En unos comicios europeos marcados por una gran caída de la participación en Catalunya, el independentismo ha profundizado su retroceso electoral, puesto que entre Junts y ERC apenas han sumado el 32,8% de los votos, 17 puntos menos que en 2019, cuando su suma alcanzó el 49,8%.

La formación de Carles Puigdemont ha sido la segunda fuerza, a mucha distancia de un PSC que ha arrasado con el 30% de los sufragios, mientre que ERC ha quedado en tercera plaza. En concreto, Junts ha logrado 430.000 sufragios en Catalunya -el 18%- y unos 10.000 más en el resto del Estado y ha bajado de tres a un solo eurodiputado, que será Toni Comín, su cabeza de lista. ERC se ha quedado en 354.000 papeletas, el 14,8%, y Ara Repúbliques, la alianza que lideraba junto a EH Bildu y el BNG- mantiene los tres eurodiputados de 2019.

Como pasó en los recientes comicios al Parlament del 12 de mayo, Junts supera a Esquerra, aunque sin la presencia de Puigdemont la distancia se acorta y, de hecho, en términos relativos los republicanos mejoran con relación al 13,7% de apoyo recibido en las elecciones autonómicas.

Si se compara con las europeas de 2019, los dos partidos independentistas han perdido unos 930.000 votos -más de la mitad- y 17 puntos de apoyo, mientras que si el foco se pone en las recientes autonómicas la bajada supera los 10,5 puntos y los 580.000 sufragios. Con apenas 785.000 sufragios, el independentismo logra su peor resultado desde el inicio del procés, si bien también es cierto que la caída de participación -de 13 puntos, del 56,5% al 43,5%- explica en parte las cifras, que confirman la desmovilización en las urnas del movimiento.

Pérdida de más de 900.000 votos

La bajada ha sido menor en el caso de los republicanos, que en las anteriores europeas fueron la tercera fuerza con el 21,2% de los votos, cuando presentaban a Oriol Junqueras de cabeza de lista. Con todo, la formación se deja más de la mitad -370.000- de los apoyos logrados en 2019, mientras que en comparación con las autonómicas el número de votos pérdidos es mucho más matizada y queda por debajo de los 80.000. El resultado también es muy inferior al de 2014, cuando ERC se impuso en las europeas en Catalunya.

Junts ha pasado de ser la primera fuerza a la segunda y del 28,6% de los sufragios a apenas el 18,0%, mientras que en cifras absolutas la pérdida se eleva a 550.000 votos. También cae con relación a las autonómicas de hace cuatro semanas, cuando llegó al 21,6% de apoyo y a las 680.000 papeletas. Lo que constata que sin el factor Carles Puigdemont la formación pierde atractivo electoral y capacidad de movilización en las urnas. De hecho, solo en el lejano 2004, cuando se quedó en el 17,4% de los votos, obtuvo un registro peor en las europeas.

Desde la irrupción del procés, los partidos independentistas solo habían caído por debajo del millón de votos en las generales de julio del año pasado, de manera que la cifra de este domingo es, con mucha diferencia, la peor de los últimos tres lustros y confirma la crisis del movimiento, como mínimo en las urnas.

Todo ello llega a escasas horas del pleno de constitución del nuevo Parlament , surgido de los comicios del 12 de mayo, y todavía con muchas incertidumbres por resolver, como quién lo presidirá y cuál será la composición de la Mesa.

Resta por ver si los pésimos resultados en las europeas impactarán en las negociaciones de última hora y dificultarán una posible Mesa de mayoría independentista. Posteriormente, habrá que comprobar si el nuevo triunfo obtenido -el quinto consecutivo sumando todos los comicios- facilita al PSC convencer a ERC o a Junts las próximas semanas para que permitan la investidura de Salvador Ila como presidente de la Generalitat o Catalunya tiene que afrontar una repetición electoral en octubre.