Casi dos de cada diez jóvenes ha sufrido algún tipo de agresión sexual durante el último año en España. Así lo concluye el primer estudio realizado en el país, con una muestra representativa, sobre violencia sexual en la adolescencia. Una serie de agresiones que son más prevalentes en chicas (24%) que en chicos (11,2%), si bien este segundo colectivo reporta con mayor frecuencia expresiones muy graves de estas violencias.

Del informe, liderado por Noemí Pereda –investigadora de la Universidad de Barcelona (UB)–, se infiere que la forma de victimización sexual más frecuente es la electrónica o la que tiene lugar en contextos online (12,1%), y la reportan un 18,3% de las chicas y un 5,9% de los chicos. Le sigue, con un 8,8%, la violencia sexual por pares (entre iguales), afectando a un 11% de las chicas y un 5,9% de los chicos.

A continuación, aparece las agresiones sexuales con contacto físico por parte de adultos, que alcanza el 3,1%. Y, por último, la explotación sexual que supone el intercambio de sexo por recompensas, como obsequios y dinero, afecta a un 2,6%.

Algunos tipos de violencias fueron significativamente más frecuentes en el caso de los varones, como es el caso de la agresión sexual con penetración o sexo oral por parte de una persona adulta conocida (1% frente al 0,3% de las chicas) y desconocida (1% frente al 0,4% de las chicas), así como la explotación sexual con penetración (1,2% frente al 0,5% de las chicas). 

En cuanto a la violencia sexual con contacto físico ejercida por adultos conocidos, fueron los padres los principales agresores. Mientras que respecto al resto de agresiones lo más frecuente es que procedan de compañeros o de amigos del colegio.

Un estudio pionero

Este estudio, presentado en el marco de la jornada Radiografía y prevención de la violencia en adolescentes –que ha tenido lugar en CaixaForum Madrid este miércoles–, supone un antes y un después en el análisis de victimización sexual en los adolescentes, ya que facilita el acercamiento a un problema de alta relevancia sexual pero todavía muy desconocido en España.

Los estudios llevados a cabo hasta el momento sobre violencia sexual son retrospectivos –se ha preguntado a adultos sobre sus experiencias en la infancia y adolescencia, o regionales– y no extrapolables al resto del país. En esta investigación se ha trabajado directamente con personas que están viviendo la adolescencia y juventud.

Noemí Pereda señala que "la violencia contra la infancia y la adolescencia tiene su base en la desigualdad en función de la asimetría de edad entre víctima y victimario, y no solo en función del género de sus víctimas; si bien, desde una perspectiva interseccional, el género incrementa el riesgo de violencia sexual en las niñas y adolescentes mujeres". 

La profesora de la UB destaca que un problema importante y muy poco estudiado en España es "la explotación sexual, que afecta a un 2,5% de las chicas y un 2,3% de los chicos". "Las cifras en Europa se sitúan entre el 1,5% y 2%, por lo que la realidad española supera este rango más alto", confirma Pereda.