La hostelería cierra por primera vez en las grandes ciudades de Extremadura desde el confinamiento domiciliario que decretó el Gobierno central en el mes de marzo. La decisión la ha tomado ahora la Junta de Extremadura tras conocer los datos que han convertido a esta comunidad en la más afectada por el coronavirus de la tercera ola. Toda la región está en riesgo extremo después de haber estado durante meses entre las comunidades con mejores datos.

"Que no nos viéramos tan afectados en el pasado quizás nos ha llevado a confiarnos demasiado", reflexiona uno de los trabajadores de Salud Pública de la Consejería de Sanidad y Servicios Sociales de la Junta de Extremadura. "Ahora la situación es muy preocupante porque todo apunta a que irá a peor. Ya hemos tomado medidas y vamos a seguir estudiando si tenemos que añadir nuevas restricciones", añade a Público.

Fue el pasado 31 de diciembre cuando José María Vergeles, vicepresidente segundo y consejero de Sanidad y Servicios Sociales, reconoció que era el peor momento de la emergencia sanitaria para Extremadura: "Estamos ante la situación más complicada de toda la pandemia. Las cifras de incidencia acumulada son malas, sin paliativos", afirmó en rueda de prensa tras una reunión del Consejo de Gobierno Extraordinario.

La situación ha empeorado desde entonces y Extremadura es ya la comunidad con peores datos de toda España con una incidencia acumulada de 638 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días frente a la media estatal de 296. Además, la positividad se ha disparado hasta el 20% cuando la media de España se sitúa en 12,8%.

Hasta este martes no se han anunciado las medidas más drásticas: a partir del 7 de enero se cierra la hostelería y los comercios en las ciudades con más de 500 casos por 100.000 habitantes a 14 días y que además tengan más de 5.000 habitantes. Estas localidades son Fuente del Maestre, Navalmoral de la Mata, Villanueva de la Serena, Calamonte, Aceuchal, Olivenza, Montijo, Villafranca de los Barros, Puebla de la Calzada, Cáceres, Almendralejo, Don Benito, Azuaga, Coria, Castuera y Badajoz. Además, se ha establecido el cierre perimetral de Zarza La Mayor, Cabezuela del Valle, Torreorgaz y de Pueblonuevo del Guadiana.

Estos datos muestran cómo evoluciona el coronavirus en las comunidades de forma que ninguna se libra de tener una afectación tan grande. Extremadura había pasado hasta este momento con unos datos más o menos buenos. Durante la primera ola, siempre tuvo una incidencia menor a la media estatal. El 10 de marzo sólo se habían notificado 8 casos. A principios de mayo llegó a registrar 2.907, pero la incidencia estaba en 17 frente a la media de 34. El 1 de septiembre aumentó mucho la incidencia pero seguía en 113 frente a la media de 214.

Meses de alerta con pocas restricciones

¿Cómo se ha llegado a este punto? Vergeles lo ha achacado a un "cúmulo de circunstancias" como el fin de semana del Black Friday, el puente de la Constitución y la movilidad en Navidad. Hasta las fiestas navideñas, Extremadura no había tomado medidas drásticas a nivel regional. Ni siquiera cerró perimetralmente ante los puentes de noviembre y diciembre tal y como hicieron la mayoría de comunidades. De hecho, fue en esta región donde menos cayó la movilidad en el mes de diciembre en comparación con 2019: la variación fue de -18,8% frente a Asturias, donde más cayó, que fue de -46,8%, según los datos del Instituto Nacional de Estadística.

La situación hospitalaria también tiene en alerta a las autoridades sanitarias. Después del pico de infecciones suele llegar el incremento de ingresos por lo que se teme que los datos sean peores la semana que viene. Ahora, según los últimos datos de Sanidad, un 10,39% de los ingresos y un 14,88% de camas de UCI ocupadas están ocupadas por pacientes covid. Una enfermera del hospital de Mérida cuenta a este medio que la situación aún es sostenible pero recuerda que el Servicio Extremeño de Salud decidió el pasado 26 de octubre suspender la mayoría de operaciones para liberar camas para enfermos covid.

En la región hay dos pueblos que preocupan especialmente a los servicios de salud, según han explicado a este medio. Torreorgaz, con una incidencia acumulada de 2.923 casos por cada 100.000 habitantes, y Pueblonuevo del Guadiana, con una incidencia de 2.127. Ambos se han cerrado perimetralmente, pero la situación se ha descontrolado claramente y creen que aún tendrán datos muy altos durante al menos dos semanas.

Además, la Navidad ha pasado sin grandes restricciones más allá del cierre de bares de las 18 horas a las 20 horas. Pero esto no evitó que muchos locales se saltaran la norma y cerraran las puertas con clientes dentro. Por ejemplo, en Almendralejo (Badajoz) la Policía sancionó hasta 11 locales por este motivo. Esta es otra de las ciudades más afectadas por el coronavirus. El peor brote que tiene es el de la residencia Comser con 95 residentes y 8 trabajadores contagiados. Esta residencia había estado libre de covid hasta este mes de diciembre y se preveía que fuera de las primeras de la comunidad en las que se vacunara. Un momento muy esperado pero que se ha tenido que retrasar por el brote.

El cierre de toda actividad no esencial y la vuelta a las clases de forma online para Secundaria y Bachillerato marcan otra etapa en la gestión de la pandemia, pero a la preocupación por los contagios se suma ahora la incertidumbre de los comercios ante el parón y el retraso de la campaña de vacunación. Pese a la situación tan grave, Extremadura ha sido otra de las regiones que menos ha vacunado desde que empezó este proceso el pasado 27 de diciembre. Ha administrado 1.888 dosis de la vacuna de las 21.725 recibidas, un 8,3% del total.