurrió entre otras cosas el boom de las vacaciones en Brasil; la tercera, durante el corto período de estabilidad del gobierno de Mauricio Macri, entre 2016 y 2018.
Las tres primeras desembocaron en crisis económicas: "Las políticas donde se apreció el tipo de cambio tan fuertemente terminaron mal, porque concluyeron con devaluaciones sensibles cuando los dólares existentes no fueron suficientes para atender la salida repentina de divisas", explica Hernán Letcher, director del Centro de Economía Política Argentina. Por eso muchos anticipan que habrá otra crisis al final del fenómeno plata dulce en la presentación "libertaria" de Milei.
Un modelo de corta duración
"En términos generales, Milei realizó un brutal ajuste para ordenar las principales variables macroeconómicas. El coste del ajuste fue sensible: más de 250.000 puestos de trabajo registrados perdidos, caída del salario, caída de las jubilaciones en términos reales", explica Letcher.
Quienes defienden el ajuste realizado afirman que fue necesario para estabilizar una macroeconomía que venía con los números en rojo. "Lo cierto es que en lo cambiario, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) no acumula dólares, y se encuentra en niveles de casi 9.000 millones negativos en reservas netas si se consideran BOPREALES -instrumento financiero emitido por el BCRA- y dólares comprados por el Tesoro para vencimientos, y un nivel de apreciación extremadamente bajo", afirma Letcher. Lo que el Gobierno muestra cómo sólido no lo es.
Los dólares que ingresaron este año a las arcas del Estado procedieron en gran medida del llamado "blanqueo": dólares no declarados de argentinos o empresas argentinas en el extranjero. Fueron cerca de 20.000 millones los que ingresaron al sistema financiero entre agosto y octubre. A eso se agrega ahora el intento de conseguir un nuevo préstamo del Fondo Monetario Internacional, para el cual Milei espera tener la luz verde de Donald Trump, determinante en vista del peso de Washington en el organismo.
"Es muy importante para la estrategia de Milei. Porque luego de la inyección de dólares del blanqueo necesita otra inyección de dólares que le permita sostener el tipo de cambio apreciado. De todas formas, hay que ver si el organismo otorga 10.000 o 15.000 millones y no le pide a Argentina un tipo de cambio más competitivo", explica Letcher.
Los dólares que ingresan tienen una característica central: "La apreciación se sostiene con dólares que no son tuyos: son de la gente (blanqueo) o del FMI (si el organismo le otorga un crédito). Luego tienes que pagarlos", añade Letcher.
El sistema ya presentó su primer temblor a finales de diciembre, cuando la multinacional automotriz Toyota decidió que la rentabilidad en pesos argentinos había llegado a su fin y optó por adquirir dólares, que, en Argentina, están manos del BCRA. Así se fueron 600 millones de dólares del BCRA en un día a las arcas de la primera gran empresa que decidió finalizar el sistema de rentabilidad especulativa, llamado carry trade, que se sostiene en aprovechar las altas tasas de interés en pesos y la existencia del "dólar barato". La primera señal de la vulnerabilidad ante una corrida bancaria.
Mientras dure
Florianópolis es el lugar de Brasil donde más argentinos habrá en enero. Se habla de hasta un 500% de turistas más respecto a 2023: futebol en la praia por la tarde, y caipirinhas por las noches. Eso es lo que busca la clase media en verano para su diversión y su imaginario. "Para las clases medias la variable del dólar es particularmente sensible, ya que brinda garantías de previsibilidad (al menos en el corto plazo) que favorecen sus patrones de consumo, entre los cuales se ubican los viajes al exterior", explica el historiador Martín Obregón.
La importancia del dólar en la idiosincrasia argentina proviene de la época de la dictadura, cuando se instauró el modelo neoliberal. "El dólar juega un papel central en el imaginario de los argentinos al momento de evaluar la marcha de un gobierno. En buena medida, porque sigue vigente la idea de que la estabilidad de su precio 'ordena' la macroeconomía. Esto se explica porque muchos episodios traumáticos de la historia argentina han quedado asociados a crisis cambiarias seguidas de una inflación descontrolada", afirma Obregón.
La estabilidad momentánea del dólar, o la "pax cambiaria" como la llama el historiador, implica que "más allá de su insostenibilidad a largo plazo, genera una sensación de orden y estabilidad que también es valorada por las clases populares, aún a costa de la disminución de sus ingresos. La experiencia histórica demuestra que los períodos de mayor solidez de las últimas experiencias neoliberales coincidieron con la fase de dólar barato y congelado de manera artificial".
El Gobierno de Milei atraviesa ahora lo que muchos califican como su "verano político", con un apoyo que reflejan varias encuestas, debido en gran medida a la estabilidad del dólar, que impacta directamente sobre la inflación. La misma fue del 2,4% en noviembre, contra el 12,8% del mismo mes en 2023, un alivio en una economía que venía sobrecalentada con la consecuente imposibilidad de predecir a mediano plazo, a veces ni siquiera de un mes para otro.
¿Cuánto tiempo durará la "pax cambiaria", es decir el carry trade y su plata dulce? Es una de las preguntas que se hacen economistas, analistas políticos o los partidos que piensan en las elecciones de medio término de 2025. Mientras tanto, los hoteles de Brasil comienzan a llenarse de argentinos, con la alegría que precede a la tormenta, y otra vez la frase de 1982: "Los que ponemos los dólares somos nosotros, ¡los argentinos!".
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