Este artículo se publicó hace 4 años.
Encuesta electoralAntes de la pandemia, Vox seguía en auge y Podemos remontaba, según los sondeos
La foto fija que hicieron las encuestas justo antes de la tragedia del coronavirus reflejaba un electorado conforme con el nuevo Gobierno de coalición, pero sin ilusión ya por los dos grandes partidos, que permanecían estancados mientras subían Vox y Unidas Podemos, y Ciudadanos se hundía. Imagen congelada que habrá que comparar con la nueva era que emerja después del virus
Carlos Enrique Bayo
Madrid/Barcelona-
Después de la pandemia ya nada será igual. Pero la comparación del retrato del electorado justo antes del coronavirus con el panorama político que reflejará la opinión pública tras la trágica emergencia será muy reveladora de cómo la ciudadanía ha valorado las causas, las consecuencias y la gestión de la más grave crisis padecida por la España moderna.
Por tanto, el gabinete demoscópico Key Data ha considerado de especial interés elaborar un nuevo desk research –en su Observatorio Continuo para Público– de los últimos sondeos electorales publicados antes de la declaración del estado de alarma. El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) fue el que difundió la encuesta final, cuyo trabajo de campo se hizo entre el 1 y el 11 de marzo, cuando todavía no éramos conscientes de la catástrofe que se nos venía encima.
En el Barómetro del CIS, la sanidad quedaba tercera entre las preocupaciones de los encuestados
Prueba de ello es que en el Barómetro del CIS la sanidad aparecía como la tercera preocupación de los ciudadanos, citada por sólo uno de cada cinco entrevistados, muy lejos del problema citado en primer lugar, el paro, que era señalado por un 60% de los encuestados. De hecho, y a pesar de que a principio de mes la pandemia era conocida por la práctica totalidad de la población, se apreciaba un cierto distanciamiento hacia ella. Incluso un 28% afirmaba seguir con poco o ningún interés las noticias relacionadas con el coronavirus.
En ese momento, tan diferente del actual, las encuestas reflejaban un electorado conforme con la gestión del Gobierno de Pedro Sánchez, pero poco convencido con los dos grandes partidos tradicionales, ya que no los hacía salir del estancamiento (en apoyo popular) ni la ilusión por la novedad del primer Ejecutivo de coalición de la democracia ni la agresiva oposición de Pablo Casado, rivalizando con la ultraderecha en sus ataques en todos los frentes.
Tal como se puede apreciar en la siguiente tabla completa de estimaciones de Key Data, comparadas con los resultados de las pasadas elecciones generales, tanto el PSOE como el PP permanecían estancados en el número de votantes que les apoyaban –con una variación con respecto a noviembre tan mínima como la prevista en cuanto a la participación–, aunque ambos perderían algún escaños (uno y dos, respectivamente) según los cálculos de la Ley d'Hondt:
Unidas Podemos y Vox eran los únicos partidos que crecían
"En cambio, el menor protagonismo de Pablo Iglesias y su actitud ponderada permitió a Unidas Podemos detener la tendencia a la baja de meses anteriores y crecía en intención de votos y escaños", explica Paz Álvarez, de Key Data. "Ciudadanos, en pleno proceso de primarias en el momento del trabajo de campo, continuaba en caída libre y Vox iba perfilando una oferta nítida, que le hacía ganar votos y escaños".
En definitiva, eran Vox –con casi un punto más de los votos válidos, hasta alcanzar el 16%– y Unidas Podemos –con 200.000 votantes más hasta rozar los 3,3 millones– los que se beneficiaban del nuevo escenario político, con ganancias de cinco y dos escaños, respectivamente. Mientras que el hundimiento de Cs continuaba imparable: perdía otros 137.000 votos y quedaba con dos escaños menos (sólo 8), según las estimaciones de Key Data.
En cualquier caso, el precario equilibrio parlamentario que permitió la investidura de Sánchez variaba bien poco. En su conjunto, la derecha (PP+Vox+Cs) sólo sumaba un escaño más que antes (152), mientras que las izquierdas (PSOE+UP+MP) quedaban exactamente igual que en noviembre (sumando 158 parlamentarios), al perder un diputado Más País, cuya caída a sólo el 2% de los votos válidos (por detrás incluso de Junts per Cat en número total de sufragios) demostraba el fracaso de la escisión de Íñigo Errejón.
Los partidos nacionalistas mantenían sus posiciones
En cuanto a los partidos nacionalistas, todos ellos permanecían con el mismo número de diputados que antes, confirmándose el afianzamiento del liderazgo en Catalunya del partido de Oriol Junqueras, cuya ERC superaba claramente a JxC, con una ventaja 5 escaños y más de 300.000 votos.
En Euskadi, tanto el PNV como EH-Bildu mantenían el mismo nivel en votos y escaños.
Por comunidades, las variaciones tampoco eran casi apreciables, como se puede ver en el siguiente gráfico interactivo (pasando el cursor sobre las barras aparecen los datos completos):
El PP perdía sendos escaños en el País Valencià (en beneficio del PSOE) y Castilla y León (donde iba a parar a Vox); y Ciudadanos los perdía también en la Comunidad Valenciana (esta vez, en beneficio de Unidas Podemos) y en Andalucía (engrosando allí las filas de Vox). UP ganaba otro diputado en Catalunya (procedente del PSC).
Las otras ganancias de Vox se producían en Galicia, Castilla-La Mancha (un escaño más en cada una) y Andalucía, sumando allí dos diputados más que antes al arrebatar otro al PSOE por el reparto de los restos según las reglas de d'Hondt.
Empero, todas estas estimaciones quedarán, sin duda ninguna, profundamente modificadas por las consecuencias de la terrible pandemia que padecemos. Y esos cambios de panorama político reflejarán cómo transformará el virus al electorado.
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