Sumar o restar: la división de la izquierda en Galicia con la que Rueda y Feijóo se frotan las manos
PSOE, BNG y Sumar superaron en votos el 23J a PP y Vox en las circunscripciones gallegas, pero la ruptura entre Podemos y el partido de Yolanda Díaz podría beneficiar la mayoría absoluta de Rueda y Feijóo.
A Coruña--Actualizado a
En las últimas elecciones generales la suma de votos de la izquierda superó en Galicia a la de la derecha en casi 30.000 sufragios. El 23J fueron más de 805.000 para PSOE, Sumar y BNG frente a los 776.513 de PP y Vox.
Quienes creen que es posible desplazar al PP del poder gallego en las próximas elecciones autonómicas, después de 14 años de mayorías absolutas al frente de la Xunta que ahora preside Alfonso Rueda, utilizan ese argumento para defender que hay partido. Que si la izquierda y el nacionalismo se lo montan bien, el cambio está al alcance de la mano.
La vicepresidenta segunda del Gobierno y líder de Sumar, Yolanda Díaz, apeló este sábado a esa tesis durante el acto de presentación de la plataforma de su partido en A Coruña, que todavía no tiene candidato. A la misma hora, Pedro Sánchez impulsaba al suyo, José Ramón Gómez Besteiro, abriendo la convención política de los socialistas gallegos.
Caminar juntas
"Tenemos que caminar juntas", dijo Díaz, apelando y citando expresamente a PSOE y BNG -cuya líder, Ana Pontón, aparece en las encuestas como la candidata mejor valorada y con más posibilidades de suceder a Rueda-, pero sin mencionar siquiera con un guiño dialéctico a quienes hasta ahora le habían abierto camino en Galicia.
Es decir, Podemos, Esquerda Unida, Anova y las mareas. Sin ellos, creen algunos, Sumar lo tendrá muy complicado para ni siquiera entrar en el Parlamento de Galicia. Para otros, en cambio son un lastre.
"En las generales sacamos 175.000 votos y dos diputadas y quedamos por encima del Bloque [152.000]", explica uno de los 50 miembros de la plataforma de Sumar Galicia. "Y desde entonces [ la figura de] Yolanda se ha reforzado", añade. "¿Por qué no vamos a repetir o mejorar resultado?", afirma.
Frente a esa tesis está la de quienes recuerdan que Sumar no tiene estructura orgánica en Galicia más allá de la que le proporcionaban sus anteriores aliados y de sus 50 nuevos mejores amigos. Por lo que se enfrenta a una campaña en la que tendrá que empezar casi de cero e incorporar a marchas forzadas militantes y cuadros dispuestos a trabajar por ella.
Declive
El espacio político que llevó a Díaz a convertirse en una figura política de primer orden, que se configuró en torno a Podemos, el 15M, las mareas y el nacionalismo escindido del BNG, llegó a ser la segunda fuerza política del país con más de 408.000 votos en el 2015. Pero desde entonces se ha ido deteriorando progresiva e inoxerablemente, transmitiendo una poco edificante imagen de peleas constantes y de cambios de nombres, marcas y líderes tan recurrentes como poco exitosos.
Tanto, tanto que hay quienes incluso auguran que ni siquiera la vicepresidenta podrá recuperarlo. Menos aún si no advierte de que a Podemos le queda poco que perder
Si los de Ione Belarra y Borja San Ramón -el coordinador nacional de Podemos Galicia, un cuadro político excepcional del que no se entiende que la vicepresidenta haya decidido prescindir tras años de leal fontanería- deciden presentar y pelear una candidatura alternativa, pueden minar sus expectativas.
Mientras tanto, PSOE y BNG echan cuentas para saber si la división de ese espacio les beneficia o no. Si Díaz obtiene representación en las autonómicas gallegas, es evidente que restará posibilidades a Rueda. Pero si no, los votos que se lleve sólo sumarán, paradójicamente, para renovar la mayoría absoluta de la que disfruta Rueda y, a la vez, reforzar la posición de Feijóo.
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