Belarra y Montero proponen incluir en la ley de Familias un permiso por cuidado retribuido de hasta nueve días al año para atender a familiares o convivientes

El Ministerio de Derechos Sociales y el Ministerio de Igualdad pretenden incluir en la ley de Familias un permiso por cuidado retribuido de hasta nueve días al año para cuidar y atender a familiares o convivientes, con la intención de alcanzar cotas demandadas desde la Unión Europea.

El permiso podría ser de hasta un máximo de nueve días si se llevara a cabo un desplazamiento a otra comunidad autónoma y quedaría limitado a siete si no hay movilidad por medio. En estos momentos, la legislación española contempla solo dos jornadas para estos asuntos, "muy lejos de lo planteado desde la Unión Europea, que recomienda un permiso de este tipo de 5 días al año en la Directiva 2019/1158", aseguran desde el Ministerio. 

En palabras de Ione Belarra, ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030 del Gobierno, durante el acto de presentación de un libro blanco para un nuevo marco nacional sobre apoyo y protección familiar de este jueves, "España tiene que homologarse con otros países de la Unión Europea y establecer un permiso de cuidado, de al menos siete días al año por persona, que esté 100% remunerado". 

Según la ministra, equipararse a la UE dará más tranquilidad al trabajador: "Un permiso que te permita quedarte en casa cuidando a tus hijos cuando han pasado una mala noche vomitando, que puedas pedir el día para llevar al médico a tus padres o que puedas estar con tu pareja cuando esté enferma. En definitiva, un permiso que dará tranquilidad a las familias cuando necesiten estar cerca de los suyos", ha asegurado.

Además, la propuesta elimina la exigencia actual de que se trate de una enfermedad grave para poder hacer uso de este permiso retribuido, de tal forma que podría aplicarse en los casos de covid-19, aseguran desde el Ministerio.

La otra mejora que incluiría la reforma es la extensión de este permiso para cuidar a cualquier conviviente, que se sumaría al reconocido actualmente para personas en segundo grado de consanguinidad.