Este artículo se publicó hace 3 años.
Junts forzará quedarse con la presidencia del Parlament frente a la CUP mientras ERC busca un acuerdo in extremis
El partido de Puigdemont no renuncia a liderar el Parlament frente a las aspiraciones de la CUP y evalúa si es Laura Borràs la que opte al cargo, después de la primera reunión del tripartito independentista de este miércoles.
Barcelona-
La política catalana vivirá las próximas jornadas intensas horas de negociación y maniobras de los diversos partidos. Se disputa la primera gran batalla desde las elecciones del 14-F con la constitución del nuevo Parlament este viernes y la elección de la presidencia de la cámara y del resto de la Mesa. Una pugna que ahora mismo es prácticamente de todos contra todos y que de no llegar a un acuerdo entre las fuerzas independentistas podría dar un resultado inesperado entre los diversos aspirantes. Aunque Junts per Catalunya tiene ahora mismo las mejores cartas para llevarse la presidencia y la sangre no parece que llegará al rio.
Junts considera que la presidencia del Parlament tiene que ser para ellos dada la mayoría absoluta independentista
De momento han manifestado intención de presentar candidatura a la presidencia del Parlament hasta cuatro grupos diferentes. EL PSC como fuerza ganadora reivindica el cargo para una de sus diputadas más veteranas, la portavoz Eva Granados. Junts considera que la presidencia del Parlament tiene que ser para ellos dada la mayoría absoluta independentista que hay en la cámara y aplicando el criterio de las dos últimas legislaturas en que la presidencia del Parlament era para el segundo partido del independentismo, dado que el primero ocupa la presidencia de la Generalitat.
Y habiendo quedado ERC por delante consideran que toca cambiar los roles. Pero esta ecuación se ha visto alterada por las pretensiones de la CUP que habitualmente no ocupaba cargos institucionales pero esta vez ha oficializado su aspiración a la presidencia del Parlament. En principio en la figura de su diputado por Lleida Pau Juvillà, según ha avanzado Nació Digital y ha confirmado Público. Y aún quedaría la opción planteada por En Comú Podem en la persona del número dos de la candidatura, el exsecretario general de CCOO en Catalunya, Joan Carles Gallego.
Reunión infructuosa del tripartito independentista
De momento la primera reunión conjunta entre las tres fuerzas independentistas, ERC, Junts y la CUP, celebrada este miércoles en el Parlament no ha dado frutos concretos. Según las fuentes consultadas, Junts no piensa renunciar a la presidencia del Parlament: "Si mientras Esquerra ha sido la segunda fuerza del independentismo la ha tenido, ahora nos toca a nosotros", reivindican. Pero la diputada electa de la CUP, Eulàlia Reguant ha manifiestado la voluntad de los anticapitalistas de presidir la institución i otras dirigentes de la formación como la diputada del Congreso, Mireia Vehí, consideró esta opción como "una buena noticia".
Desde Esquerra ven como "muy peligroso" dividir el voto independentista en diversos candidatos ya que "puede abrir una grieta por donde se cuele una presidenta del 155", aseguran. Por lo cual apremian a Junts y la CUP a conseguir un acuerdo sobre la presidencia del Parlament y sobre el resto de la Mesa. Las reuniones conjuntas se multiplicaran las próximas horas para conseguir un acuerdo sobre la configuración del Parlament que, consecuentemente, acabe de encarrilar a su vez la negociación para la formación del nuevo Govern.
Un acuerdo que según fuentes de la dirección de Junts solo puede pasar por la retirada de la candidatura cupaire en beneficio de la suya. A cambio de que por primera vez en la historia los anticapitalistas tengan una de las siete sillas de la Mesa del Parlament y el compromiso de aceptar las exigencias de la CUP para este órgano: "Crear un frente antifascista y no supeditar el Parlament a las decisiones de órganos exteriores –en referencia al Tribunal Constitucional- que limita los derechos de los diputados y diputadas que representan la soberanía del pueblo catalán", aseguran.
Presidencia para Junts, Borràs y el futuro de Puigdemont
En el independentismo se da por sentado que finalmente la presidencia del Parlament será para Junts. Otra cosa es que este partido aún no tiene claro la dirigente que optaría a este cargo. Se evalúa si es la mejor opción para la jefa de filas, Laura Borràs, o es preferible que ocupe la vicepresidencia del Govern al lado del republicano Pere Aragonès como president. El partido también tiene pendiente decidir un tema no menor. El futuro del acta de diputado que Carles Puigdemont consiguió el pasado 14-F.
La previsión ha sido siempre que renunciaría al escaño para mantenerse como europarlamentario, ya que los dos cargos son incompatibles. Pero desde Junts se asegura que aún no se ha tomado la decisión al respecto. Y con la retirada del suplicatorio ejecutada este miércoles por el Parlamento europeo encima de la mesa, aunque no pierde la condición de eurodiputado, habrá que esperar que no haya alguna maniobra inesperada de última hora a las cuales el expresident es tan aficionado.
Todas las fuentes independentistas consultadas dan por hecho también que finalmente la CUP se incorporará por primera vez a la Mesa del Parlament pero con uno de los cargos menores –a no ser que ERC les ceda una vicepresidencia para amarrar la negociación del Govern- de las siete sillas, lo cual garantiza la mayoría independentista. Dos serían para ERC y dos para Junts. Las otras dos plazas las reivindica el PSC como partido ganador, que también aspira a la vicepresidencia. Vox quedaría excluido por el cordón sanitario establecido por gran parte de la cámara, a excepción de Ciudadanos y PP. Y aunque improbable, cabe esperar si PSC o ERC están en disposición de ceder una plaza a En Comú Podem en función de determinados apoyos y contraprestaciones.
