Junts per Catalunya empezará este viernes, en Calella —población de la comarca barcelonesa del Maresme de Calella—, el congreso que supondrá el regreso del expresident de la Generalitat Carles Puigdemont al frente del partido. Puigdemont ha sido en los últimos años un militante de base, desde que, en el último congreso —celebrado en Argelers, localidad francesa de la Catalunya Nord, en junio de 2022— optó por dejar la presidencia de la formación para dedicarse a la labor de eurodiputado, y a encabezar el llamado Consell de la República.

En realidad, Puigdemont nunca ha abandonado el liderazgo del partido y pocas cosas se mueven en la formación posconvergente sin que él lo autorice. Incluso decisiones como la lista electoral de las pasadas elecciones al Parlament de mayo, o los acuerdos con el PSOE para la investidura de Pedro Sánchez, han sido gestionadas directamente por el expresident. Pero el cambio de eurodiputado a diputado del Parlament, y el fiasco del Consell de la República —un ente que no ha terminado de cuajar— han llevado a Puigdemont a decidir recuperar las riendas de Junts también de forma orgánica, volviendo a ocupar la presidencia del partido.

El congreso de este fin de semana en Calella, el tercero desde la fundación del partido en 2020, no supondrá grandes cambios en el liderazgo de Junts, ya que se volverá a entronizar en Puigdemont al frente del partido. Pero sí se prevé una recomposición de fuerzas en la dirección. Con la caída de la expresidenta del Parlament, Laura Borràs —que dejará la presidencia del partido— y de sus afines, y el ascenso de figuras como la jefa del grupo parlamentario en el Congreso, Míriam Nogueras, el concejal del Ayuntamiento de Barcelona y actual portavoz de la dirección, Josep Rius, la portavoz en el Parlament, Mònica Sales, o el hasta ahora dirigente de Demòcrates —partido escindido de la antigua Unió Democràtica de Catalunya que ahora se integrará en Junts—, Toni Castellà.

El programa del congreso

Al margen de la elección de la nueva dirección, la otra parte del congreso que tendrá algunas derivadas interesantes es la del debate de las tres ponencias que fijarán la posición ideológica, el rumbo estratégico del partido en la política catalana y española, así como la de reestructuración del funcionamiento interno. Para el congreso se ha diseñado un cartel donde las ideas fuerza son las palabras nación, progreso, libertad e independencia.

El congreso de Junts en Calella empezará este viernes por la tarde, con los discursos de bienvenida de la actual presidenta del partido, Laura Borràs, y del secretario general, Jordi Turull. Dado el pistoletazo de salida, se aprobará la Mesa del Congreso —que la Ejecutiva propone que esté presidida por Josep Lluís Cleries— y se empezará el debate de las tres ponencias.

El sábado por la mañana seguirá el debate de las ponencias para incorporar o rechazar las enmiendas que todavía quedan vivas, y una vez ya se hayan cerrado definitivamente los textos —antes del sábado a las dos del mediodía—, entre ellos el que corresponde a cómo debe ser la estructura orgánica de Junts, se abrirá un período de 20 horas para que se puedan presentar las candidaturas que opten a ocupar los diferentes cargos. Las votaciones serán telemáticas —abiertas a todos los afiliados y afiliadas estén o no presentes en Calella— y se realizarán a lo largo del domingo por la mañana hasta las 13.00 horas. El congreso se cerrará con el discurso de los dos principales cargos de la nueva dirección elegida, que con total seguridad será Carles Puigdemont como presidente y Jordi Turull que repetirá como secretario general.

Debate de las 354 enmiendas vivas

Tal y como ha ido el proceso de enmiendas de las tres ponencias, no se prevén grandes debates estratégicos ni organizativos, sino más bien matices. De hecho, no se ha presentado ninguna enmienda a la totalidad de ninguna de las tres ponencias. Tampoco se espera ninguna gran pugna por la dirección, ya que es previsible que ninguna otra candidatura dispute en Puigdemont el liderazgo, y en su caso difícilmente prosperaría una alternativa. Con lo cual, el gran cambio en Junts que marcará el congreso de Calella de este fin de semana serán los relevos en la dirección. Con la caída de Laura Borràs como presidenta, o de sus afines como el secretario de Organización, David Torrents. Y el ascenso a las vicepresidencias del núcleo duro de máxima confianza de Puigdemont como Nogueras, Rius, Sales y Castellà. Este último supone, además, la integración de Demòcrates —partido escindido de la antigua Unió Democràtica de Catalunya— en Junts, incluida su fundación, ente que pasaría a dirigir con mucha probabilidad Laura Borràs.

La estratégica secretaría de Organización la ocupará la diputada en el Parlament Judith Toronjo, que proviene de la Juventut Nacionalista de Catalunya (JNC) de la que fue secretaria general. Por su parte, la diputada en el Congreso de los Diputados Pilar Calvo será la candidata a presidenta del Consell Nacional del partido, cogiendo el relevo del presidente del Parlament, Josep Rull.

