Este artículo se publicó hace 5 años.
EXCLUSIVA | Consejo de la PolicíaPurga interna en el sindicato policial CEP tras la victoria derechista en la dirección nacional
La caza de brujas emprendida desde Madrid por la nueva Ejecutiva de la Confederación Española de Policía (CEP) provoca la dimisión en bloque del Comité Provincial de Valencia, en solidaridad con el expulsado secretario regional, y dinamita la organización
Carlos Enrique Bayo
Madrid/Valencia--Actualizado a
El auge del populismo derechista está socavando las organizaciones sindicales en el Cuerpo Nacional de Policía. Tras el ascenso meteórico de Jusapol/Jupol con su mensaje de "regeneración" al estilo del de Ciudadanos, otros agentes y oficiales de clara ideología ultra han logrado cargos de alta dirección en importantes sindicatos policiales, como la Confederación Española de Policía, en la que el extremista César Augusto Alvarado logró la secretaría general de Madrid y el primer puesto de la CEP en las elecciones al Consejo de la Policía.
Y ese tsunami populista interno ya está dinamitando la CEP, al haberse desencadenado una auténtica caza de brujas contra los delegados críticos de esa nueva deriva y fieles a la experiencia del trabajo sindical serio para resolver los problemas laborales cotidianos del cuerpo.
La gota que ha desbordado el vaso del descontento en la CEP ha sido la purga arbitraria del popular secretario provincial y regional de Valencia, Francisco Estacio Mejías, quien había quedado segundo en la votación de la Asamblea Nacional de abril para los candidatos a las vocalías del Consejo de la Policía, pero que fue sancionado sólo un mes después por la nueva Junta Gestora con la clara intención de impedir que se presentase a las elecciones.
Estacio, quien llevaba diez años al frente del segundo comité representativo de la CEP más grande de España –y, por tanto, un auténtico pilar de esa organización sindical– fue sancionado a tres meses de inhabilitación en una Asamblea Extraordinaria convocada para tal fin a sólo 40 días de las elecciones del Consejo de la Policía, pero cuando ya había pasado más de un año de los hechos que presuntamente motivaban la sanción.
Sancionado para impedir que se presentase al Consejo
Y el motivo de esa sanción fue, precisamente, que Estacio se había solidarizado –en abril de 2018– con el secretario regional de Andalucía Oriental, Fernando Ramón Calderón, cuando fue expulsado en una Asamblea Nacional como la que ahora se ha montado para expulsarlo a él.
Porque cuando su sanción estaba a punto de concluir, a finales de julio, la nueva dirección de la CEP presentó una nueva propuesta sancionadora para su expulsión definitiva del sindicato... del veterano dirigente valenciano que había sido reelegido poco antes al frente de la comunidad y de la provincia con los votos del 100% de los afiliados allí.
La persecución había sido descarada, puesto que sólo días después de su primera sanción se presentó en la sede regional el número dos de la gestora de Madrid, Manuel Núñez Barragán, para coaccionar a su sustituto temporal en la secretaría valenciana, Saúl Iglesias González: o convencía a Estacio de tenía que dimitir o él mismo renunciaba y les dejaba manos libres para configurar también allí una gestora y cambiar la dirección regional a su antojo.
Denuncia judicial por coacciones para que dimitieran
"Le decían que habíamos cometido irregularidades contables", explica Estacio a Público, "y suerte de que en esa visita estaba también presente el presidente de la Comisión de Finanzas, que es un órgano externo que no pertenece a ningún comité, sino que es un órgano que vela por la integridad económica del sindicato y audita las cuentas".
"Saúl le preguntó si se había cometido alguna irregularidad mientras yo estaba como secretario general, y respondió que precisamente, Valencia era el comité más pulcro en cuanto a la rendición de cuentas y sería tomado como ejemplo para el resto de la organización. Lo dijo públicamente, pues además de Barragán había allí más gente, y tenemos pruebas de ello".
Pero la presión fue tan fuerte para obligarlos a dimitir que después, Iglesias se fue al Juzgado de Guardia y presentó una denuncia por coacciones contra Núñez Barragán. Denuncia que ha prosperado y actualmente se tramitan diligencias previas (1025/2019) en el Juzgado de Instrucción Número 7 de Valencia.
Y la purga no se desarrolla sólo en Valencia, sino que se extiende también en otras regiones, como Andalucía o Aragón, con la clara intención de apartar de los cargos de responsabilidad a todos los que han llevado el peso del trabajo cotidiano de la CEP durante estos años.