Fuentes de Esquerra se muestran convencidos que se llegará a un acuerdo de última hora entre los tres partidos independentistas
Fuentes de Esquerra se muestran convencidos que se llegará a un acuerdo de última hora entre los tres partidos independentistas y son "optimistas", pero han admitido que habrá que hacer mucho trabajo de última hora. Y ven con buenos ojos que la presidencia del Parlament fuera para la CUP. Pero siempre que se llegue a una entente. En caso contrario los de Junqueras consideran que el apoyo a la candidata de Junts –sea Borràs u otro diputado o diputada como Gemma Geis del círculo más próximo a Puigdemont en Girona, o el abogado Jaume Alonso-Cuevillas, entre otros nombres en la palestra- es el que garantiza mejor la presidencia independentista del Parlament y la continuación de las negociaciones para el Govern después de que este viernes se constituya la cámara catalana.
La CUP fijará posición este miércoles
Las fuentes consultadas de la CUP dudan que se pueda cerrar antes del 12 de marzo un entendimiento que vaya más allá de la Mesa del Parlament, pensando en una investidura. En todo caso, las asambleas territoriales de la CUP llevan varias semanas de reuniones y debates y se espera que este miércoles la organización pueda poner a votación una propuesta de síntesis de la cuál salga la posición definitiva de la formación tanto en el caso del Parlament como en el del Govern. Este documento esbozará unas líneas generales que deberían ir acompañadas de medidas que garanticen el cumplimiento de este acuerdo. Es en este paquete, que se abordaría más adelante, donde el eje sobre cómo conseguir la independencia incorpora más discrepancias con ERC.
En cuanto a las negociaciones para la investidura del republicano Pere Aragonès como president y para la formación del nuevo Consell Executiu, las negociaciones con Junts se han dinamizado en las dos últimas reuniones después de un cierto estancamiento que contrastaba con los avances establecidos entre ERC y la CUP, más centrados en temas sociales y económicos –como ya avanzó Público-.
Después de acordar trabajar cuestiones como la reforma del modelo de orden público, las acusaciones particulares de la Generalitat, el papel de los Mossos en los desahucios o políticas de vivienda, las conversaciones con la CUP han pasado a una segunda fase donde se aborda el rescate social y la reconstrucción económica. Con Junts el debate se había centrado más en la hoja de ruta independentista que ERC considera importante pero no tan prioritaria ahora como lo es la ejecución de políticas sociales frente a la crisis económica y sanitaria. Con todo, la inquietud en el interior de Junts por quedarse descolgada de la negociación ha acelerado el ritmo y según un negociador de ERC: "No estamos tan lejos como parece a veces".
Las conversaciones son ahora diarias y se celebran mañana y tarde. Y se han activado ya las comisiones sectoriales que negocian los diversos temas de forma más técnica y concreta que en las delegaciones oficiales. En la negociación a tres bandas se materializan pinzas diversas: JxCat y CUP quieren que ERC contemple la vía unilateral esta legislatura -con un referéndum y la posterior implementación de la independencia. Por otra parte, republicanos y anticapitalistas piden al partido de Laura Borràs un punto de vista más progresista de cara al plan de choque social y económico para superar la crisis provocada por la pandemia.
Diversas almas en Junts para la negociación
A pesar de ello, desde la formación que comanda Borràs mantienen que no hay ningún acuerdo cerrado con los republicanos, y que aún no se han abordado nombres ni sillas de la Mesa ni del Govern. Insisten especialmente que ERC no les ha ofrecido todavía la presidencia del Parlament. Cabe destacar que en el seno de Junts hay diferentes almas a la hora de afrontar la negociación con los de Pere Aragonés y, en parte, por eso cuesta avanzar. Así lo admiten fuentes conocedoras de los encuentros.
Desde la formación que comanda Borràs mantienen que no hay ningún acuerdo cerrado con los republicanos, y que aún no se han abordado nombres ni sillas de la Mesa ni del Govern
Por un lado, varios dirigentes de JxCat -la mayoría de los cuales forman parte del equipo negociador- apuestan por avanzar en las negociaciones con ERC, sentar las bases de toda la legislatura y formar un Govern independentista -con republicanos y CUP-, y obtener la presidencia del Parlament. Este sector prefiere situar Borràs como vicepresidenta de la Generalitat con una conselleria adjunta. Pero en Junts también hay quien defiende una posición más enrocada: llevar las negociaciones al límite del calendario y forzar a ERC a aceptar sus demandas: la presidencia del Parlament, pero también una estrategia común en Madrid, y abordar la unilateralidad una vez se constate el fracaso de la mesa de diálogo con el Estado.
Incluso hay quien contempla la posibilidad de dejar a Esquerra sola en el Govern -o con los Comuns- y pasar a la oposición. Entre este sector también se estudian los costes de una repetición electoral, donde calculan que ERC quedaría desgastada y Junts aspiraría a quedar como primera fuerza independentista. Aunque minoritario, es un sector influyente al entorno de Carles Puigdemont el que defiende esta postura.
Con todos estos ingredientes las negociaciones avanzan a toda máquina y a contra-reloj. Con batallas de todos contra todos y una Esquerra Republicana que necesita imperiosamente cerrar acuerdos que le aseguren la primera presidencia de la Generalitat desde la República pero que les garantice también estabilidad para gobernar con una cierta tranquilidad durante una complicada legislatura y que el president Aragonès no se convierta en flor de un día.
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