Los delegados de Junts debatirán y votarán hasta 354 enmiendas vivas propuestas por los afiliados. Ésta es la cifra que queda después de que los equipos redactores de las tres ponencias hayan transaccionado la mayoría de los textos alternativos. Se debe tener presente que, según fuentes de la dirección del congreso, se han presentado 2.863 enmiendas, la mayoría de las cuales fueron aprobadas o tumbadas por las 70 asambleas territoriales celebradas, y otra parte transaccionadas con los responsables de las ponencias hasta este miércoles.

Un 60% de las enmiendas vivas se centran en la organización del partido y en cómo se elige la dirección, con un total de 213; seguidas de 84 enmiendas a la ponencia estratégica y 57 a la ponencia ideológica. Aunque no hay cuestionamientos de fondo respecto a los planteamientos oficiales, sí existen algunos aspectos que pueden contrariar los objetivos fijados por Puigdemont y la dirección. Por ejemplo, alguna enmienda que quiere evitar votar los cargos orgánicos a través de listas "bloqueadas y cerradas". El objetivo es evitar votos de castigo a determinados dirigentes —como ocurrió en el 2022 en Argelers con David Torrents, afín a Laura Borràs—, pero si prospera la enmienda y se mantienen las votaciones individuales como hasta ahora, algún miembro de la lista de Puigdemont podría ser boicoteado. También estará en debate el requisito de tener una militancia de seis meses para optar a cargos orgánicos. La dirección quiere suprimirlo para flexibilizar la entrada en la Ejecutiva de personas que no son de Junts. Un revés en este punto complicaría el acceso de Antoni Castellà, de Demòcrates —y de independientes—, a la dirección de Puigdemont.

Agencia de inmigración y supresión del impuesto de sucesiones

Respecto a las ponencias estratégica e ideológica, Junts plantea en su congreso la supresión "completa" del impuesto de sucesiones y crear una Agencia Catalana de Inmigración. La ponencia ideológica de Junts se articula a través de seis ejes: inmigración y reto demográfico, acción climática y digitalización, derechos sociales y culturales, economía y conocimiento, administración y acción exterior. A éstos se suman tres ámbitos que consideran "transversales": feminismo, juventud y personas con discapacidad. La Agencia Catalana de Inmigración que se propone crear, una vez finalizada la delegación de competencias pactada con el Gobierno español, serviría para "la fijación de cuotas y condiciones de llegada" de migrantes a Catalunya, o para la puesta en marcha de "políticas de integración real" a través de la lengua. "Es deber de la persona que viene a Catalunya saber y usar el catalán, pero es un derecho el que se le faciliten cursos", explican a modo de ejemplo.

En cuanto a la fiscalidad, la ponencia propone la "supresión completa" del impuesto de sucesiones, que defienden que beneficiaría especialmente a las clases medias y bajas. Y en materia de vivienda, el documento señala que es necesario "reorganizar el popurrí" legislativo que consideran que crea "inseguridad jurídica". Y aseguran que "combatirán" propuestas "invasivas" que se tramiten en el Congreso de los Diputados. En cuestión de seguridad, exigen "más jueces de adscripción territorial para juzgar y condenar con celeridad a los delincuentes", o que los ayuntamientos puedan personarse en las causas contra personas que "alteren la convivencia".

Entre las enmiendas vivas que se debatirán este fin de semana destaca alguna que quiere endurecer la relación que mantiene actualmente Junts con el PSOE, de cara a la gobernabilidad del Estado. La enmienda pide "dar por roto" el apoyo al PSOE en el Congreso de los Diputados, si no existen "resultados evidentes" a corto plazo respecto a los acuerdos de investidura. Sin embargo, la mayoría de las enmiendas ideológicas han sido aceptadas e incorporadas al texto oficial. Por ejemplo, respecto a la crítica que se hacía inicialmente sobre "la hegemonía del pensamiento woke". La expresión ha sido sustituida por "pensamiento demagógico" y "pensamiento buenista".

Un congreso para consolidarse como "fuerza central del país"

Para el director del congreso de Junts, el diputado en el Congreso de los Diputados, Josep Maria Cruset, el cónclave de este fin de semana servirá para que Junts "se consolide como partido y como fuerza central del país". Cruset fija el objetivo de hacer de Junts "un partido aún más fuerte, con vocación de Gobierno e inequívocamente independentista", y de situar a la formación como "la única alternativa al Gobierno españolista de Salvador Illa".

Para Cruset, tras el congreso de Calella, Junts "estará aún más preparado para liderar el país en los próximos tiempos". Y también fija el objetivo de dibujar un modelo de país y de futuro que se aleje "de los gobiernos de base tripartita, mirada sucursalista y de gestoría de la política estatal". "Catalunya irá por delante del partido", resume. Según fuentes del partido, Junts pondrá este fin de semana los cimientos para convertirse en la "piedra angular" del independentismo y exhibir una "alternativa de buen Gobierno". Y el partido también abrirá una nueva etapa para "rebajar las hostilidades" con ERC, y tratar de recuperar la unidad de acción en el independentismo, aseguran.