"Soy expulsado como un perro", denunció Estacio, y toda la Ejecutiva provincial de Valencia dimitió para ir con él a la UFP
Sin embargo, la operación contra el líder sindical valenciano está haciendo implosionar el sindicato, porque Estacio difundió el 23 de agosto una sentida y sonada carta abierta de dimisión [reproducida íntegramente al final de este artículo], en la que escribió: "Soy expulsado como un perro".
Y el 6 de septiembre Saúl Iglesias también envió a los compañeros un largo mensaje anunciando su salida de la CEP –y la dimisión en pleno de todo el Comité Ejecutivo provincial– para incorporarse a la Unión Federal de Policía (UFP) "de la mano de Fran Estacio". [Se puede leer el mensaje íntegro al final de este artículo]
"A mi juicio, y el de muchos otros, esto es una maniobra de la nueva dirección para hacerse con todo el poder, poniendo a gente de su cuerda y decapitando a todos los que no les gustan", explica Estacio a Público.
"Lo están haciendo en el sur y en muchas provincias, pero hasta ahora estaban todos atemorizados porque han visto lo que han hecho conmigo y se dicen: 'Si hacen esto con Fran, ¿qué no harán con nosotros?'… Es gente que sigue dentro y que está esperando, pero se van a ir, se van a ir. El CEP lo han dinamitado".
Ciertamente, el futuro de la CEP es bastante incierto, por mucho que Barragán comunicase este lunes al jefe superior de Policía de la Comunidad de Valencia el nombramiento de una Comisión Gestora de la CEP allí, formada por tres miembros. Curiosamente, el primero de ellos –temporalmente secretario general provincial y regional–, Sergio Gallego García, estuvo vinculado al ex Director Adjunto Operativo (DAO) Eugenio Pino cuando este último dirigió la brigada política de Interior en la que participaba el comisario Villarejo, y sigue muy ligado a la derecha dura.
Fuga masiva de delegados provinciales hacia la UFP
"En Valencia, de los 83 delegados en la provincia, más de sesenta y tantos ya se han ido con nosotros a la UFP. Y esto es algo que a nosotros nos satisface, porque pensamos que hemos hecho las cosas bien cuando la gente está con nosotros", continúa Estacio.
"Esa fuga generalizada de delegados ya se ha producido y ahora están trayendo a gente diariamente y están viniendo todos los afiliados con nosotros. Y sé que va a ocurrir en otros comités provinciales de España", afirma el ya exlíder de la CEP en Valencia.
"En otras delegaciones va a pasar lo mismo, porque puede haber diferencias políticas, distintas tendencias, dentro de una misma organización, pero hay ciertos límites que no deben rebasarse nunca y ciertamente los han cruzado"…
Nuevos dirigentes de la CEP cobran pluses de dedicación en la Secretaría de Estado pese a estar liberados
Además, los actuales líderes de la CEP, que subieron arrasando con consignas de regeneración muy similares a las que enarbolan Jusapol y Jupol, no pueden presumir precisamente de limpieza, pues se han aprovechado de sus puestos sindicales: el nuevo secretario general de la CEP, el oficial Víctor Martínez Vigil, lleva tiempo cobrando el plus de dedicación (cerca de 400 euros/mes) por estar asignado a la Secretaría de Estado de Seguridad, al mismo tiempo que disfruta del estatus de liberado sindical. Hasta 2015 estuvo recibiendo un sobresueldo de la CEP pese a percibir también su salario como liberado, según fuentes sindicales.
Otro de los hombres fuertes de la nueva CEP es el inspector Alberto Negri, encargado de Asuntos Jurídicos y también con el sustancial plus del Gabinete Técnico del DAO, y ha cobrado simultáneamente como coordinador de formación del sindicato y por dar clases en una conocida academia, es decir, la competencia.
Aunque lo más grave es que con esta operación de acoso y derribo para dinamitar el CEP –que ahora parece condenado a ser absorbido por el poderoso SUP–, se está dejando a los afiliados sin asistencia local experimentada y dedicada.
"Jusapol ha ganado con un discurso populista y creo que Vigil se equivocaba hace unos meses cuando también hacía un mensaje hacia el exterior de regeneración, cuando a mi juicio esa parcela ya estaba ocupada por el sindicato Jupol", opina Estacio. "Quien quería un cambio se iba con ellos y nosotros teníamos que haber defendido la experiencia, la confianza y el trabajo serio. Ahí ha comenzado la deriva de la CEP".
"Sé que en Jusapol/Jupol están teniendo problemas ahora para abrir sedes provinciales, porque cualquiera vale para el sindicalismo éste del hacha y las voces, pero sentarse detrás de una silla y atender los problemas de la gente día a día, es mucho más complejo", subraya Estacio. "Parece que están teniendo serios problemas en abrir comités. No tienen gente capacitada, gente preparada; les falta gente con ganas de sacrificarse trabajando por los intereses de los demás".
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