En Podemos no solo mantienen su decisión de presentar una candidatura propia a las elecciones de la Comunidad de Madrid, sino que han retomado los trabajos para materializarla. El terremoto político causado por la integración de Íñigo Errejón en Más Madrid y la salida de Ramón Espinar de la dirección regional había paralizado en cierto sentido la construcción del proyecto de la formación para la Comunidad.

Este lunes, los de Iglesias han constituido un “equipo técnico”, que asume todas las competencias de los órganos autonómicos, en Podemos Madrid. Este órgano ha retomado la actividad que estaba desarrollando la dirección, que se encargaba de las negociaciones para construir la candidatura y ha mantenido una reunión con Izquierda Unida para avanzar en las negociaciones de construcción de una confluencia en la región.

En el encuentro, ha explicado el responsable de relaciones políticas de IU Madrid, Álvaro Aguilera, ha habido “sintonía” en cuanto a la necesidad de buscar “una salida democrática a la situación compleja en la que nos econtramos”, y se han cerrado algunos flecos concretos, como resolver la situación de aquellos municipios en los que el acuerdo de confluencia estaba pendiente. Los partidos han acordado que en estos territorios se celebren primarias proporcionales en base al acuerdo marco alcanzado entre las formaciones a nivel estatal.

Pero más allá de la confluencia y de los acuerdos con otros partidos, en Podemos también han comenzado a despejar algunas cuestiones de su futuro en Madrid tras la marcha del que fuera su candidato a la Presidencia de la Comunidad, y de sus relaciones con el movimiento que ahora respalda a Errejón con el mismo objetivo, Más Madrid.

La portavoz de Unidos Podemos en el Congreso, Irene Montero, ha anunciado este lunes la intención de su partido de “cerrar heridas” y de reconstruir puentes” con el ya excandidato de la formación en la Comunidad para buscar la “unidad con todas las fuerzas progresistas”. La intención del partido en este sentido es la de construir su propia candidatura con las formaciones con las que ya existen acuerdos (como Izquierda Unida y Equo) y posteriormente integrar al resto de actores políticos del espacio progresista, incluido Más Madrid, en una “candidatura de unidad”.

Aunque desde la formación quieren aglutinar a todas las fuerzas posibles, también insisten en la necesidad de tener “objetivos compartidos” esenciales que puedan posibilitar acuerdos. Estos objetivos son el de echar al PP del Gobierno de la Comunidad, evitar un gobierno entre PP, Ciudadanos y Vox, y no respaldar en ningún caso un ejecutivo que cuente con la participación de los de Rivera. Estos “objetivos compartidos” que marcan los de Pablo Iglesias sacan necesariamente a Cs de cualquier posible coalición, pacto o acuerdo de gobierno.

El foco se centra ahora, antes de cualquier futura negociación con Más Madrid, en la construcción de la candidatura entre las formaciones que ya han acordado concurrir juntas a las elecciones. Tras la reunión mantenida entre el equipo técnico de Podemos Madrid e IU para avanzar en la confluencia, Aguilera explicó que hay que “superar y trascender el marco de Unidos Podemos en el ámbito de la Comunidad”, y añadió que “Unidos Podemos no es una marca viable” en Madrid.

IU se reunirá con Errejón

Montero insistió en este sentido en que las siglas debían mantenerse porque así lo habían decidido los inscritos de Podemos, pero desde IU Madrid precisan que, de momento, solo existe un “acuerdo marco” a nivel estatal que establece una serie de cuestiones, pero que deja cierta flexibilidad a la hora de constituir la marca.
Izquierda Unida tiene pensado reunirse con otras fuerzas políticas, también con Más Madrid, para explorar acuerdos y sintonías. Tras esta ronda de contactos, los de Alberto Garzón volverán a sentarse con Podemos para cerrar los detalles de la confluencia.

La construcción de la candidatura tendrá un punto de inflexión crucial en el Consejo Ciudadano que Podemos celebra el miércoles. Montero considera que Errejón no debe asistir al cónclave “por responsabilidad”, para que la formación pueda “hablar de política” y no de sus problemas internos.