Ninguna mujer desde el 79: 222 municipios cuyos plenos aún son exclusivamente masculinos

Germán Matellán detiene el coche para atender el teléfono. Además de taxista, es el alcalde de Riofrío de Aliste (Zamora), municipio cuyo consistorio lidera de la mano del PP desde hace cinco años. "Aquí no se cobra por ser alcalde", explica. Por eso, cuenta, montó la empresa de transportes.

En todo el tiempo que Matellán lleva al frente del ayuntamiento ninguna mujer ha ocupado un lugar en el equipo de gobierno o en la oposición. Tampoco en las 10 elecciones que se han celebrado anteriormente en el municipio. Riofrío de Aliste es uno de los 222 pueblos en España que jamás han tenido una concejala en la historia de la democracia.

Todos ellos tienen características comunes. Se trata de pueblos pequeños del interior de la península, rurales, y todos ellos de menos de 1.000 habitantes. Riofrío de Aliste es el de mayor tamaño, con 632 vecinos censados en su término municipal.

El 50% de estos municipios se concentran entre las provincias de Soria, Teruel, Burgos y Zaragoza, aunque este fenómeno también se da en Guadalajara, La Rioja o Palencia. Son parte de lo que se conoce como la 'España vaciada'.

"Hubo una época en que las mujeres jóvenes parecían nómadas", relata Matellán. "No había mucho trabajo y emigraron". Cuenta que poco a poco la situación ha ido cambiando, aunque no lo suficiente como para romper con esta tendencia.

Este 28M, su candidatura incluía a una mujer en séptima posición y en el municipio había en juego siete concejalías. Los populares hasta ahora tenían seis y esperaban quedarse con el asiento que ocupaba el único edil de Ciudadanos, pero no fue así. Al ser preguntado por la posibilidad de colocar más arriba a una mujer en las listas, asegura que son ellas las que "no quieren", pero que "en las próximas elecciones tiene que haber mujeres [en el consistorio] sí o sí".

Año tras año, el número de municipios que nunca han tenido representación pública femenina ha ido descendiendo progresivamente. Sin embargo, si se tienen en cuenta a aquellos pueblos que en algún momento de la democracia tuvieron al menos a una mujer en el pleno, pero que tras este 28M vuelven a estar integrados exclusivamente por varones, esta cifra se eleva a los 1.016 municipios.

Aún así, la tendencia en ambos casos es descendente. Entre la última legislatura y la iniciada el 17 de junio de este año, el número de consistorios sin mujeres se ha reducido un 17%, mientras que el caso específico de aquellos pueblos que nunca habían tenido mujeres al frente han decrecido un 26,5%, pasando de 302 a 222. Es decir, que en los últimos cuatro años, las mujeres se han incorporado a los plenos de 80 localidades que hasta el momento estaban absolutamente masculinizados.

En los últimos 4 años, las mujeres se han incorporado a los plenos de 80 pueblos  en los que sólo había hombres.

Esta tendencia se debe, en parte, a los avances legislativos en el ámbito electoral. La Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres aprobada por el Gobierno socialista de Zapatero, obliga a que en cada tramo de cinco puestos de las listas electorales, alguno de los dos géneros ocupe al menos el 40% de los puestos. La cara B de esta medida es que, muchas veces, las mujeres quedan relegadas al cuarto o quinto puesto.

Para solventar esta problemática, en Andalucía, Illes Balears y Castilla-La Mancha han instaurado las 'listas cremallera'. Este modelo obliga a intercalar a hombres y mujeres en las listas de cada candidatura, con el objetivo de lograr listas paritarias.

Pero esta fórmula también tiene limitaciones, ya que continúan siendo los hombres los que encabezan las listas electorales. Es decir, si un partido pequeño consigue únicamente un escaño, es posible que se lo lleve un varón.

Para la politóloga Noelia Adanez, cree que más allá de las cuotas, son los avances del movimiento feminista y el poso que han dejado "lo que más ha influído en el aumento de la presencia de las mujeres en política".

Los 80 municipios que han estrenado concejala

Lourdes Pérez es teniente de alcalde de Marracos, un municipio de 91 habitantes al norte de Zaragoza (Aragón). Es la primera mujer que desempeña un cargo electo en este pueblo con una corta vida que, hasta 1991, dependía de la localidad vecina. "Ya era hora", comenta. Este pueblo zaragozano es uno de los 80 municipios que han estrenado una edil femenina tras el 28M.

También lo han hecho Castillonuevo (Navarra), Campillo de Dueñas (Guadalajara) o Gisclareny (Barcelona) y otros tantos repartidos especialmente entre Burgos y Teruel, donde se concentraban la mayoría de los pueblos de estas características.

Pérez era la segunda en la lista de la candidatura Ciudadanos Tú Aragón que, según describe, está compuesta por "gente más joven" con la intención de "tirar el pueblo para adelante y evitar la despoblación". Hasta el momento, el pleno del Ayuntamiento estaba compuesto por tres ediles del Partido Popular.

Pérez señala a la despoblación y al envejecimiento como algunos de los motivos que han hecho que el municipio ralentice la entrada de mujeres al consistorio. "Hay muchos habitantes que son agricultores, gente tradicional", cuenta. Hasta hace poco "las mujeres eran más amas de casa", relata. Por contraposición, señala que su generación ha podido estudiar.

La concejala afirma que en pequeños pueblos como el suyo cada vez es más raro que no haya mujeres desarrollando algún cargo público. "En el pueblo de al lado tampoco había habido nunca mujeres al mando, y ahora gobierna una alcaldesa", explica.

A pesar de ello, en España sigue existiendo un gran desequilibrio entre el número de hombres y mujeres que lideran los ayuntamientos. Las últimas municipales dibujaron el mapa con 6.106 alcaldes y 1.973 alcaldesas. Eso significa que aún hoy, sólo uno de cada cuatro ayuntamientos están gobernados por mujeres.

Unos 350 kilómetros al sur de Marracos se encuentra Alcohujate, en la provincia de Cuenca. Allí, la popular Esther Nogueras ha sido la primera mujer en ocupar un asiento en el consistorio. Nogueras llevaba diez años trabajando para la institución pública. Dice que mientras sus hijos eran pequeños prefirió no dar el salto a la política. Pero ahora que son mayores se dijo: "¡Venga!, vamos a dar el paso".

Alcohujate también es un pueblo en el que "la mayoría son hombres, que han sido labradores". Además, "las mujeres que había empadronadas eran muy mayores". Nogueras cree que para ellas la política podía ser "una complicación". Ahora ella es concejala, la primera de la historia del municipio, en manos del PP. "Creo que deberíamos tener un poco más decisión y dar este paso. Podemos hacerlo, por supuesto, como cualquier hombre".