Este artículo se publicó hace 3 años.
El PSOE abre oficialmente la guerra por el liderazgo del partido en Galicia
El presidente de la Deputación de A Coruña, Valentín González Formoso, presenta este jueves su candidatura contra el actual secretario xeral, Gonzalo Caballero.
A Coruña-
El PSOE acaba de abrir la batalla por el liderazgo del partido en Galicia, un proceso que enfrenta a las dos facciones que conviven en la formación y que probablemente va a dejar heridas abiertas sea cual sea el resultado final del congreso que los socialistas gallegos celebrarán el próximo mes de diciembre, tras las primarias para elegir a su secretario general.
De un lado se sitúan los partidarios de quien ocupa hoy ese cargo, Gonzalo Caballero, portavoz del Grupo Socialista en el Parlamento de Galicia. Del otro, el presidente de la Diputación de A Coruña, secretario provincial del partido y alcalde de As Pontes, Valentín González Formoso, quien anunciará este jueves su candidatura en un acto en su municipio.
Entre ambos se sitúan el aparato del partido en Madrid, que ha prometido neutralidad, y una militancia desencantada por los malos resultados electorales en las autonómicas desde que el PSOE perdió el Gobierno de la comunidad hace doce años, cansada de las batallas internas que lo han lastrado desde entonces y a la que no parece entusiasmar ninguno de los dos candidatos.
Gonzalo Caballero llegó a la secretaría general hace cuatro años, con el partido dirigido por una gestora tras la dimisón de José Ramón González Besteiro, ex presidente de la Diputación de Lugo, quien cayó víctima de las penas de telediario que le impuso una imputación judicial por corrupción que finalmente se demostró infundada.
Caballero se aupó al liderazgo del PSdeG contra la maquinaria del aparato en Galicia, incluido su tío Abel, alcalde de Vigo y presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), quien le negó entonces su apoyo y con quien había mantenido sonadas diferencias públicas.
Caballero prometió recoser la formación y devolverle su capacidad para competir con Feijóo y con el BNG
Una vez al mando del partido contra todo pronóstico, Caballero prometió recoser la formación y devolverle su capacidad para competir con Feijóo y con el BNG, pero su proyecto se vio truncado por los malos resultados de las autonómicas del año pasado, cuando se demostró incapaz para aprovechar el descalabro de las mareas para sumar con los nacionalistas y evitar la cuarta mayoría absoluta del PP.
Caballero subraya que, pese a todo, el partido está fuerte en Galicia porque gobierna cinco de las siete grandes ciudades y tres de las cuatro diputaciones provinciales. Pero desde los comicios de julio del 2020, que lo ubicaron como tercera fuerza en la Cámara autonómica, ha tenido que lidiar con las voces críticas que le niegan validez como candidato a la Xunta y como secretario general del PsdeG, y con algunas operaciones de desgaste en los medios de las que su entorno responsabiliza al propio González Formoso y a José Manuel Lage Tuñas, teniente de alcalde en el Ayuntamiento de A Coruña que preside Inés Rey y secretario de organización provincial en la ejecutiva de Formoso.
El anuncio del alcalde de As Pontes ha abierto una batalla en la que los cargos de representación con los que cuenta el PSOE en Galicia han empezado a posicionarse tibiamente y entre líneas, sin dar su apoyo explícito a ningún candidato aunque sí dando pistas sobre sus preferencias.
La alcaldesa de A Coruña celebró que existan "diferentes candidaturas", pero no citó a Caballero y sí a González Formoso, a quien el alcalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo, también definió como "un candidato sólido". El presidente de la Diputación de Lugo, José Tomé, se inclinó por "esperar" a que se agote el plazo de presentación de candidaturas para adoptar alguna posición, mientras que la presidenta de la Diputación de Pontevedra, Carmela Silva, lamentó que ninguno de los que se han presentado hasta ahora —nada parece indicar que vaya a haber más— sea una mujer.
La posición de Silva coincide con la de su mentor, Abel Caballero, quien rechazó el martes valorar a ninguno de los candidatos. "Yo no estoy en esto, yo estoy en la Alcaldía, en la presidencia de la FEMP y en la Ejecutiva Federal del PSOE, de la que soy miembro nato como presidente de la FEMP. Ese es mi ámbito político, el resto lo observo y le presto atención, pero no entro a valorarlo", dijo.
La posición del alcalde de Vigo es fundamental, pues es en la provincia de Pontevedra y en Vigo -la ciudad más poblada de Galicia y con más militantes del PSOE- donde probablemente se libre buena parte de la batalla.
Fuentes del entorno de Gonzalo Caballero restan importancia al hecho de que su tío no le haya manifestado su apoyo y niegan que su posición vaya a ser la misma que hace cuatro años. "Las relaciones se han reconducido y la situación ahora es muy distinta. Abel tiene un electorado muy transversal en su ciudad y probablemente quiere alejarse del ruido de este proceso. Puede que no vaya a hacer campaña por Gonzalo, pero lo que está claro es que por quien no la va hacer seguro es por Valentín", afirman.
Caballero presentó su candidatura el martes en Pontevedra llamando a la unidad del partido. "Hay que decidir entre un proyecto galleguista, ecologista, feminista y de izquierdas", dijo, o retroceder a un sistema "de baronías y virreinatos".
Se refería a la alargada sombra de su predecesor, Gómez Besteiro, quien según algunas fuentes estaría también detrás de la candidatura de Formoso tras haber pactado con él y con Lage Tuñas su apoyo para presentarse como candidato a las autonómicas. Un papel para que algunos reservan, sin embargo, al delegado del Gobierno y ex alcalde de Ames, José Miñones, quien sería el preferido de Ferraz y del propio Pedro Sánchez.
Caballero también habló de integración, dando a entender que estaría dispuesto a acercar posiciones para acordar una solución que impida visualizar el conflicto interno que vive el partido, y que se manifestará con toda su crudeza con dos candidaturas tan enfrentadas. Pero parece que en lo único en que coinciden las fuentes consultadas por Público en el entorno de los dos aspirantes es que esa posibilidad parece completamente descartada.
Ayer, en As Pontes, González Formoso eludió dar pistas sobre esa opción, y se limitó a anunciar "una campaña en positivo" que desarrollará en torno a los mensajes "de ilusión y aportación de ideas" que, a su juicio, esperan la militancia socialista y la sociedad gallega en general.
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