Este artículo se publicó hace 11 años.
La mujer de Bárcenas: "¡Socorro, tienen encañonado a mi hijo!"
Un operador del 112 preguntó en qué dirección se estaba produciendo el asalto, pero el vecino que dio la alerta se ahorró las explicaciones y contestó: "En casa de Bárcenas"
Varios testigos presenciales del asalto a la casa de Luis Bárcenas relatan que se enteraron del incidente tras oír unos gritos que partían de la ventana del piso de los Bárcenas en la calle Príncipe de Vergara de Madrid. Era la mujer del ex tesorero del PP, Rosalía Iglesias, que gritaba: "¡Socorro! Socorro! ¡Mi hijo!".
Algunos de los vecinos pensaron "que se trataba de una broma", hasta que vieron que los gritos no cesaban. En ese momento una de las personas que estaba en el edificio subió corriendo las escaleras de la casa y se encontró con la puerta abierta. En ese momento, Rosalía Iglesias, visiblemente nerviosa, seguía gritando: "¡Mi hijo! ¡La pistola! ¡Le tienen encañonado a mi hijo!". En otra estancia de la casa el hijo de Luis Bárcenas, Guillermo, forcejeaba en el suelo con el asaltante de 63 años que minutos antes les había maniatado a ambos y a la asistenta del hogar armado con una pistola (se cree que era simulada).
Esta persona, que conoce a la familia Bárcenas, se abalanzó en ayuda del joven preguntando por la pistola y fijándose en las manos del desconocido por si la tuviese en las manos. En ese momento Guillermo le dice que ya le han quitado la pistola y proceden simplemente a inmovilizarle. A continuación, según este relato, el hijo de Bárcenas sujetó al individuo presionando con la rodilla en su cuello mientras la otra persona le agarraba las piernas. Así aguantaron unos minutos hasta que llegó una tercera persona, el "chófer escolta" que tiene la familia y que habitualmente aguarda en la calle dentro del vehículo. También subió rápidamente al escuchar los gritos. El chofer de los Bárcenas se encargó de inmovilizar en solitario al asaltante hasta que llegó la Policía Municipal en primer lugar y la Policía Nacional, después y procedieron a su arresto.
Se hizo pasar por un sacerdote de Instituciones PenitenciariasMientras todo esto pasaba, otros vecinos llamaban por teléfono al 112, según fuentes consultadas por Europa Press. En uno de estos casos, cuando desde la centralita que recoge las llamadas comenzaron a hacerle las preguntas habituales sobre la localización del domicilio, el vecino se ahorró las explicaciones diciendo que era "en casa de Bárcenas". "Y no le ha hecho falta decir nada más", ha dicho uno de estos testigos.
Según la investigación, el asaltante se había hecho pasar por un sacerdote de Instituciones Penitenciarias que venía a hablarles de la salud de Bárcenas en prisión. Los testigos presenciales creen que esta persona podría haber accedido al portal aprovechando el descuido de la familia Bárcenas, que podría haber abierto la puerta del portal sin preguntar dado que en ese momento esperaban un pedido de fruta.
"No es normal que le dejen pasar así como así porque la chica que trabaja en esa casa tiene orden de no abrir a nadie", indican estos testigos. Recuerdan que el portero no llega hasta las 17.30 y que el desconocido se aprovechó de esa situación ya que entró unos minutos antes. El hombre, Enrique Olivares García, ha accedido a la casa disfrazado de sacerdote, en torno a las 17 horas. Les ha pedido insistentemente los pendrives con la supuesta contabilidad B del PP durante sus años de tesorero, según informan fuentes policiales
Esta persona ha estado en la casa alrededor de una hora sin conseguir dichos documentos. En un momento de descuido, la asistenta ha podido desatarse, ha arrebatado la pistola al desconocido y ha bajado a una cafetería, donde ha pedido ayuda. El hijo también ha podido zafarse de las bridas, se ha enfrentado al asaltante y le ha reducido. Los investigadores creen que se trata de un desequilibrado, que no está en posesión de sus facultades mentales, si bien la Policía está investigando las causas del asalto. Tiene antecedentes penales por robo con fuerza y posesión de drogas, pero datan de los años 60 y 70.
Por su parte, médicos del Samur-Protección Civil han atendido a las tres residentes en la casa por una fuerte crisis de ansiedad y por contusiones de las muñecas y al joven por alguna contusión más. Los facultativos han intentado realizar un reconocimiento al detenido, pero se ha negado. El Samur se ha retirado del domicilio de la familia Bárcenas sobre las 19 horas. A las 19.30 la Policía aún seguía en el domicilio, según los testigos presenciales consultados.
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