"A pesar de la demonización de los medios, nos vamos con la satisfacción de que el PP sabe que todo lo que pedimos es razonable y podremos llegar a un acuerdo", ha subrayado García-Gallardo tras reunirse con el PP. "Si Vox no entra en el Gobierno, vamos a votar en contra de cualquier pacto de investidura", ha añadido con claridad el líder de Vox en la comunidad. Ambas formaciones volverán a reunirse "pronto", aunque no han cerrado aún una fecha.

Algo más de una hora y media ha durado la primera reunión entre PP y Vox en las Cortes tras la que Juan García Gallardo ha asegurado que "la distancia aún muy grande con el PP porque parece que el trato con Vox es diferente al de otros en circunstancias similares". Sin embargo, asegura que conservan "la esperanza sobre la posibilidad de un acuerdo de Gobierno. Tenemos el compromiso de que solo votaríamos a favor si se cambiaba el rumbo del Gobierno en Castilla y León".

García-Gallardo ha apuntado también que no han hablado de ninguna consejería en particular, pero ha lanzado al PP el 'consejo' de que debe "interiorizar la idea de que tiene 31 escaños y mayoría está en 41". Por tanto, "tenemos el derecho y el deber de entrar en el Gobierno", añade.

En cuanto a los temas más manidos que deberán acordar, como el Memoria Histórica y Ley de Violencia de Género, el líder de Vox ha vuelto a asegurar que "el PP ha entendido que lo que pedimos es razonable" y ha recordado que quiere que "no haya una memoria fragmentaria y que haya igualdad ante la ley, es decir que todas las víctimas estén protegidas". Sin embargo, Vox ha apuntado que el tratamiento de estos temas ha sido "muy superficial".

Mañueco insiste en un Gobierno en solitario

Muchas vaguedades y pocos datos concretos. Así ha sido la rueda de prensa de Alfonso Fernández Mañueco tras reunirse con Vox. El salmantino aseguró, además, que se han emplazado a explorar y elaborar un programa de legislatura y que hay "oportunidades de avanzar en esa dirección". Insistió Mañueco en que quiere "un Gobierno en solitario, fuerte y estable, que permita mayor agilidad y eficacia".

No se ha salido de su línea el político popular, cuando ha vuelto a asegurar que "es pronto para hablar de las opciones de formar un Gobierno, pero hay tres opciones: el apoyo del PSOE, el de Vox o el de los partidos localistas y la abstención de PSOE o Vox", recordó.

"No tenemos líneas rojas, pero sí principios básicos, que son el autonomismo útil, la apuesta por la cohesión territorial y la defensa firme de la igualdad en todos los ámbitos", ha añadido el presidente en funciones, que apenas ha dado ningún dato más sobre la reunión con Juan García-Gallardo.

El PP, abocado al acuerdo con Vox

Lo cierto es que el fracaso de la reunión de Mañueco con el candidato socialista, Luis Tudanca -que parece un movimiento buscado de forma premeditada- empuja a Mañueco a un acuerdo con Vox. El partido de Abascal ha rebajado sus pretensiones iniciales para lograr un Gobierno de coalición con el PP, pero no va a ser tan 'dócil' como fue el de Ciudadanos en 2019. Este hecho, unido a que el Partido Popular -por el propio carácter de su primer espada- no sabe gobernar en coalición, hace que la actual situación política castellano y leonesa sea un auténtico polvorín.

Además, Vox ya aseguró durante la campaña electoral que tras lo vivido en Andalucía o en Madrid, buscará un 'acuerdo duro' de Gobierno que comenzará por exigir la vicepresidencia, además de otras conserjerías: "Los votantes de Vox no son menos que los de Ciudadanos y si ellos con el 14% tuvieron varias consejerías y la vicepresidencia, nosotros exigimos que se nos respete y se nos dé una igualdad de trato en términos proporcionales", aseguraba el propio Juan García-Gallardo en Telecinco el pasado día 16.

El líder de Vox en Castilla y León es Juan García-Gallardo, un joven abogado de Burgos, que era un auténtico desconocido en la escena política hasta que se descubrieron decenas de tuits racistas, homófobos y machistas cuando se anunció su designación como candidato, que le pusieron en boca de todos, tanto políticos afines como opuestos a su ideología.