Este artículo se publicó hace 2 años.
Quién susurró al oído de Feijóo para no renovar el CGPJ
En el mismo día, la portada de un periódico desveló los miedos del PP, Díaz Ayuso y Moreno Bonilla le dijeron que no cerrase el acuerdo del Consejo General del Poder Judicial y Feijóo terminó por congelar el pacto. Génova niega presiones.
Madrid-Actualizado a
En el mes de febrero, Alberto Núñez Feijóo arrastró todo su capital político de Galicia a Madrid anunciando su intención de devolver al Partido Popular a todas las mesas de negociación con el Gobierno de las que Pablo Casado se había levantado. Esta fue su carta de presentación tras el salto a la política estatal: "El PP estará sentado y será el último en levantarse para intentar pactar". Ocho meses después, Feijóo cumplió y logró un acuerdo con Moncloa para desbloquear el Consejo General del Poder Judicial, pero se levantó de la mesa el primero cuando solo quedaba firmarlo, convirtiéndolo en papel mojado. El lema ahora es otro: "Los acuerdos de Estado llegarán... con este PP y con otro PSOE". El retorno de Feijóo a la casilla de salida ha sido cuestión de horas y ha ensombrecido un liderazgo que, hasta ahora, parecía el más firme de todos los posibles. ¿Viró Feijóo por las presiones?
Félix Bolaños y Esteban González Pons habían conseguido cerrar el acuerdo para renovar el CGPJ el pasado martes por la noche y se iba a firmar este mismo viernes, según el Gobierno. El PP niega el primer dato, pero no el segundo. Aun así, hasta la mañana del jueves todo iba sobre ruedas para Génova y quedaba solo "una cosa de nada" para que el acuerdo se hiciese público. Pese a estar ajenos a las negociaciones, entre las filas populares se daba por hecho el pacto y se hacían quinielas sobre el día en el que se anunciaría.
Si bien es cierto que desde la semana pasada había entrado en escena una posible negociación paralela del Gobierno con ERC para reformar el delito de sedición y reducir las penas, el PP desligó las dos cuestiones desde el primer momento, dejando claro que no afectaba a las conversaciones del CGPJ. La 'numero dos' de Feijóo, Cuca Gamarra, fue tajante al respecto: "Son cuestiones distintas donde el PP tiene un papel diferente".
Una portada, una excusa y Feijóo se levantó
La cosa empezó a torcerse cuando el sector duro del PP, que niega la legitimidad de Sánchez y rechaza cualquier pacto con el Gobierno, alzó la voz. Primero fue una noticia publicada en la portada de el diario El Mundo este jueves bajo el siguiente titular: "El PP teme la reacción de la 'derecha política, judicial y mediática' al pacto del CGPJ".
Génova, en conversación con Público, negó la información: "No nos marca el paso nadie". Pero, a las pocas horas, Feijóo tensó un acuerdo que estaba hecho por unas declaraciones de María Jesús Montero sobre la reforma del delito de sedición que ella misma rectificó para ceñirse a la postura sostenida por el presidente del Gobierno una semana antes. Es más, fuentes de la dirección nacional del PP reconocían en esa misma conversación la rectificación de la ministra de Hacienda. Sin embargo, fue suficiente como para que Feijóo descolgase el teléfono, llamase a Sánchez y le exigiese (ahora sí) vincular el cambio del delito de sedición a la renovación del CGPJ. El presidente del Gobierno lo consideró un chantaje, le dijo que no y Feijóo volvió a bloquear las negociaciones sobre el CGPJ, caducado desde hace cuatro años.
Ayuso y Moreno al teléfono
Entre medias vino un mensaje de Isabel Díaz Ayuso, que, desde Galicia, le dijo al gallego que no renovase el órgano de gobierno de la judicatura. Fuentes cercanas a la presidenta madrileña aseguran a Público que el contacto entre Feijóo y ella es frecuente y constante y que esta no era la primera vez que se lo decía, aunque sí la primera en la que le hizo caso. En la Puerta del Sol están contentos.
En público, Ayuso ya había dicho lo suficiente como para que se la entendiese. Preguntada en Ordes (A Coruña) por el inminente pacto entre PP y PSOE para renovar el CGPJ aseguró que ya había dicho "lo que corresponde a quien corresponde" por "absoluta lealtad". Y se apartó de la polémica: "Me corresponde por eso en estos momentos no entorpecer o molestar o ser un problema para nadie". Antes de que acabase el día, Feijóo le hizo caso.
También opinó Juanma Moreno Bonilla- el dirigente más cercano al líder de la oposición- recomendándole, como Ayuso, romper el pacto. "Efectivamente, ayer después de escuchar a la ministra Montero, el presidente Moreno estuvo en contacto con Feijóo y le trasladó que es absolutamente inaceptable que el Gobierno juegue con dos barajas", contó este viernes el portavoz de la Junta de Andalucía, Ramón Fernández Pachecho.
Lo cierto es que no es nuevo que Ayuso se opusiese al acuerdo con el Gobierno, teniendo en cuenta que lleva semanas manifestando que "Sánchez no es de fiar" y que representa a la corriente popular más reacia a los pactos con el Ejecutivo. En el caso de Moreno Bonilla, con un perfil y un discurso más parecido al de Feijóo, la novedad es mayor.
La dirección de Feijóo niega que recibiesen presiones para bajarse del acuerdo en el último momento y, si las hubiera, aseguran, no surgirían efecto. Pero las voces de Ayuso y Moreno al otro lado del teléfono de Génova, justo en un momento en el que las encuestas parecen no agasajar tanto al líder conservador, han colocado la primera sombra sobre la autonomía del liderazgo de Feijóo. Algo que el partido le atribuyó incluso antes de coronarlo. Algo que el partido le atribuyó incluso antes de coronarlo.
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