Crece la resistencia en Argentina frente al avance de Milei contra la memoria y los derechos humanos
Miles de personas se han reunido en Buenos Aires para oponerse al vaciamiento de las políticas de derechos humanos y al ataque a los espacios de memoria.
Buenos Aires--Actualizado a
La Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) es el principal emblema del terrorismo de Estado en Argentina. Más de 5.000 detenidos por la dictadura iniciada en 1976 pasaron por este lugar de 17 hectáreas arboladas en pleno Buenos Aires, convertido en centro clandestino a solo unas cuadras del campo del equipo de fútbol River Plate. Allí fueron torturados, arrojados vivos al río o al mar en los llamados vuelos de la muerte, desaparecidos. Solo unos pocos sobrevivieron y dieron testimonio del horror desde adentro.
La ESMA es también desde 2004 el principal punto de memoria del país. Allí funcionan sedes de organismos de derechos humanos, como Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, el Archivo Nacional de la Memoria, la secretaría de Derechos Humanos de la Nación, o el Centro Cultural Haroldo Conti, y se realizan visitas guiadas al edificio donde se aplicaba electricidad, asfixia, o violación sobre los cuerpos de manera planificada y sistemática.
Allí se reunieron miles de personas con música en un acto político este sábado por la tarde, para oponerse a lo que denuncian como vaciamiento de las políticas de derechos humanos y ataque a los espacios de memoria, por parte del Gobierno de Javier Milei. El último suceso que despertó las alarmas fue el cierre por "reestructuración" del Centro Cultural Haroldo Conti –nombre de un escritor desaparecido por la dictadura– y los despidos en la Secretaría de Derechos Humanos, hechos ocurridos entre finales de diciembre y principios de enero.
"El Gobierno ataca las políticas de derechos humanos, justificando que es una reestructuración del Estado, pero es un profundo ataque a la memoria" explica Emiliano Hueravilo. Los padres de Hueravilo fueron secuestrados en 1977; su madre, Mirta Alonso de Hueravilo, estaba embarazada de seis meses y dio a luz en el campo de concentración: "Yo nazco en la ESMA, con mi madre estuve 22 días aproximadamente, tuve la suerte de que a los cuatro meses de vida me entregaron a mis abuelos paternos", cuenta.
Hueravilo se movilizó para defender la ESMA, la historia allí reunida y transmitida: "Es importante que las nuevas generaciones puedan recorrer la ESMA, explicarles qué fue ese centro, para seguir construyendo la memoria colectiva", dice. Esa memoria es la que busca disputar y desmontar el Gobierno.
La reestructuración como excusa
"Salta a la vista que no tiene que ver con ordenar la parte contractual o laboral, sino que primero generaron un desgaste durante todo el año, y luego un vaciamiento", explica Matías Manuele, uno de los cientos de trabajadores afectados de la secretaría de Derechos Humanos, organismo dependiente del Ministerio de Justicia de la Nación.
Manuele trabajó durante más de 14 años en la secretaría, en particular en el Centro de Asistencia a Víctimas de Violencias de Derechos Humanos Doctor Fernando Ulloa, centrado en "construir una política de Estado reparatoria en relación a los daños subjetivos causados por el terrorismo de Estado", política que se amplió luego a "todo tipo de violencia estatal". Una reparación desde el Estado por daños causados por el Estado, "el Estado que vuelve a enlazar, a alojar a esas víctimas que el Estado vulneró, dañó y violentó de la forma más brutal", explica Manuele, sociólogo de formación.
La política con la llegada de Milei cambió drásticamente: "Ha sido una gestión que en términos de gestión es un desastre, o mejor dicho, no le importa en nada el Estado. Los funcionarios que colocaron son inútiles, sin experiencia en el Estado", afirma Manuele. Así desgastaron a los trabajadores durante el año, "no solo con la amenaza del despido permanente, sino con una no política, o una no-gestión como política, no hubo recursos, lineamientos, metas, no hubo nada".
Por eso los despidos de fin de año fueron "la frutilla del postre" explica, el corolario de un plan para vaciar de presupuesto, políticas, sentido y finalmente de trabajadores, sin los cuales las instituciones quedan sin capacidad de acción.
"La memoria no puede generarse sin trabajadores", subraya al respecto Hueravilo, quien es también director de Derechos Humanos de la Asociación de Trabajadores del Estado de la provincia de Buenos Aires. "Estamos en alerta permanente y generando con todos los trabajadores las decisiones", explica. La alerta no es solo en el ámbito de los derechos humanos sino nacional en vista de la magnitud de los despidos de empleados estatales: casi 36.000 en 2024 según el Gobierno.
La disputa por la historia
"Hay antecedentes del avance contra la memoria y la lucha de los derechos humanos mucho antes de Milei. Él es el que está dándole carne y hueso a todo, pero ya venía pasando", explica María Victoria Barcia Boschiazzo, integrante de la agrupación Nietes formada en 2019. Nietes se define como "la tercera generación en lucha", y siguen a Madres y Abuelas de Plaza de Mayo nacidas durante la dictadura, y a la organización H.I.J.O.S, creada a mediados de los años noventa.
El antecedente inmediato al que refiere Barcia Boschiazzo es el del Gobierno de Mauricio Macri entre 2015 y 2019. En el caso actual señala que intentan no solamente que "esto quede en el olvido", sino "reescribir la historia". La búsqueda de disputa del pasado se vio el pasado 24 de marzo, fecha del aniversario de inicio de la dictadura que el Gobierno renombró como "Día de la Memoria, Verdad y Justicia Completa", negando la existencia de 30.000 detenidos-desaparecidos, o denunciando la ausencia de reparación para las "víctimas del terrorismo".
Barcia Boschiazzo señala en particular a la vicepresidenta, Victoria Villarruel, como parte de esa disputa: "Ella tiene un posicionamiento muy claro desde antes de ser vicepresidenta, avalando la teoría de los dos demonios, hablando de una guerra cuando fue el Estado el responsable de desaparecer, torturar, y lo hizo clandestina y sistemáticamente".
"Estos debates están puestos más en el entorno de Milei, en ciertos ideólogos que vienen a por las políticas de derechos humanos, y otros que no necesariamente sobre esas políticas por su contenido sino como parte de un tesoro, de una batalla cultural", explica Manuele por su parte.
La gran asistencia en la actividad en la ESMA el sábado con presencia de varias generaciones, evidenció la disposición de miles de personas a movilizarse en defensa de los espacios de memoria, sus trabajadores, las verdades allí construidas durante décadas de testimonios, investigaciones y juicios. Una fotografía de optimismo ante la ofensiva del Gobierno, como la que también ocurrió días atrás, cuando Abuelas de Plaza de Mayo anunció la restitución de la identidad del nieto número 138, nacido al igual que Hueravilo y otros bebés dentro la ESMA.
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