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Las escuelas infantiles hacen frente al calor con ventiladores ante la falta de medidas de Ayuso: "Es un peligro para los niños"

Las altas temperaturas y la nula climatización en los centros exponen a los niños a riesgos eléctricos o quemaduras por los tubos de aire caliente, y les impiden jugar al aire libre, según denuncian las familias y docentes.

Collage con imágenes de las escuelas infantiles Rosa Caramelo y Koala
Collage con imágenes de las escuelas infantiles Rosa Caramelo y Koala. Público

Con la llegada del verano y las temperaturas en aumento, muchos centros educativos de la Comunidad de Madrid están experimentando un verdadero calvario. Las promesas del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso de mejorar las condiciones de climatización no se han materializado, un año más, dejando a los niños y al personal docente en situaciones cuestionables, e incluso peligrosas y poco saludables.

El caso de las escuelas infantiles, donde acuden pequeños desde que son bebés y hasta los tres años, y se alcanzan temperaturas de más de 30 grados, clama al cielo. Es lo que viven, por ejemplo, los alumnos y las profesoras de las escuelitas de gestión indirecta Rosa Caramelo y Koala, ubicadas en Leganés. Allí, tanto familias como educadoras han alzado la voz para denunciar una realidad insostenible. También ha hecho lo propio Más Madrid en la Asamblea.

Nuria, madre de un niño de un año en la Escuela Infantil Rosa Caramelo, expresa su preocupación por las condiciones que sufren desde que el calor ha regresado. "Uno de los patios, donde salen los de uno y dos años, está sin toldos y es imposible que salgan a jugar. Las temperaturas son insoportables y los niños no pueden disfrutar del aire libre", cuenta.

Beatriz, profesora: "Todos los veranos las temperaturas superan los 36 grados dentro de las aulas"

Las familias y las trabajadoras del centro han solicitado de manera urgente mejoras en las instalaciones, pero la reacción de la Consejería de Sanidad, explica, es "siempre insuficiente". La Administración les ha proporcionado ventiladores y unos aparatos portátiles de aire, conocidos como pingüinos, que han distribuido entre las clases "como se ha podido". Sin embargo, se trata de unidades con una instalación "muy precaria", con bridas y cinta aislante, que "cuando se calientan y el plástico cede, el pegamento se deshace y hace que los tubos se caigan", cuentan a Público.

Actualmente, esta escuela cuenta con seis de estos aparatos para un total de siete aulas. "Además, su uso presenta peligros considerables para la seguridad de los niños, que pueden meter los dedos en las rejillas y hacerse daño. Los tubos de salida de aire caliente no están bien aislados y alcanzan temperaturas muy elevadas. Si un niño los toca, puede sufrir quemaduras graves. Por otra parte, la necesidad de cables o alargadores para enchufarlos incrementa el riesgo de accidentes eléctricos en las aulas", advierte Nuria.

Aparte de estos problemas, la potencia eléctrica de la escuela no soporta la carga de los seis aparatos, lo que provoca fallos constantes en la red. Unas condiciones se vuelven aún más peliagudas durante el mes de julio, cuando las temperaturas pueden alcanzar niveles extremadamente altos, abriendo la posibilidad de que tanto las profesoras como los bebés terminen sufriendo golpes de calor.

"Cualquier día nos puede dar algo"

Beatriz, una educadora infantil con cinco años de experiencia en el mismo centro, tampoco oculta su preocupación: "Todos los veranos las temperaturas superan los 36 grados dentro de las aulas. Llevamos años luchando con el Ayuntamiento y la Consejería por la instalación de aire acondicionado. La preinstalación está hecha, pero no nos lo ponen. En su lugar, nos mandan esos aparatos de hace 20 años que no son suficientes para enfriar los espacios", lamenta.

Nuria, madre: "Es frustrante ver cómo sufren y no poder hacer nada más que esperar a que pase lo antes posible"

El calor convierte las aulas, los pasillos y los baños en verdaderos hornos. "Las ventanas tienen que estar abiertas para que los tubos de los pingüinos puedan sacar el aire caliente, pero eso solo deja entrar más calor de la calle", comenta Beatriz. "Además, cuando tenemos que hacer los cambios de pañales después de la siesta, el calor en el baño es insoportable y cualquier día nos puede dar algo porque es que no quien lo aguante", expresa.

Este contexto altera directamente el bienestar de los pequeños "se ponen irritables, les cuesta concentrarse y muchos tienen problemas para dormir", explica Nuria. "Es frustrante ver cómo sufren y no poder hacer nada más que esperar a que pase lo antes posible", afirma.

"Es el negacionismo climático en acción"

En unas declaraciones para este medio, Manuela Bergerot, portavoz de Más Madrid en la Asamblea, ha denunciado la inacción del Gobierno regional y ha señalado que se trata de una muestra más del "negacionismo climático en acción" de Isabel Díaz Ayuso. "Estos días vemos imágenes de colegios poniendo parches porque Ayuso se ha negado un año más a tomar medidas", ha apuntado.

Manuela Bergerot: "Estos días vemos imágenes de colegios poniendo parches porque Ayuso se ha negado un año más a tomar medidas"

Este mismo jueves, la formación líder de la oposición ha presentado una iniciativa para crear una red de refugios climáticos que el Partido Popular ha votado en contra. "Yo les animo a que si pasan por una Iglesia y tienen calor, pasen; y pueden rezar un padre nuestro o no", han expresado desde la bancada los populares. Frente a esta dinámica, Bergerot apuesta por "proteger los colegios e institutos con sistemas eficientes como la aerotermia para que sean modelos de protección a las personas y edificios modelo de la transición ecológica".

Desde la Consejería de Educación responden a Público que e la Comunidad de Madrid "ha realizado 337 actuaciones para paliar el calor en los centros educativos, lo que ha supuesto una inversión de más de 3,1 millones de euros". "Gracias a este esfuerzo presupuestario se han instalado unidades enfriadoras en suelo radiante, unidades de refrigeración evaporativas y se ha procedido a la instalación de toldos y pérgolas, así como al cambio de ventanas", explican.

En la misma línea, cuentan que "este verano se instalarán unidades de aerotermia para climatización por suelo radiante (frío-calor) en otras 24 escuelas infantiles" y que "se han adquirido 420 unidades evaporativas para 168 centros".

Sin embargo, para las familias y las trabajadoras de estos centros a los que todavía no han llegado las mejoras, pese a las sucesivas peticiones, no es suficiente. Entre tanto, la frustración, la desesperación y la sensación de abandono va en aumento. "Hemos intentado de todo, pero no hay voluntad política para solucionar el problema. Los niños merecen estar en un ambiente seguro y confortable, y es responsabilidad del Gobierno proporcionar esas condiciones", reclama Nuria. Pero el verano apenas comenzando y las perspectivas no son alentadoras.

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