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Críticas de las plataformas ecologistas y vecinales por los planes de Illa de acelerar las renovables en Catalunya

Aunque Catalunya sigue a la cola del Estado en generación, la Xarxa Catalana per una Transició Energètica Justa pide la participación del territorio, incentivar la creación de comunidades energéticas y rechaza que se aceleren las tramitaciones.

18/03/2017 - paneles solares
Fotografía de archivo de un parque solar. PxHere (CCO)

Una de las primeras carpetas que ha abierto el nuevo Govern de Salvador Illa, cuando lleva un mes y medio en marcha, es analizar el estado de las energías renovables e iniciar el estudio de medidas para dar un paso adelante en la transición energética. De hecho, Catalunya hace años que se encuentra lejos de las cifras y objetivos marcados por la Unión Europea (UE) en el ámbito de la descarbonización. Ahora, en el Consell Executiu del pasado 17 de septiembre, el Departament de Territori, Habitatge i Transició Ecològica, después de admitir que "se necesita un impulso en la instalación de nueva potencia energética de origen renovable y que esta situación puede generar una desventaja competitiva para la economía del país", dio a conocer una serie de medidas para revertir la tendencia.

A la espera de su concreción, los representantes de las entidades ecologistas y plataformas ciudadanas surgidas en los emplazamientos donde se situarían piden diálogo y participación de los colectivos, recordando que los proyectos de despliegue de las energías renovables deben tener en cuenta, no sólo su impacto ambiental, sino su afectación en el entorno social.

Entre las medidas planteadas por la consellera de Territori, Silvia Paneque, se encuentran acelerar la tramitación y aprobación del Plan Territorial Sectorial para la implantación de energías renovables (Plater), negociar para garantizar la conexión a la red de las renovables necesarias para la transición energética en Catalunya, e incentivar las distintas tecnologías con medidas de simplificación administrativa que permitan reducir los plazos de tramitación y la carga burocrática de los proyectos. Además, también se recoge la necesidad de impulsar formas de generación hasta ahora poco explotadas en Catalunya, como la eólica marina o el biogás.

Sólo un 15% de la energía generada en Catalunya en 2023 procedió de fuentes renovables

Catalunya generó el 5,1% de la energía renovable en España en 2022, siendo la séptima comunidad que más produjo a partir de estas fuentes respecto al total de energía verde del Estado español. Así lo recoge el 'Informe de energías renovables', publicado por Red Eléctrica, encargada de gestionar el sistema de suministro eléctrico. Sin embargo, sólo un 15% de la energía generada en Catalunya en 2023 procedió de fuentes renovables. Si miramos 10 años atrás, la cifra era del 21%. De esta evolución se extrae que es la quinta comunidad que menos renovables ha instalado en los últimos cinco años. La diferencia entre ambas estadísticas es que la potencia se refiere a la capacidad instalada para generar energía a partir de fuentes renovables, mientras que la generación renovable alude a la cantidad real de energía producida a partir de fuentes renovables en un período de tiempo concreto.

Impacto en los ecosistemas

Incluso antes de presentar estas medidas, el Govern anunció que impulsaría la construcción de una pequeña plataforma de pruebas para la energía eólica marina en el Golf de Roses (Costa Brava) con el objetivo de recolectar datos científicos y objetivos que permitan determinar si esta actividad sería o no compatible con los ecosistemas de la zona. De forma inmediata, se ha constituido una plataforma de entidades contrarias al macro parque eólico marino del Golf de Roses, en concreto contra el Plemcat, el nombre que recibe la iniciativa que quiere testar la tecnología.

Catalunya debería haber puesto en servicio hasta ahora un total de 1.586,2 MW y sólo lo ha hecho con 139,19 MW

Los opositores al proyecto instan a que se tenga en cuenta la opinión de las organizaciones y los científicos, que alertan "de las consecuencias sobre la biodiversidad, la economía y el paisaje de la zona". Este debate y la oposición del colectivo se produce en un contexto de incumplimiento de los objetivos de la energía eólica establecidos en el ámbito de la Prospectiva Energètica de Catalunya 2050 (Proencat), un documento que orienta la transición energética hacia la neutralidad climática. Catalunya debería haber puesto en servicio hasta ahora un total de 1.586,2 MW y sólo lo ha hecho con 139,19 MW, 10 veces por debajo de lo fijado.

En una línea similar a las reacciones generadas en el Golf de Roses, Montserrat Coberó, miembro de la Xarxa Catalana per una Transició Energètica Justa, reclama que, para poner en marcha el Plan Territorial Sectorial para la implantación de energías renovables (Plater), se celebren las reuniones que se habían prometido con la gente del territorio, las administraciones locales y las plataformas y entidades vecinales. La Xarxa, que reúne a más de un centenar de entidades y plataformas de todo el territorio catalán, exige que a la hora de desplegar las energías renovables "se busquen los mejores emplazamientos posibles y que afecten lo mínimo a los espacios naturales, los ecosistemas, la calidad de vida y no reduzcan la soberanía alimentaria con la instalación de placas en terrenos donde ahora hay cultivos".

Aprovechar espacios en desuso

Incorporar criterios de sostenibilidad y no dejarlo todo en manos de los macroproyectos. Ésta es otra de las propuestas de Montserrat Coberó. Así, pone como ejemplo la cobertura con placas solares de una parte de la autopista AP-7. "Aprovechando los espacios antropizados, en desuso, se generaría hasta el 30% de la energía renovable que necesita Catalunya". Por otra parte, la miembro de la Xarxa Catalana per una Transició Energètica Justa precisa que las subvenciones de los fondos europeos Next Generation, dirigidas a la instalación de placas solares, de las que se aprovechan las grandes multinacionales, deberían destinarse a incentivar y estimular la creación de las comunidades energéticas, más orientadas a las necesidades reales de los territorios.

En relación con la posibilidad de acelerar los plazos para conceder las autorizaciones para los proyectos, una medida que contempla la Generalitat de Catalunya, Coberó matiza que "en estos momentos, las tramitaciones ya son demasiado poco cuidadosas, por lo que creemos que debería mantenerse o incrementar el nivel de exigencia respecto a la afectación a las personas y al entorno natural". Las entidades, plataformas y científicos coinciden en señalar que resulta aconsejable seguir un principio de prudencia, por lo que es preferible no construir una instalación de forma precipitada y buscar un nuevo emplazamiento antes de que se constituya una oposición ciudadana que denuncie el proyecto, lo detenga y finalmente se descarte.

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